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sábado, 20 de abril de 2019

La MSA del Sur de África

El registro del Pleistoceno Tardío en el sur de África ha sido un foco de investigación desde fines de la década de 1990, debido a espectaculares hallazgos y al aumento en el número de equipos de investigación internacionales. Esta región tiene una larga historia de investigación (por ejemplo, Goodwin y van Riet Lowe 1929) y por lo tanto docenas de sitios excavados. Gracias a la buena conservación del material orgánico, el sur de África alberga la mejor información sobre estrategias de subsistencia, y proporciona importantes datos adicionales sobre las capacidades culturales y de comportamiento. Las circunstancias geológicas llevaron a la formación de numerosos abrigos rocosos que atrajeron a poblaciones, propiciando la acumulación de materiales culturales en sus sedimentos (por ejempo Río Klasies, Blombos, Diepkloof, Pinnacle Point, Sibudu o Apollo 11). Los estudios toman a menudo una perspectiva diacrónica, en estratigrafías culturales supra-regionales (por ejemplo, Goodwin y van Riet Lowe, 1929, Volman, 1981; Singer y Wymer, 1982; Wurz, 2002; Lombard et a,. 2012), con un enfoque reciente en Howiesons Poort (HP) y Still Bay (SB) durante MIS 4 (por ejemplo, Jacobs et al, 2008; Henshilwood, 2012). Geográficamente, la mayoría de las investigaciones se han realizado en las costas occidentales de Sudáfrica, mientras que el sur de Sudáfrica, así como Namibia, Mozambique y Zimbabwe han recibido menos atención (por ejemplo, Vogelsang, 1998; Wadley, 2015; Goncalves et al, 2016), con la excepción de Botswana (por ejemplo, Staurset y Coulsen, 2014; Robbins et al, 2016). Los yacimientos al aire libre son mucho más comunes en el interior, generalmente con poca conservación orgánica, a menudo con una determinación cronométrica deficiente y pocos restos culturales. Estos factores podrían desempeñar un papel en las diferentes señales arqueológicas de esta región (por ejemplo, Wurz, 2013). Desde MIS 5e, el resgistro arqueológico del sur de África se puede caracterizar como estructurado en tiempo y espacio (Wurz 2013; Wadley 2015), con un marcado aumento en MIS 5 en la densidad de sitios y artefactos, asociada con tasas más altas de cambio tecnológico. En base a este registro, se han formulado varios tecnocomplejos sucesivos, separados en el tiempo y en ocasiones en el espacio (por ejemplo, Lombard et al, 2012).


