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jueves, 9 de abril de 2015

Cueva de la Peña de Candamo

La Cueva de la Peña de Candamo en el contexto de los yacimientos del valle del Nalón. Corchón et al, 2014.

Localización

La cueva se abre en la parte alta del Cerro de la Peña Blanca (Candamo, Asturias), orientada al sur y al valle del Nalón, al final de su cauce medio, en un entorno abrupto y escarpado, a unos 170 m de altura, dominando el valle y los promontorios que lo circundan.
Figuras del Muro de los Grabados numeradas por Hernández Pacheco (1919).

Descubrimiento

La primera noticia se remonta a la segunda mitad del XIX, cuando es descubierta por un paisano apodado Cristo. Visitada ocasionalmente desde 1903, en 1914 Hernández Pacheco dio a conocer las pinturas y grabados. De manera independiente, el Conde de la Vega del Sella descubrió en 1914 las pinturas del Muro de los Grabados y publicó una breve nota (1929).
Sectorización de la Cueva de la Peña de Candamo. Corchón et al, 2014.

Descripción

Se trata del sitio con arte paleolítico más occidental de Europa. Declarada Monumento Nacional en 1923, las obras de acondicionamiento para las visitas, la guerra civil, la utilización social y la contaminación biológica han degradado las pinturas y han producido pérdida de motivos.
Junto con un discutido grabado de Tito Bustillo, es la única cavidad europea con representaciones de focas, delfines y cachalotes. También se han hallado algún material lítico y fuentes de ocre.
Desde 2008 forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

A unos 50 m de la Cueva se abre el Covacho de Candamo, en el que se encontraron materiales del Solutrense Superior y el Magdaleniense Inferior. Es posible que ambas cavidades estuviesen comunicadas.

La cueva se abre en la base de un cerro calizo, conocido como La Peña, y presenta una planta de unos 70 metros de longitud.El acceso se realiza a través de una pequeña sala agrandada artificialmente para la recepción de los visitantes que comunica con una galería.

Hernández Pacheco (1919) estableció la siguiente sectorización: Galería de la Entrada, Vestíbulo, Sala Baja de los Signos Rojos, Hornito, Entrada al Salón, Salón de los Grabados, Camarín y Galería de las Batiscias.

  • Sala Baja de los Signos Rojos. Situada a la derecha de la entrada, aparecen una serie de puntos y líneas rojas, junto con otros signos, como lo que parece ser un triángulo. Según algunas interpretaciones podría tratarse de una agrupación de signos femeninos y masculinos.
  • Salón de los Grabados. El Muro de los Grabados, es la pieza más importante de la cueva. Con una dimensión de seis metros de largo por ocho de alto, se trata de una compleja composición de figuras que está formada por tres grandes agrupaciones y superposiciones de pinturas y grabados, aparentemente unidas por algunas de las figuras aisladas, y sobre un fondo rojizo natural. En ellas se ven representadas distintas figuras de ciervos, bisontes y rebecos. En esta sala también se encuentran el Mogote estalagmítico y Talud estalagmítico, que se encuentran relacionados topográficamente con el Muro. En el primero de ellos encontramos dos cabezas de caballo y la representación de una cierva, junto con signos lineales simples o agupados. En el Talud se encuentra un caballo grabado y pintado de color siena, que está acompañado por dos signos pintados en negro.
  • El Camarín. Se trata de una hornacina entre dos impresionantes coladas estalagmíticas que se abre en la parte más alta del Salón de los Grabados. En esta representación se pueden observar caballos y la figura de un toro. Destaca de este conjunto la representación de un caballo con gran maestría, emblema de la cueva.
Dataciones radiocarbónicas de la materia pictórica de color negro en el extremo derecho del Muro de los Grabados. Corchón et al, 2014.

Excavaciones y estudios

1915-1917. Hernández Pacheco estudia la cavidad con la colaboración de Cabré y Benítez Mellado. Se publica una monografía en 1919.  Levantamiento topográfico y descripción de las principales unidades morfológicas de la cavidad, así como una documentación gráfica detallada (calcos y fotografías) del arte parietal descubierto, si bien las figuras no se sitúan con precisión sobre el plano.
1976. Jordá Cerdá estudia el Muro de los Grabados.
1981. Moure Romanillo estudia el Muro de los Grabados.
1988. López Mora compara las pinturas y grabados con otros conjuntos.
2000-2007. Fortea Pérez. Cronología y dataciones con resultados controvertidos.
2008. Se inician las actuales investigaciones, bajo la coordinación de Soledad Corchón y Diego Garate, en cuyo marco se ha realizado un nuevo levantamiento topográfico, una prospección espeleológica integral, documentación tridimensional, datación, prospección y documentación del grafismo paleolítico, estudio arqueológico de los suelos, análisis de la materia colorante pictórica, datación radiométrica asociada al arte, la restitución digital 3D y fotogramétrica, estudio de los parámetros de conservación, etc.

Bibliografía


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