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jueves, 13 de noviembre de 2014

Primeros pobladores de América: Dos niños enterrados en Alaska central.

Ubicación del yacimiento de Upward Sun River y localización de los hallazgos funerarios.
Los fósiles humanos más antiguos hallados en América:

América del Norte y Centro
  • Hoyo Negro, un pozo profundo dentro del sistema de cuevas Sac Actun, Península de Yucatán (México). Naia; en griego, ninfa del agua. Esqueleto casi completo de una adolescente de unos 15-16 años con un cráneo intacto y DNA preservado hallado en 2007 por el equipo de Alberto Nava (National Geographic). Muestra caracteristicas craneofaciales paleoamericanas: rostro estrecho con los ojos muy separados y frente prominente y baja; nariz baja y plana; y los dientes proyectados hacia fuera. Presenta signos de caries dental y osteoporosis. La talla es pequeña (1,5 m) y la constitución frágil. Su ADN-mt pertenece al haplogrupo D1, que se cree procede de Beringia, y es exclusivo actualmente de los nativos americanos incluyendo sudamérica. 13-12 ka. James C. Chatters et al, 2014.
  • Upward Sun River, AK. 11,5 ka. Potter et al (2011).
  • Witt Site (Tulare Lake, CA). 11,38 ka. Willig (1991).
  • Peñón III, Ciudad de México. 1959. Esqueleto parcial de una mujer de unos 25 años. 10,75. González et al (2003, 2006). Jiménez López et al (2006).
  • Abrigo de Anzick, oeste de Nevada. 1968. Restos de un niño de 18 meses. 10.705 ± 35 14C años PB (aproximadamente 12.707-12.556 cal BP). Owsley y Hunt (2001). Asociado con herramientas Clovis.
  • Buhl, sur de Idaho. Restos de mujer de 17-21 años y 1,65 cm de estatura. El esqueleto estaba removido y parece que fue desarticulado antes de ser enterrado. 10,675. Green et al (1998).
  • Wilson Leonard, TX. 10,5 ka. Steele (1998).
  • Chimalhuacán, México. 10,5 ka. González-José et al (2008).
  • Mostin, norte de California. 10,47 ka. Taylor et al (1985).
  • Warm Mineral Springs, Sarasota County, oeste de Florida. Restos de un varón de 30-40 años, una mujer y un individuo de 6 años. 10,26 ka. Clausen et al (1975).
  • Arch Lake, NM. 10,22 Owsley et al (2010).
  • Tlapacoya I, Ciudad de México. 1968. Cráneo de un varón de 30-35 años. 10,2 ka. González et al (2003, 2006).
  • Marmes Floodplain, sureste de Washington. Restos quemados de 10 individuos. 10,13 ka. Sheppard et al (1987).
  • Arlington Springs, Isla de Santa Rosa, sur de California. 1959. Dos fémures y un húmero. 10,08 ka. Johnson et al (2002).
América del Centro y del Sur.
  • Lapa Vermelha IV, Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil. 1975. Luzia, restos de mujer joven, de 1,5 m. Según Walter Neves (2003, 2004) presenta rasgos negroides. 11,68 ka. Prous y Fogaça (1999).
  • Cerca Grande 6 y 7. Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil. 11 ka. Neves et al (2004, 2005).
  • Pampa de Fósiles 13. Perú. 10,25 ka. Chauchat (1998).
  • Sueva 1, Colombia. 10,09 ka. Correal Urrego y van der Hammen (1979).
Astas de ciervo bibiseladas, con punta en ambos extremos, decoradas, y bifaces líticos asociados.
Ben A. PotterJoel D. IrishJoshua D. Reuther y Holly J. McKinney comunican el hallazgo de los restos de dos bebés enterrados, datados en hace  ~11,5 ka cal BP en el yacimiento de Upward Sun River (Alaska central).
  • El individuo 1 murió poco después de nacer.
  • El individuo 2 era un feto a término.
  • Ambos fueron colocados con las rodillas flexionadas.
  • Posiblemente estos individuos eran gemelos.
  • Asociado, se halló un ajuar orgánico y lítico, incluyendo puntas bifaciales decoradas que formaban parte de proyectiles con mango.
  • Los restos se cubrieron de ocre rojo. 
  • Los restos de fauna y otros datos contextuales indican comportamientos de alimentación de amplio espectro.
  • Los restos quedaron enterrados bajo una gruesa capa de tierra que contiene una pequeña cantidad de pescado quemado y pequeñas muestras de mamíferos de eventos de consumo anteriores.
  • Sobre el relleno se construyó un nuevo hogar que se utilizó para cocinar y para la eliminación de basura.
  • Las muestras de fauna indican que las muertes y enterramientos se produjeron en verano.
  • ~40 cm directamente por encima, en asociación con un hogar central residencial, se descubrieron previamente los restos de un niño de tres años que fue incinerado en el verano siguiente o a finales del mismo verano (Potter et al, 2011), lo que puede indicar una ocupación residencial bastante prolongada. No hay ajuar funerario asociado.
  • Esta mortalidad infantil pudo deberse a un estrés de recursos, pese a que en el verano estos son más abundantes.

Poblamiento de América

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