  • MIS 6.
    • Los conjuntos líticos no cuentan generalmente con piezas con cara pasiva (cara sin retoques, backed) y la tecnología bifacial se conoce en yacimientos del tecnocomplejo de Pietersburg en el norte y el interior de Sudáfrica (por ejemplo, Sampson, 1974; Grün y Beaumont, 2001; Beaumont y Vogel, 2006). 
    • La evidencia de uso de pigmentos es irregular (Marean et al, 2007; Watts, 2010; Watts et al, 2016).
    • Hay evidencia de recolección de mariscos marinos en pequeñas cantidades en Pinnacle Point 13B (Marean et al. 2007; Marean 2010). 
  • MIS 5-3.
    • Proporciona un aumento marcado en la complejidad de la cultura material y las innovaciones de comportamiento.
  • MIS 5.
    • Se van acumulando pruebas de tecnología lítica con cara pasiva y bifacial (Tribolo et al, 2013; Wilkins et al, 2017), incluidas piezas dentadas en los múltiples episodios de ocupación en Sibudu (> 80 ka; Rots et al, 2017). 
    • El uso de pigmentos se convierte en un comportamiento casi ubicuo durante el último interglacial (Watts, 2002; 2010; Hodgskiss, 2012; Dayet et al, 2013; Wurz, 2014; Wadley, 2015; Kandel et al, 2016) con ocre utilizado como parte de pinturas (hace ca 100 ka; Henshilwood et al, 2011) y adhesivos para herramientas líticas (Rots et al, 2017). 
    • Incisones en ocre y en cáscara de huevo de avestruz (Henshilwood et al, 2009; Texier et al, 2013).
    • Herramientas de hueso en Sibudu y Klasies River (d'Errico et al. 2012a; Conard et al . 2014). 
    • El transporte de silcreta a larga distancia> 200 km es conocido por los estudios de procedencia geoquímica en varios yacimientos de Botswana (Nash et al, 2013; 2016).
    • Evidencia de pesca en agua dulce en White Paintings Rockshelter (ca 94-66 ka; Robbins et al, 2000; 2016) y de explotación sistemática de diversos recursos marinos y exitosa colonización de paisajes costeros (Will et al, 2013; Marean, 2014; Will et al, 2015; Jerardino, 2016).
  • MIS 4
    • Es el marco de tiempo de Sill Bay y Howiesons Poort (por ejemplo, Jacobs et al, 2008; Henshilwood, 2012) y presenta el mayor número de piezas bifaciales finamente fabricadas, algunas veces producidas por descamación con presión (ca 77-72 ka), así como piezas de cara pasiva pequeñas y estandarizadas asociadas con industrias laminares (ca 65-59 ka; Jacobs et al, 2008; Lombard, 2009; Mourre et al, 2010; Henshilwood, 2012).
    • Uso de materia prima alóctona (> 50 km) de alta calidad durante el HP (Volman, 1981; Singer y Wymer, 1982; McCall y Thomas, 2012).
    • La frecuencia de cultura lítica no material alcanza un pico dentro de la SB y HP (Mellars, 2006; Mitchell, 2008; Jacobs et al, 2008; Henshilwood y Dubreuil, 2011). 
    • El uso continuo de pigmentos es un fenómeno común, a menudo usado en adhesivos (Wadley et al, 2004; Lombard, 2006; Wadley et al, 2009).
    • Abundantes grabados en ocre y cáscara de huevo de avestruz (Henshilwood et al, 2001; Texier et al, 2010; Henshilwood et al, 2014) y cuentas de concha (Henshilwood et al, 2004; d'Errico et al, 2005, 2008).
    • Varios tipos de herramientas de hueso (Henshilwood et al, 2001; Backwell et al, 2008).
    • Explotación de recursos costeros intensificando y optimizando sus estrategias de recolección en algunos yacimientos (Langejans et al, 2012; Will et al, 2015).
  • MIS 3
    • Entre hace ca 60-50 ka, continúa la fabricación de puntas bifaciales y piezas con cara pasiva, pero de forma intermitente (Steele et al, 2016; Wilkins et al, 2017; Will y Conard, 2018). Entre hace ca 40-30 ka estas herramientas aparecen solo en el este de África (Wadley, 2005; Bader y Will, 2017). 
    • Continúa el transporte de silcreta a larga distancia hasta hace ca 50 ka (Wilkins et al, 2017; Will y Mackay, 2017).
    • El ocre se usa de forma continuada en gran abundancia, tanto como parte de adhesivos compuestos (hasta hace ca 44-42 ka; Lombard 2006; Villa et al. 2012) como de pinturas (Villa et al, 2015).
    • Son raros los grabados en ocre y cáscaras de huevo de avestruz (Mackay y Welz, 2008; Hodgskiss, 2013), al igual que de cuentas de cáscara de huevo de avestruz, concha y hueso (d'Errico et al, 2012b; Porraz et al, 2015; Steele et al, 2016).
    • Varios tipos de herramientas óseas al principio del periodo en Sibudu y Klasies River (d'Errico et al, 2012a; Conard et al, 2014) y a mitad de periodo en Border Cave (hace ca 44-42 ka; d'Errico et al, 2012b). 
    • Las adaptaciones a las costas y los recursos marinos continúan hasta principios de MIS 3, pero disminuyen su visibilidad (Will et al, 2014; 2015; Marean, 2014).
  • Sólo un número limitado de conjuntos muestran dataciones fiables correspondientes a MIS 5 (ca. 128-75 ka; Carto et al 2009) y descripciones publicadas recientemente. 
    • River Klasies data de entre ca. 115-80 ka (Wurz 2002) y consta de más de 10 m de depósitos con una gran colección de artefactos. Se subdivide en dos miembros: Light Brown Sand y Shell and Sand (Deacon y Geleijnse 1988), con sus correspondientes unidades culturales: MSA I y MSA II (Singer y Wymer, 1982) o MSA 2a y 2b (Volman, 1981). La similitud morfométrica entre ambas unidades culturales se ha interpretado como continuidad tecnológica (Singer y Wymer 1982; Thackeray 1989), pero el cambio tecnológico es observable (Wurz 2000, 2002), especialmente en términos de espesor y longitud (Wurz et al, 2003). Por esta razón, se sugiere la terminología "River Klasies" para el MSA I (Wurz 2000), y "Mossel Bay" para el MSA II, debido a la precedencia histórica de este conjunto con la misma descripción. 
    • Florisbad, Ysterfontein 1 y Hoedjiespunt son contemporáneos con River Klasies, pero difieren tecnológicamente. 
    • Mossel Bay data entre ~100-80 ka y se caracteriza por un proceso de reducción Levallois recurrente unipolar de puntas y cuchillas (Wurz 2000, 2002). Un conjunto similar proviene de Diepkloof (Porraz et al, 2013) y Cape Saint Blaize (Sampson 1974; Thompson y Marean 2008). Es similar tipológicamente pero no tecnológicamente con la cueva 13B de Pinnacle Point (Thompson, Williams y Minichillo 2010). 
    • En la cama 4 de Cave of Hearths, se hallaron largas escamas foliares y puntas convergentes, mientras que los niveles suprayacentes comprenden una industria Levallois con hojas, escamas radiales y puntas convergentes. 
    • El interior de Sudáfrica contiene multitud yacimientos de superficie (Beaumont y Morris 1990; Sampson 1968, 1974) con conjuntos en algún modo similares a los de River Klasies y Cave of Herths. 
Los tecnocomplejos Howiesons Poort y Still Bay (MIS 4), se reconocen en varias zonas ecológicas de Sudáfrica. Contienen herramientas relativamente más retocadas, con cara pasiva y puntas bifaciales y muestran niveles elevados de prácticas innovadoras: tratamiento térmico de la piedra para la producción de puntas bifaciales, percusión con martillo blando, pequeños artefactos con cara pasiva, herramientas de hueso, cuentas, ocre, grabados en ocre y cáscaras de huevo de avestruz y herramientas compuestas con el uso de adhesivos incluyendo la más antigua conocida tecnología de arco y flecha. Estos niveles de innovación y complejidad se cree implican un comportamiento simbólicamente mediado (Henshilwood Marean 2003). Esta cualidad cognitiva (Wadley, Hodgkiss, y Grant 2009), pudo conferir ventaja evolutiva a los grupos de Homo sapiens que emigraron de África después de hace unos ~60 ka (Mellars 2006; Mourre, Villa y Henshilwood 2010). A lo largo del tiempo, se producen cambios sutiles en los tipos de artefactos con cara pasiva, herramientas de retoque y patrones de explotación de materias primas. Desde hace algún tiempo, la Howiesons Poort se ha considerado como una industria de transición a la LSA.
    • La dieta era más amplia, incluyendo alimentos de peor calidad, durante la HP mientras que en la SB se explotaban alimentos en una zona más extensa y las ocupaciones eran más esporádicas y de menor intensidad, lo que puede estar relacionado con diferencias en la movilidad y en los patrones residenciales entre estos tecno-complejos (Jerome P. Reynard y Christopher S. Henshilwood, 2017).
En MIS 3 cambian las preferencias tecnológicas y se popularizan las puntas unifaciales, pero las tendencias son menos claras. Después de ~ 58 ka hay un retorno al Paleolítico Medio, con hojas más grandes. Mitchell (2008) señala que este período es relativamente inexplorado en comparación con MIS 4. Se produjeron vacíos ocupacionales en algunos lugares quizás debido a condiciones hiperáridas (Deacon y Thackeray 1984; Steele y Klein 2009), pero por lo demás MIS 3 estuvo marcado por la fluctuación de las condiciones climáticas que incluyen periodos muy húmedos (Deacon y Lancaster 1988; Mitchell 2008). La presencia de más de 25 sitios que datan de este período de tiempo en el Sur de África (Mitchell 2008) es testimonio de una adaptación exitosa post-HP. Muchos sitios que datan de entre ~58-45 ka contienen puntas, a menudo unifacialmente retocadas, por ejemplo, Border Cave, Klein Kliphuis, Sibudu Cave, Diepkloof, River Klasies, Umhlatuzana, y Rose Cottage Cave en Sudáfrica y Melikane, Ntloana Tsoana y Sehonghong en Lesotho (Lombard et al. 2012). El conjunto mejor descrito es el de Sibudu Cave (Cochrane 2006; Conard, Porraz y Wadley 2012; Mohapi 2012; Villa, Delagnes y Wadley 2005; Wadley 2005).
Los conjuntos de la MSA final, que datan entre 45-20 ka (Lombard et al. 2012), se asocian con una amplia variedad de tipos de puntas. Se identifican artefactos, como puntas de flecha de hueso, huesos con muescas para propósitos de notación, y palos de excavación y leznas de hueso similares a las utilizados por las poblaciones San (d'Errico et al, 2012). La separación entre MSA y LSA es ambigua (Clark 1999; Mitchell 2012; Wadley 1993).

