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viernes, 21 de noviembre de 2014

Dieta y especiación homínida

Supuestos de las hipótesis ecológicas para la emergencia de Homo
Para explicar la especiación homínida, se han elaborado diversas hipótesis, que en gran parte resultan complementarias, casi siempre con la dieta como factor principal, pero por los datos disponibles, ninguna de ellas se ha confirmado plenamente.
Es posible que, en un ambiente favorable, se produjera una radiación adaptativa para explotar los diferentes nichos ecológicos. Por una parte los gráciles explotarían ecosistemas más arbolados mientras que los robustos se especializarían en ecosistemas más abiertos.

En cuanto a la emergencia de Homo, estas hipótesis ecológicas están basadas en (Pontzer, 2013):
  1. La anatomía poscraneal de los Homo tempranos muestra importantes desviaciones con respecto a la de los homínidos tempranos y es diferente a la de Australopithecus. Estos rasgos derivados se observan mejor en erectus que en habilis  y Bramble y Lieberman (2004) los consideraron críticos para la marcha a largas distancias.
  2. Estos cambios poscraneales son fruto de la selección natural en respuesta a cambios en las condiciones climáticas y consiguientemente en la dieta.
  3. La mejora en la calidad de la dieta permite una actividad de mayor alcance y la mejora del rendimiento locomotor.
Estas hipótesis ecológicas presentan el problema de que en los mamíferos, se ha comprobado que las tasas de retorno de la energía consumida en el forrajeo son muy altas. La distancia recorrida diariamente no está relacionada con la eficiencia locomotora. Por consiguiente parece que la reducción en los costes de la locomoción no debería ejercer gran fuerza selectiva (Ponzer, 2012).

El incremento de las distancias recorridas y el aumento de la masa corporal pueden deberse a que Homo aumenta el consumo de alimentos y con ello obtiene más energía para el cerebro, la reproducción, etc., sin necesidad de una mayor eficiencia en la locomoción. Las estrategias cooperativas, pudieron haber mitigado los fracasos en la búsqueda de alimentos.

En cuanto al proceso, Kuzawa y Bragg (phenotype first; 2013) proponen que los nuevos fenotipos, gracias a la plasticidad ontogenética, fueron generados por el comportamiento y el entorno y estabilizados gradualmente en rasgos definitorios de las especies mediante la acomodación genética.

Kathlyn M. Stewart sugiere que, en respuesta a las fluctuaciones ambientales, los homínidos adoptaron patrones ecológicos y dietéticos conservadores a largo plazo, sobre la base de recursos predecibles C3/C4 terrestres y de humedales. Los datos se presentan a partir de seis localidades de homínidos, que demuestran la dependencia de los recursos de origen vegetal (juncias, hierbas, y otros tipos de vegetación). Después de ca 2,4 Ma, la variabilidad del clima se asocia a una ampliación de la dieta por parte de Homo y quizás Paranthropus boisei con alimentos familiares pero menos preferidos: vertebrados e invertebrados. Estos alimentos proporcionaron al Homo temprano nutrientes esenciales, lo que redujo las presiones de selección y permitió el aumento de tamaño del cerebro. Después de 1,65 Ma, se produce un aumento del 20% en el componente de la dieta C4 de Homo junto con un incremento extraalolmétrico del cerebro. P. boisei también aumenta su componente de la dieta C4 en un 15% después de 1,65 Ma. Estos incrementos implican que ambos taxones siguieron ampliando su dieta en el los humedales y biomas de sabana basados ​​en C4, con Homo poniendo un mayor énfasis en los mamíferos.

Causas de la especiación

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