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jueves, 15 de enero de 2015

Grotte du Bison: nuevo hallazgo de una herramienta neandertal de hueso

Herramienta de hueso de Grotte du Bison. Vistas macro y microscópicas.
Los neandertales realizaban trabajos artesanales cuyo conocimiento era transmitido entre generaciones. Sin embargo, eran poco innovadores y utilizadores de símbolos. Los conjuntos atribuidos a neandertales, no varían con la latitud o el entorno. A pesar de un contrastado conocimiento técnico, los artefactos son simples y con pocos componentes. El asta y el hueso, que requieren más tiempo y trabajo, no se utilizan de forma significativa. Todo esto podría ser consecuencia de una escasa división del trabajo y especialización. Los individuos de diferentes edades y géneros, tenderían a hacer las mismas cosas juntos, en los mismos lugares, experimentando parecidos niveles de movilidad y disfrutando de acceso igualitario a las materias primas (S. L. Kuhn, 2011).
  • Marie Soressi et al (2013) han informado de la identificación de cuatro herramientas de hueso especializadas (las más antiguas descubiertas en Europa, junto con el conjunto de Salzgitter-Lebenstedt; en España se han encontrado también muy antiguas en el yacimiento de Axlor), costillas de ungulados de medio tamaño, pulidas y con las puntas redondeadas, utilizadas para alisar (curtir) pieles, que son prácticamente idénticas no solo a las de los HAM prehistóricos, sino a las que siguen usando curtidores tradicionales en la actualidad. Las herramientas aparecieron en dos yacimientos de Dordoña, suroeste de Francia, distanciados 35 km, junto a herramientas líticas musterienses de tradición achelenese sin rastros de ocupación del HAM: Abri Peyrony y Pech-de-l’Azé I.
  • Millán Mozota (2014) repasa los hallazgos de herramientas óseas en contextos musterienses:
    • Grotte des Fées (Gironde, Francia). Daleau, 1874.
    • La Quina, Francia. Henri-Martin, 1906; Chase, 1990; Bourguignon, 2001; Valensi, 2002. Esquirlas diafisarias de ungulado, posiblemente utilizadas para retocar las piezas líticas musterienses. Retocadores en extremos proximales de húmeros, realizados con una técnica avanzada. Verna y d’Errico (2010) publicaron el primer caso conocido de un retocador sobre hueso humano.
    • El Castillo (Cantabria). Breuil y Obermaier, 1914.
    • Isturitz (Pyrénées-Atlantiques). Passemard, 1922; Leroy-Prost, 1974. Diáfisis con impresiones.
    • La Ferrasie. Peyrony, 1934.
    • Bois-Roche en Charente. Vincent 1987.
    • Kulna, Moravia. Valoch, 1988.
    • Abrigo Tagliente, Verona. Leonardi, 1979.
    • Bacho-Kiro, Bulgaria. Kozlowski, 1982.
    • Peña Miel, La Rioja. Barandiarán, 1987; Mozota, 2012.
    • Cueva Morín, Cantabria. Freeman, 1971; Mozota, 2012.
    • Grotte Vaufrey, Dordogne. Nivel VIII. Vincent, 1988.
    • Cueva de Gatzarria, Zuberoa. Sáenz de Buruaga, 1991.
    • Abeilles, Francia. Sáenz de Buruaga, 1996.
    • Salzgitter-Lebenstedt, Alemania. Gaudzinski, 1999. Del conjunto de utillaje en hueso, destacan 20 costillas de mamut, trabajadas a partir de una cadena operativa bastante compleja, con una técnica refinada.
    • Prolom II, Crimea. Stephanchuk, 1993.
    • Kabazi V, Crimea. Patou-Mathis 2007.
    • Barakaevskaia, Cáucaso. Filipov y Lioubine, 1993.
    • Vindija, Croacia. Ahern et al, 2004.
    • Fumane, Italia. Jéquier et al, 2012.
    • Tagliente y San Bernardino, Italia. Malerba y Giacobini, 1996.
    • Arrillor, España. Bermúdez de Castro y Sáenz de Buruaga, 1999.
    • Covalejos, España. Sanguino y Montes, 2005.
    • Axlor, España. González Urquijo et al, 2005; Mozota, 2009.
    • Prado Vargas y Valdegoba, España. Díaz Fernández-Lomana y Navazo, 2005.
    • Figueira Brava, Portugal. Antunes, 2000.
    • Lazaret, Francia. Valensi 1996.
    • Chez-Pinaud, Francia. Beauval 2004.
    • Artenac, Francia. Armand y Delagnes 1998.
    • Sainte-Anne 1, Polignac, Francia. Raynal et al, 2010.
    • Abri Laborde/Baume-Vallée, Francia. Raynal et al, 2005.
Maurice Hardy, Geneviève Pothier Bouchard y Luc Doyon han comunicado el descubrimiento durante las excavaciones de 2014 en la Grotte du Bison de Arcy-sur-Cure (Yonne, Francia), de una herramienta multifuncional fabricada con un fragmento proximal de la diáfisis del fémur de un reno (Rangifer tarandus).

La Grotte du Bison fue hallada en 1958 gracias a un pasaje en la pared occidental de la Grotte du Renne y contiene ocupaciones musterienses y chatelperronienses. Desde 2011, las excavaciones están dirigidas por Hardy. El conjunto lítico incluye más de 150 herramientas. La capa J ha revelado más de 3.250 elementos de fauna identificables, bisonte en más de un 80%. La presencia humana es atestiguada en la capa J (musteriense) gracias a nueve dientes neandertales aislados. En una zona, se hallaron multitud de nódulos de ocre. Salvo tres fogatas, no hay rastros de habitación. El sitio pudo ser utilizado para carnicería y marroquinería y la gruta como habitación para el ahumado.

La herramienta ósea presenta los rastros de cuatro actividades distintas:
  • En la superficie de la herramienta son visibles 29 trazas de descarnación. En la mayoría de los casos, estas cicatrices se orientan longitudinalmente con respecto al eje con un desvío hacia la vista medial del miembro esquelético; sugieren la explotación antrópica de recursos de carne.
  • Las faldas de la diáfisis sugieren la fracturación del hueso fresco. El objetivo principal de la fractura podría ser la extracción de la médula. La actividad produjo un soporte con una morfología ideal para su transformación en herramienta.
  • Otras 22 trazas sub-paralelas entre ellas y dispuestas transversalmente al eje de la herramienta sobre la porción distal de su cara superior sugieren el uso del eje para retocar productos líticos.
  • El objeto contiene 10 negativos de extracción sobre su cara superior y un uso pulido en su parte inferior. Estas trazas definen el borde activo del extremo distal de la herramienta. No es posible descartar la posibilidad de que los cambios morfológicos de la herramienta se deban a su uso. Sin embargo, la regularidad de las extracciones a lo largo del borde pueden ser el resultado de una conformación deliberada del filo. Si este es el caso, sería lógico pensar que las extracciones estaban destinadas a aumentar las propiedades de laceración de la punta.
Por consiguiente, la herramienta sirvió como retocador y raspador y confirma que los neandertales conocían las propiedades del hueso como materia prima para la fabricación de herramientas. Su presencia en un momento de abundancia de instrumentos líticos y el pulido de su parte inferior, sugieren una elección intencional.

Para los autores, la acción de los carnívoros y las alteraciones naturales sobre los huesos pueden explicar la singularidad de los hallazgos de herramientas de hueso neandertales.

Modos de vida de los neandertales

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