Yacimientos

  • Florisbad (Sudáfrica). Sitio al aire libre, excavado en la primera mitad del XX. Excavaciones adiciones se efectuaron en la década de 1980. Una serie de depósitos de MSA bien estratificados con fauna asociada se ha fechado en ~ 121 ka (Brink 1987; Kumán, Inbar, y Clarke 1999; Toffolo, 2017).

Estratigrafía de HDP1
  • Hoedjiespunt (HDP1) (Volman, 1978; Will et al, 2013;  Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015) consta de tres fases de ocupación, todas ellas con abundantes artefactos líticos, restos de moluscos marinos y fauna terrestre, cáscaras de huevos de avestruz y pedazos de ocre. Las principales características de los conjuntos líticos se mantienen constantes durante todo el uso del sitio. Domina el cuarzo sobre la silcreta y otras materias primas. Las lascas denticuladas representan el tipo de herramienta más frecuente (Will et al, 2013). Todas las capas muestran bajas concentraciones de material arqueológico y están ausentes estructuras constructivas y hogares, lo que indica estancias cortas o/y poblaciones reducidas. Los ocupantes desarrollaron las mismas actividades a través de la secuencia incluyendo el aprovisionamiento y modificación de ocre rojo, el uso de huevos de avestruz y la caza del mismo rango de pequeños animales (Stynder, 1997).
    • Las dataciones absolutas basadas en lecturas IRSL de sedimentos, ESR y U-series, indican una edad entre 130-100 ka para AH II (Woodborne, 2000; Yoshida, 1996). La fauna de vertebrados sugiere un clima cálido y la frecuente ocurrencia de animales y aves marinos confirman la proximidad al mar en el momento de su formación (Stynder 1997).
    • En lo que se refiere a la fauna marina, las lapas comprenden el 70–90% del conjunto. Otro taxón importante es el mejillón negro (Choromytilus meridionalis).
    • La posición geográfica y el entorno de HDP1, al final de una península, sugieren que la ocupación fue deliberada, a pesar de su escaso valor logístico al carecer de agua potable, no servir como refugio ni lugar de observación y su bajo radio de forrajeo terrestre potencial. La razón de la ocupación fue la explotación de los recursos marinos, en especial los animales intermareales, mediante repetidos "picnics" en la playa de pequeños grupos de cazadores recolectores móviles. La procedencia lejana de herramientas líticas y piezas en bruto indica que estas visitas eran planeadas y el hecho de que hallan dejado rastro en varios estratos sedimentarios, que se extendieron durante un periodo prolongado de tiempo a través de las generaciones. La abundancia de lapas, sugiere un uso más intenso del sitio durante el verano (Buchanan et al, 1978; Moss, 1993). Debido a los fuertes cambios estacionales de esta región, los visitantes de HDP1 probablemente se desplazaban entre la costa y el interior de acuerdo con un calendario establecido similar al modelo de movilidad estacional propuesto por Parkington, 1976, 2001; Parkington et al, 2004. En este modelo, las residencias habituales están localizadas en el interior, cerca de las fuentes de materia prima lítica de alta calidad como la silcreta, caza abundante y recursos de la flora del bioma Fynbos.
    • Por tanto, el sitio documenta un patrón deliberado de uso del paisaje y adaptaciones estables de poblaciones locales a entornos costeros en la Provincia Occidental de El Cabo durante MIS 5e.
    • No están presentes las tecnologías Still Bay (Katja Douze, Sarah Wurz y Christopher Stuart Henshilwood, 2015).
    • Explotación de recursos costeros.
  • Diepkloof Rock Shelter (Sudáfrica). Las investigaciones centradas en el MSA están en curso desde 1998 (Parkington et al, 2013; Porraz et al 2013). El sitio se ha fechado utilizando tanto OSL como TL. Las fechas más recientes indican que el sitio fue ocupado entre más de 100 ka y 50 ka (de MIS 5 a MIS 3; Tribolo et al 2013). El HP Intermedio y Tardío se han datado en hace 65 ± 8 y 52 ± 5 ka.

Fig 1.  Blombos Cave location (a), simplified stratigraphy (b, with sub-divisions of the M1 phase and absolute dates from [23] in ka cal. BP) and site map (c, with quadrates analysed by J. Thompson and in this study).
Blombos Cave. Situación, estratigrafía y plano. Emmanuel Discamps y Christopher Stuart Henshilwood, 2015.
Estratigrafía de Sibudu Cave. Rots et al (2017)
Fig 2.  Sibudu: Plan of the site with elevations in meters above sea level, the excavation grid and location of main section.
Plano de Sibudu con las elevaciones sobre el nivel del mar. Soriano et al, 2015.
  • El sitio arqueológico de Sibudu (Sudáfrica) es un gran refugio de 55 m de ancho y 18 m de anchura de areniscas y lutitas situado sobre el río Tongati (también escrito "uThongathi") en KwaZulu-Natal a unos 40 km al norte de Durban, a 15 km del Océano Índico. Excavado por Lyn Wadley entre 1998-2011. Las excavaciones actuales están dirigidas por Nicholas Conard. El sitio conserva los depósitos que van desde la pre-SB (> 77 ka) a la MSA final (~ 37 ka): pre-Still Bay (pendiente de publicación), Still Bay, Howiesons Poort, post-Howiesons Poort, MSA tardío, MSA final y Edad de Hierro. El sitio fue fechado utilizando OSL (Jacobs et al 2008). No hay capas estériles entre el Still Bay y el Howiesons Poort pero un paréntesis cronológico se sugeridas por las fechas OSL. La capa RGS tiene una edad de hace 70,5 ± 2,4 ka mientras que la capa PGS se ha datado en hace 64.7 ± 2.3 ka. De acuerdo con Wadley, antes y durante la deposición de la capa PGS la caída de rocas causó perturbaciones estratigráficas afectando también a la capa RGS.
  • Pinnacle Point (Sudáfrica) comprende una serie de cuevas. La localidad PP13B ha sido el centro de las excavaciones dirigidas por Curtis Marean. Datado entre ~174-90 ka (basado principalmente en OSL; Marean et al. 2010). El conjunto de la Cueva 13 de Pinnacle Point está asociado con el primer uso de los mariscos (Marean et al, 2007) y con tecnología Levallois, puntas, hojas y hojitas (<10 mm de ancho; Marean et al. 2007). Estas hojitas son las más antiguas de su tipo en la MSA de África del Sur (Thompson, Williams y Minichillo 2010; pero ver Wilkins y Chazan 2012). Se pueden identificar fasas de ocupación discretas, con conjuntos arqueológicos desconectados. Las ocupaciones con fauna marina asociada se fechan en MIS 6 y MIS 5e-5c. En los depósitos de MIS 5e-5c, se han identificado hogares. En comparación con las ocupaciones durante MIS 6, aparece una mayor densidad de herramientas líticas y restos de fauna y moluscos marinos, indicando una mayor intensidad (Jerardino y Marean 2010; Karkanas y Goldberg 2010; Marean 2010; Thompson et al, 2010). Un modelo GIS de cambios en la línea de costa durante los últimos 400 ka demuestra que PP13B osciló entre un emplazamientro completamente terrestre y completamente costero. La explotación de recursos costeros se realizaba solo cuando la costa estaba a menos de 6 km, de forma similar a lo que sucede con los actuales cazadores recolectores (Bigalke, 1973; Moss, 1993). Las principales características de los conjuntos líticos se conservaron a través de la secuencia de ocupación, sugiriendo un tecnología costera y una adaptación estables (Thompson et al, 2010). En contraste con los yacimientos de la costa oeste, PP13B también conserva evidencia de abundante explotación de grandes mamíferos con despiece on-site (Marean, 2010). Marean (2010) interpreta PP13B como un lugar residencial de grandes grupos, cuando el océano as residential sites of large social groups during times when the ocean estaba a su alcance. De acuerdo con el modelo de Marean (2010, 2011), los cazadores recolectores usaban la costa como área residencial primaria la mayor parte del año para maximizar la explotación de moluscos marinos. Al contrario que en la costa oeste de Sudáfrica, la costa sur ofrece suficientes recursos todo el año. El calendario de explotación de los recursos marinos se regía por los ciclos lunares y las mareas bajas de primavera eran el momento más adecuado para la recolección de moluscos. Estas interpretaciones están soportadas por observaciones etnográficas (Bigalke, 1973; de Boer et al, 2002; Moss, 1993) (Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015).
  • Ysterfontein (Sudáfrica) es un refugio de piedra excavado por Graham Avery entre 2002-2008 (Avery et al, 2008; Halkett et al, 2003). Los excavadores propusieron una datación entre 119-46 ka. El conjunto lítico está basado en escamas con escasa preparación del núcleo y pocas plataformas facetadas (Wurz 2012). El rango de materias primas es similar a HDP1. Las herramientas son relativamente raras (Avery et al, 2008; Halkett et al, 2003; Wurz, 2012). Las 13 capas arqueológicas forman parte de un único tecnocomplejo. Entre la fauna, los restos de animales intermareales son los más abundantes, con una composición similar a HDP1 y se considera que su origen es antrópico. No se han publicado valoraciones concretas de las estrategias de habitación y uso del paisaje. La homogeneidad del conjunto lítico y los restos de fauna indican adaptaciones costeras estables en repetidas estancias de pequeños grupos durante un largo periodo de tiempo, pero no con carácter residencial. El bajo número de restos de mamíferos y aves soporta esta interpretación (Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015). No están presentes las tecnologías Still Bay (Katja Douze, Sarah Wurz y Christopher Stuart Henshilwood, 2015).
  • Sea Harvest fue evaluado y parcialmente excavado en los 1970 (Grine y Klein, 1993; Volman 1978). Este yacimiento al aire libre proporciona evidencia de la asciación de herramientas de la MSA con moluscos marinos en un emplazamiento costero similar a HDP1. Se constata silcreta no local. Basándose en similitudes geológicas y arqueológicas, se atribuye el sitio a MIS 5e (Will et al, 2013, pero ver Butzer, 2004)

Otros yacimientos:

Culturas del África Austral (Sarah Wurz, 2013)

  • Still Bay
    • Hay relativamente pocas fechas relativas al Still Bay, pero las pruebas con luminiscencia estimulada ópticamente (OSL) en Blombos Cave, Sibudu, Apolo 11, y Diepkloof indican una duración de alrededor de 7.700 años, desde 75,5 a 67,8 ka (Henshilwood 2012; Jacobs et al, 2008, 2012), mientras que Högberg y Larsson informan de fechas de 80-72 ka. Fechas por termoluminiscencia sitúan la industria Still Bay de Diepkloof con una edad media de hace 109 ka (Tribolo et al. 2009, 2013). Esto implica que el Still Bay puede tener una duración mucho mayor en Sudáfrica de la que se pensaba (Porraz et al 2013; Tribolo et al 2013). 
      • Para Soriano et al (2015) la aparente falta de continuidad temporal entre el SB de Diepkloof, muy anterior en el tiempo (hace 109 ka) y el SB de Blombos y Sibudu junto con las diferencias tecnológicas en estos dos últimos yacimientos, obstaculizan la agrupación de estos yacimientos en un conjunto homogéneo.
    • El Still Bay se caracteriza por puntas bifacialmente retocadas con secciones lenticulares. Sus formas varían de estrechamente elípticas a lanceoladas, con punta de ángulo ancho o dos ápices puntiagudos (Henshilwood 2012; Minichillo 2005;. Villa et al 2009; Wadley 2007). Se producen en una amplia variedad de tamaños: desde 34 mm a más de 120 mm de longitud (Minichillo 2005).
    • Industria ósea con punzones y puntas de proyectil obtenidas mediante pulido y raspado. Restos de ocre con decoración geométrica.
    • La tecnología de producción de positivos es relativamente desconocida (Porraz et al. 2013).
    • Se utilizan materiales locales o casi locales. 
    • Es probable que los bifaciales sean herramientas multifuncionales (Henshilwood 2012): cuchillos, proyectiles, puntas de lanzas…
    • El inicio de la Still Bay está correlacionado con los cambios climáticos que se produjeron a finales de MIS 5 (Thackeray 2009; Ziegler et al. 2013) que habrían presionado para que las poblaciones adoptasen la reducción bifacial como estrategia para economizar recursos líticos y mantener mejor las herramientas en largos desplazamientos residenciales. Un período de inestabilidad climática grave ocurrió hace ~72 ka. Pero este escenario que cambio puntuado se convierte en poco probable en caso de una duración larga de la Still Bay. 
  • Howiesons Poort (HP)
    • Es la industria más extendida del MSA del Sur de África, descrita a partir de más de 20 sitios al sur del Zambezi (Henshilwood 2012; Lombard 2005, 2009). Según Soriano et al (2015) las similitudes en la tecnología y la morfología de las piezas respaldadas, la uniformidad en la selección de positivos y las proporciones y tipos de cicatrices de impacto, entre yacimientos repartidos en una vasta región (Rose Cottage y Klasies están separados por más de 600 km y hay 1.200 kilometros entre Klipdrift y Sibudu, en línea recta) y utilizando diferentes materias primas (opalina en Rose Cottage, silcreta y cuarcita en Klasies, corneana y dolerita en Sibudu) sugieren fuertemente que el Howiesons Poort constituyó un sistema de tradiciones de comportamientos complejos de larga duración que pueden haber sido transmitidos socialmente mediante la enseñanza y las instrucciones verbales. Los grabados en los recipientes de cáscara de huevo de avestruz documentados en el Howiesons Poort de Diepkloof y Klipdrift indican la existencia de una tradición de comunicación gráfica. Todo ello justifica que el HP sea reconocido como una "industria" o "cultura".
    • Materias primas locales.
    • Sistema de producción no-Levallois prismático unipolar sin aristas de núcleo de hojas y hojitas de cara pasiva y entalladas con martillo blando (Porraz et al, 2013; Soriano, Villa y Wadley 2007; Villa et al 2010). Microlitos estandarizados, algunos parte de útiles compuestos para caza (algunos como puntas u objetos barbados a modo de arpones) o para actividades cotidianas. Hojitas de dorso (de cara pasiva o backed) similares a las usadas a finales del Pleistoceno y principios del Holoceno. Comunes hojas y hojitas con retoque lateral. También raspadores, buriles, raederas.
    • Se incrementa la intensidad de reducción de los núcleos con respecto a las tecnologías precedentes y siguientes (Chris Clarkson, 2013).
    • Se considera relativamente breve y claramente delimitado porque ocho sitios tienen fechas OSL entre ca. 64,8-59,5 ka (Cochrane, Doelman y Wadley 2013; Jacobs et al 2008), pero otras dataciones indican fechas mucho más antiguas. Puede existir continuidad tecnológica con las estrategias del Pleistoceno Medio de Kathu Pan y Klasies River (MSA I). Villa et al (2010) sugieren que la HP es la primera aparición conocida de pequeñas cuchillas producidas por percusión marginal y usadas como positivos para la fabricación de piezas con cara pasiva. El HP no es una entidad estática (por ejemplo, Harper 1994; Mackay 2011; Porraz et al. 2013; Singer y Wymer 1982; Soriano, Villa y Wadley, 2007; Volman 1984; Wadley y Mohapi, 2008). 
    • Los artefactos con cara pasiva estaban insertos en proyectiles compuestos y los mangos y enmangamientos cambiaron a lo largo del tiempo (Lombard 2008; Wadley y Mohapi 2008) utilizando ocre rojo y goma vegetal como adhesivos (Wadley 2013; Wadley, Hodgkiss y Grant 2009). Parece que la tecnología de arco y flecha desapareció a finales de la HP (Wadley y Mohapi 2008).
    • Parece que en MIS 4 existía un mosaico de entornos abiertos y cerrados. La HP se ha interpretado como una adaptación a las fluctuaciones ambientales mediante la tecnología para incrementar la movilidad residencial y reducir riesgos (por ejemplo, Ambrose 2002; McCall 2007). Jamie L. Clark (2013), sugiere la necesidad de una mayor atención a las explicaciones demográficas y sociales: el HP y Still Bay reflejan una respuesta a la expansión y el aislamiento de las poblaciones humanas modernas entre 80-60 ka (Jacobs y Roberts 2009).
    • La abundancia de silcretas está relacionada con la producción de herramientas, en particular con microlitos y artefactos respaldados Will y Mackay, 2016
  • Post-HP
    • Los conjuntos posteriores a ~8 ka se caracterizan por la sustitución gradual de artefactos respaldados por puntas unifaciales y raspadores (Volman, 1980; Mackay, 2011; Porraz et al, 2013Manuel Will, Gregor D. Bader y Nicholas J. Conard, 2014). En Diepkloof, Klasies River y Klein Kliphuis, la reducción del núcleo permanece orientada hacia la producción de hojas a principios del post-Howiesons Poort antes de dar paso a la producción de escamas (Wurz, 2002; Mackay, 2009; Porraz et al, 2013). La ocupación humana continúa en las orillas del río Klasies, Pinnacle Point 5/6, Peers Cave, Diepkloof y Klein Kliphuis, pero cesa en Nelson Bay Cave, Boomplaas y Klipfonteinrand. Después de ~50 ka, la ocupación humana parece cesar, si bien Alex Mackay et al (2014), basándose en los estudios efectuados en las terrazas aluviales del río Doring, en la Winter Rainfall Zone (WRZ) del Sur de África, y en las prospecciones en Putslaagte Site 1 (PL1) consideran que los humanos no abandonaron la zona en MIS 3, y reorganizaron el uso de la tierra.
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Principales yacimientos Howiesons Poort. En 2014 se anunció un nuevo sitio en el Complejo Klipdrift.
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El MSA en el sur de África. Guillaume Porraz et al (2013).

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Yacimientos sudafricanos del MSA donde se hallaron restos de ocre o indicios de su utilización. En 2014 se comunicó el hallazgo de ocre en Klipdrift Shelter, al oeste de Blombos.

Relación entre la innovación y el cambio climático

Martin Ziegler et  al (2013) han relacionado las innovaciones tecnológicas durante la MSA con los cambios climáticos. Mientras que el norte experimentaba sequías generalizadas con enfriamiento extremo, las innovaciones de la MSA estuvieron estrechamente vinculadas al cambio climático abrupto en el sur de África hacia condiciones más húmedas y favorables que permitieron la ampliación de la población con utilización de nuevos refugios y extensión de las redes sociales.
Por el contrario, para Roberts et al (2016) las innovaciones culturales y tecnológicas no estuvieron ligadas a cambios climáticos.
El cambio climático durante la Edad de Piedra Media en el sudeste de África.
Cambios climáticos y tecnologías de la MSA.


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La MSA del Este de África

Seguimos a Will, Conard y Tryon, 2019.

La relativa estabilidad en Kenia y Tanzania y las fuertes tradiciones nacionales de investigación han contribuido a una extensa y casi continua historia de investigaciones arqueológicas. Además, disponemos de trabajos de campo en Etiopía (Kappelman et al, 2014; Sahle et al, 2014; Douze y Delagnes, 2016; Brandt et al, 2017; Assefa et al, 2018 ) y Malawi (Thompson et al, 2018), así como estudios aislados en Somalia (Gutherz et al. 2014) y Eritrea (Beyin 2013). En Uganda, Burundi o Ruanda hay poca investigación y no se ha realizado casi ningún trabajo en Sudán del Sur desde Philipson (1981). El Valle del Rift y los Grandes Lagos, son las características geológicas dominantes de la región, y la mayoría de los sitios (al aire libre) se encuentran adyacentes a ellos (Tryon y Faith, 2013). Las excepciones notables incluyen cuevas o refugios de piedra caliza cerca de la costa en Somalia y Kenia (Shipton et al, 2018), y refugios de rocas o colinas aisladas al este del Rift (por ejemplo, Willoughby, 2012; Tryon et al, 2015). El registro de los sitios con fecha segura se distribuye de manera desigual en el tiempo; demostrar la continuidad en comportamientos particulares es difícil hasta MIS 4 cuando el número de yacimientos aumenta sustancialmente.
Mientras que los "primeros" conjuntos MSA fechados en MIS 9-7 son bien conocidos (Tryon et al, 2005; Sahle et al, 2014; Blegen 2017; Brooks et al, 2018; Blegen et al, 2018), hay relativamente pocos yacimientos datados de manera segura en MIS 6-5. Las excepciones son la Formación Kibish (Shea 2008), Kulkuletti (Douze y Delagnes 2016) y Kapedo Tuffs (Tryon et al, 2008). Los yacimientos de MIS 4-3 son más abundantes y están distribuidos en un área geográfica más grande. 
El MSA de África oriental se describe mejor como un mosaico de variación a través del tiempo y el espacio con la variabilidad como señal clave (Shea 2008; Tryon y Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016; Blinkhorn y Grove, 2018). Si bien las investigaciones han demostrado una disminución general en el tamaño promedio de los puntas a lo largo del tiempo (Tryon y Faith, 2013), no existen variantes temporales o regionales específicas, excepto los reavivados en piezas de Gademotta y Kulkuletti durante MIS 8-6 interpretados como una técnica específica de afilado o fracturas por impacto (cf. Douze, 2014; Sahle y Braun, 2017).
Los elementos de la cultura material compleja y otras innovaciones de comportamiento aparecen en el Pleistoceno Medio Tardío asociados con los primeros yacimientos de la MSA de la región (por ejemplo, Brooks et al, 2018). África Oriental muestra continuidad en la fabricación de piezas bifaciales, transporte a larga distancia de materias primas y, posiblemente, enmangamiento. Sin embargo, hay una brecha notable de artefactos no líticos y una escasez yacimientos en MIS 5, que contrastan con el sur y el norte de África, con muchos elementos de la cultura material compleja (por ejemplo, cuentas, herramientas de hueso, piezas con cara pasiva) que se presentan solo en MIS 3 en África Oriental (ca 50-40 ka, cerca de la transición de MSA / LSA). Una vez que estos elementos aparecen en el registro, generalmente persisten a lo largo del LSA, con la excepción de un patrón bimodal de piezas con cara pasiva en Panga ya Saidi (Shipton et al, 2018).
Estas tendencias generales conviven con un mosaico de variabilidad en la tecnología lítica con dificultad para reconocer un patrón espacio temporal y una escasez de artefactos de diagnóstico. Las diferencias generales de este registro con la arqueología del Pleistoceno Tardío al norte y al sur pueden tener algunas raíces en la abundancia de yacimientos al aire libre y la frecuente falta de preservación orgánica, pero también en una ecología diferente. África Oriental tiene una ecología mucho más variable y desigual con baja estacionalidad, así como alto relieve y heterogeneidad del hábitat (es decir, vulcanismo, valle del Rift). Algunos de los diferentes patrones culturales observados pueden deberse a adaptaciones más localizadas, aislamiento y extinciones o a un pequeño tamaño / densidad de la población (Basell, 2008; Tryon and Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016).
  • MIS 6
    • En los escasos yacimientos, están presentes las puntas bifaciales y ausentes las piezas con cara pasiva. La evidencia de enmangamientos es rara (Wendorf y Schild 1993). La evidencia sugiere que los raspadores y los puntas (Ambrose 1998) fueron adoptados ya antes del MIS 6.
    • Las firmas geoquímicas de diagnóstico de afloramientos de obsidiana (Brown et al, 2013) han facilitado un importante programa de estudio de la dispersión geográfica de este material. Distancias de transporte >150 km son conocidas antes y durante MIS 6 (Negash et al, 2011; Blegen, 2017; Blegen et al, 2018; Brooks et al, 2018). El patrón del uso y movimiento de la obsidiana parece ser persistente desde el Pleistoceno Medio Tardío hasta el MIS 2.
    • Están ausentes los pigmentos así como los demás elementos de la tecnología no lítica.
  • MIS 5
    • La arqueología de MIS 5 proporciona una imagen similar, con pocos sitios conocidos que datan de este período de tiempo y una falta de cultura material no lítica.
    • En la larga secuencia de Mumba 5, aparecen puntas bifaciales y piezas raras con cara pasiva (Mehlman, 1989; Marks y Conard, 2008).
    • Existe alguna evidencia de transporte de obsidiana a larga distancia (ca 100-80 ka; Negash et al, 2011).
    • Herramientas de piedra asociadas con animales marinos están presentes en los arrecifes costeros a lo largo del Mar Rojo (por ejemplo, Sahle y Beyin, 2017), con hallazgos en Abdur interpretados como uso humano de los recursos marinos, pero hasta ahora limitados a MIS 5e (Walter et al, 2000). La evidencia de forrajeo costero es en general escasa, en parte debido a la rareza de los yacimientos excavados con depósitos con > 40 ka a lo largo (o cerca) de la costa del Océano Índico. Los fósiles de peces en los yacimientos de Aduma en la parte media y posterior de MIS 5 (ca 100-80 ka; Yellen et al, 2005) y quizás a lo largo del Nilo Azul (Kappelman et al, 2014) sugieren la depredación de peces a lo largo de los sistemas fluviales interiores. Falta evidencia de un uso intensivo de los recursos acuáticos en los principales lagos, aunque el registro geológico puede ser parcialmente responsable de esta laguna (por ejemplo, Tryon et al. 2016).
  • MIS 4
    • Aumenta notablemente el número de yacimientos con dataciones.
    • Los ensamblajes líticos todavía presentan puntas bifaciales y en su mayoría carecen de piezas con cara pasiva (pero vea Leplongeon et al, 2018).
    • La obsidiana procedente del centro de Kenia se usó de manera intensiva, y se encontraron pequeñas cantidades de artefactos a una distancia de más de 300 km (Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). En yacimientos de Etiopía hay evidencias de distancias de transporte similares. (Negash y Shackley, 2006; Negash et al, 2011). Los mecanismos responsables del movimiento de la obsidiana siguen sin estar claros.
    • La evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región, incluyendo Porc Epic, Kisese II, Mumba, Panga ya Saidi, Enkapune ya Muto, así como Chaminade (Ambrose, 1998; Conard, 2010b; Thompson et al, 2012; Rosso et al, 2016; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018).
    •  El caso más antiguo y único para la fabricación de cuentas de concha marina (Conus sp.) Se informó recientemente en Panga ya Saidi (ca 67-63 ka; Shipton et al, 2018). Esto indica un patrón de uso de cuentas comparable en el sur y el norte de África, con cuentas de concha marina que preceden a la fabricación de las que están hechas de cáscara de huevo de avestruz. 
    • Está ausente el forrajeo de recursos costeros o de agua dulce.
  • MIS 3
    • Como en el periodo anterior, la evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región.
    • Aparecen por primera vez piezas con cara pasiva en múltiples yacimientos (ca 50-40 ka; por ejemplo, Ambrose, 1998; Gliganic et al, 2012; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018). 
    • La obsidiana se transporta a larga distancia (por ejemplo, Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). 
    • Marcado aumento y diversificación en la cultura material no lítica. 
    • En varios conjuntos de la transición MSA / LSA, o cercanos, se hallaron cuentas de cáscara de huevo de avestruz (ca 50-40 ka; Miller y Willoughby, 2014; Tryon et al, 2018), y en el MIS 3 Tardío aparecen conchas naturalmente perforadas de gasterópodos terrestres (ca 43-33 ka; Assefa et al, 2008). 
    • Las herramientas óseas claramente modificadas están restringidas a dos huesos con muescas de Panga ya Saidi de los niveles MSA / LSA con dataciones de mitad y final de MIS 3 (ca 48-25 ka; Shipton et al, 2018). 
    • El uso ocre está frecuentemente presente en la mayoría de los abrigos rocosos, pero sin diseños abstractos. Sin embargo, recientemente se encontraron grabados lineales en un fragmento de cáscara de huevo de avestruz, datado en la parte media y posterior de MIS 3 en Goda Buticha (ca 43-34 ka; Assefa et al, 2018).
Según Christian A. Tryon y J. Tyler Faith, 2013.
  • Las preparaciones Levallois están presentes antes de hace 380 ka en Katpurin Formation (Blegen, 2015). Las puntas Levallois se encuentran presentes en varios lugares del África Oriental, en una frecuencia a menudo mayor que la de algunos sitios levantinos (Hauck 2011; Hovers 2009: 217). El método Nubio Tipo 1 es una variante de punta Levallois que se distingue por dos escamas preparatorias alargadas retiradas desde el extremo distal del núcleo. Estos núcleos son frecuentes en el norte, en el valle del Nilo y hacia el este, en algunas partes de la Península Arábiga (Rose et al, 2011; Van Peer 19921998), lo supone una de las evidencias arqueológicas más fuertes de conexión entre África y Arabia en el Pleistoceno Superior. Los núcleos Nubios Tipo 1 se encuentran en el este de África en los sitios en o cerca de los márgenes de la cuenca del Nilo, incluyendo K'one y Aduma en Etiopía (Kurashina 1978;. Yellen et al 2005) y la Isla de Rusinga en Kenya (Tryon et al, 2012). Otros métodos Levallois, como el utilizado para la producción de hojas en algunos lugares de Sudáfrica (Wurz 2002 , 2013), no se encuentran en el este de África. La tecnología Levallois, en el este de África, es altamente variable, con muchas de las combinaciones de preferencial o recurrente con unidireccional, bidireccional y centrípeto en múltiples yacimientos.
  • Los métodos no-Levallois están muy extendidos.
  • Las puntas en los conjuntos del África oriental son muy variables en tamaño y forma.
  • El ocre se ha hallado en algunos pedruscos, como en la Formación Kapthurin y Enkapune ya Muto, en Kenia (Ambrose 1998; McBrearty y Brooks 2000). El yacimiento GnJh-15 de la Formación Kapthurin es la aparición más temprana reportada en África oriental (465,3-395,6 ka; Van Noten, 1982; Van Noten et al., 1987; McBrearty, 1999; Tryon y McBrearty, 2002) asociada a un conjunto lítico achelense o de la MSA.
  • Los análisis comparativos de los datos del África oriental sugieren que los conjuntos de un solo sitio son más similares entre sí de lo que son a los de otros sitios (sin importar la distancia geográfica), haciendo hincapié en la alta diversidad entre estos sitios y la dificultad de identificar un patrón tipológico o tecnológico. La geografía jugó un papel en la conducción de la variabilidad de los conjuntos, pero su efecto fue mínimo. Las interacciones a largo plazo entre los entornos físicos y sociales, los factores locales (calidad y abundancia de la materia prima, tamaño de las redes de intercambio de información, etc.) fueron en cambio una fuerza dominante.
  • En comparación con otras regiones de África, las poblaciones del África oriental respondieron a los cambios ambientales con modificaciones de menor importancia (Blome et al, 2012).  Ambrosio (2001) sugiere que los Homo de la cuenca del Lago Nakuru/Naivasha de Kenya, rastrearon los límites del ecotono, ya que cambiaron de cota con el cambio ambiental.
  • En la zona del Lago Victoria, hay evidencia de que los Homo se desplazaron hacia el oeste durante las condiciones secas.

Yacimientos

  • Kapthurin Formation. Muguruk Formation (Lumpembiense). Grandes puntas lanceoladas delgadas (> 10 cm) y microlitos geométricos. 
    • Member 2, Ojalla Industry.170- >10 ka.
    • Member 4, Pundo Makwar Industry. 170- >10 ka. 
    • Member 6, Pundo Makwar Industry. 170->10 ka. 
  • Kapedo Tuffs. 135-123 ka
  • Eyasi Beds. 132- ≥88
  • El arrecife calizo de Abdur (Eritrea) se ha datado en 125±7 ka, pero algunos artefactos se han recuperado de un estrato más antiguo (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000). Los artefactos de la MSA están asociados con invertebrados marinos y grandes mamíferos terrestres en múltiples terrazas de un arrecife emergido (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000), lo que implica el uso de recursos marinos durante un periodo prolongado en un contexto de playa. Según los excavadores, los humanos recogieron grandes ostras en aguas poco profundas en una fase anterior, y otros mariscos y crustáceos durante las ocupaciones posteriores. Los pobladores variaron sus actividades de forrageo y su tecnología lítica de acuerdo con los cambios ambientales. La materia prima lítica se transportó desde 20 km o más (Bruggeman et al, 2004; Buffler et al, 2010; Walter et al, 2000), lo que indica movimientos planeados desde el interior a la costa. Las ocupaciones de Abdur fueron efímeras.
  • Mtongwe, Locality KY-55 East.
    • Lower Group. <125? ka.
    • Middle Group. <125? ka.
    • Upper Group.  <125? ka.
  • Ardu Beds
    • B (base), Aduma site A1. 100-80 ka.
    • B, Aduma sites A4, A8, A8A, VP 1/1, VP 1/3. 100-80 ka. 
    • B/C contact, Aduma site A5. 100-80 ka. 
  • Wasirya Beds, Rusinga Island. 100-38 ka. 
  • Midhishi 2
    • LSU VI. 90-40 ka.
    • LSU V. 90-40 ka.
    • LSU IV. 90-40 ka.
    • LSU III. >40-19 ka.
  • Porc Epic. 79-33 ka. Contenía el mayor conjunto de ocre conocido de la MSA de África Oriental (40 kg). Daniela Eugenia Rosso, Francesco d'Errico y Alain Queffelec (2017).
  • Prolonged Drift (GrJi11). 72-30 ka. 
  • Nyamita Main. 49-33 ka (Blegen, 2015).

Yacimientos del Paleolítico Tardío

  • Panga ya Saidi, costa de Kenya. Cueva con ensamblajes de hace 78 ka, en un ambiente de bosque tropical y pastizales (Shipton et al, 2018). Se aprecia una transición tecnológica-cultural gradual hacia la LSA. Los hallazgos incluyen numerosos fragmentos de ocre, huesos trabajados y con incisiones, cuentas de cáscara de huevo de avestruz, cuentas de conchas marinas,  manuports exóticos y más de 30.000 artefactos de piedra tallada, incluidos núcleos de Levallois y artefactos de Media Luna, éstos últimos a menudo considerados como indicadores de la LSA.
  • Pomongwe Cave, Zimbabwe. 
    • Las principales herramienta retocadas son raspadores semicirculares y circulares (Cooke, 1963).
  • Mochena Borago (Brandt et al., 2012). Evolución local.
    • Lower T-group. 53-45 ka. Conjunto clásico del PM de África Oriental, con reducción incluyendo Levallois y discoidal y puntas retocadas y raspadores como herramientas más comunes, Ausencia de microlitos.
    • Upper T-group. 45-43 ka. Continuidad con respecto a Lower T. Aparecen un pequeño número de herramientas respaldadas.
    • S-group. 43 ka. Difiere poco de los anteriores si bien cuenta con una mayor frecuencia de piezas respaldadas. 
    • Naisiusiu, Olduvai Gorge. Datación problemática de hace ca 60 ka. En esta localidad el conjunto lítico consta de tres componentes (Leakey et al, 1972).
      1. Material excavado en la década de 1930, mal registrado y del que solo se conserva una muestra selectiva.
      2. Naterial recogido de la superficie del terreno.
      3. Material excavado en 1969 (Merrick, 1975). Pequeño número de objetos líticos respaldados y seis microlitos completos de variadas morfologías.
  • Mumba, Tanzania. Abrigo rocoso. La secuencia estratigráfica sugiere un cambio gradual en la frecuencia de artefactos y con ello de las tipologías. Elementos con cara pasiva persisten en números bajos, coincidiendo con una reducción en la frecuencia de los núcleos y las puntas Levallois y un mayor uso de la percusión bipolar para la producción de escamas entre 68-~ 30 ka (Eren, Diez-Martin, y Domínguez-Rodrigo 2013; Gliganic et al. 2011; Marks y Conard 2008; Mehlman 1989 , 1991). La naturaleza del cambio es tal que la atribución al MSA o LSA es incierta (Diez-Martín et al. 2009).
    • Bed VI-B (Sanzako Industry) >68 ka.
    • Bed VI-A (Kisele Industry). 68-60 ka.
    • Bed V (Mumba Industry). 60-50 ka. Algunos microlitos, solo en la parte superior, lo que sugiere un origen local.
    • Bed III lower (Nasera Industry). 40-30 ka. 
  • Enkapune ya Muto, Kenya. 55- ~ 40 a 55 ka. 
    • MSA basal con Levallois y métodos discoidales de producción de escamas y piezas con cara pasiva  raras. La recuperación de dos microlitos geométricos dentro de este conjunto puede indicar mezcla, o más bien, puede demostrar el desarrollo de la tecnología microlitica en un contexto MSA.
    • Está cubierta por una industria atribuida a la LSA dominado por la producción de grandes hojas (~ 7 cm) y microlitos con cara pasiva, a su vez cubierta por una industria con abundantes microlitos (~ 2-5 cm), técnicas MSA de reducción de núcleos y cuentas de cáscara de huevo de avestruz (Ambrose 1998).
  • Nasera
    • Levels 12−25 (Kisele Industry). 55- >26 ka.
    • Levels 8/9–11 (Mumba Industry). 26->18 ka.
    • Levels 6–7 (Nasera Industry). 26->18 ka.

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La MSA de África Central y Occidental

Seguimos a Will, Conard y Tryon, 2019.

En contraste con el resto de África, la región ha recibido mucha menos atención académica y sigue siendo desconocida. Aunque la investigación comenzó a principios del XX (por ejemplo, Colette, 1929; Wayland, 1929; Breuil et al, 1944), los ambientes predominantes de selva tropical y con sedimentos ácidos, la erosión del suelo y la casi ausencia de cuevas, suponen serveros retos al descubrimiento de yacimientos y preservación de material arqueológico orgánico. Muchos países de esta región tienen una larga historia de inestabilidad política e infraestructuras difíciles con barreras logísticas y naturales (Taylor, 2014; Cornelissen, 2016; Taylor, 2016; Scerri, 2017b). El registro conocido consta de muchos yacimientos al aire libre, muchos de los cuales se han alterado postdeposicionalmente por procesos biogénicos que conducen a trastornos a gran escala que producen una baja integridad estratigráfica y cultural (Cahen y Moyerson, 1977; Allsworth-Jones, 1987; Cornelissen, 2002; Mercader, 2002; Casey, 2002; Taylor, 2011; 2014; Chevrier et al, 2018). Por lo tanto, no sorprende que haya pocos sitios fechados y pocas edades más allá de los 40 ka. 
Se han realizado importantes trabajos en los márgenes de África Central (por ejemplo, Twin Rivers, Kalambo Falls; Clark, 1963, 2001; Barham, 2000, 2002a; Barham, et al 2015) y el Valle de Semliki (Yellen et al, 1995). En África Occidental, Senegal y Mali han recibido atención renovada y trabajo de campo asociado con programas de datación cronométrica (por ejemplo, Chevrier et al, 2016; Scerri et al, 2017; Chevrier et al, 2018).
Debido a la rareza de yacimientos bien estratificados y fechados de manera segura, casi no hay evidencia de la estructura espacio-temporal del registro. La edad y la relación de las entidades arqueológicas principales en África Central, Sangoan, Lupemban y Tshitolian, siguen siendo objeto de debate (por ejemplo, McBrearty, 1988, 1992; Clark, 2001; Barham, 2000, 2002a; Taylor, 2011, 2016; Cornelissen, 2016). En África Occidental, la secuencia (por ejemplo, Casey, 2002; Taylor, 2016; Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018), muestra una larga duración de la MSA desde el final del Pleistoceno Medio hasta el Pleistoceno Tardío / Holoceno (MIS 2/1), que persiste junto con los ensamblajes de LSA de igual edad (p. Ej., En Senegal hasta ca 12 ka; Chevrier et al, 2016; Scerri et al, 2017). Los yacimientos bien estudiados en Senegal, producen una señal temporal de alta variabilidad con respecto a la reducción de núcleos y los conjuntos de herramientas con tasas de cambio rápidas, y un mosaico local que carece de continuidad a largo plazo (Robert et al, 2003; Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018).
Las especulaciones sobre los patrones de complejidad del comportamiento en África Central y Occidental se ven gravemente obstaculizadas por la baja resolución espacio-temporal del registro, que requiere secuencias estratigráficas más intactas y fiables favorables para la conservación orgánica (por ejemplo, Taylor 2011, 2016; Scerri, 2017b). La evidencia disponible de África Central apunta a la estabilidad y continuidad a largo plazo de la tecnología desde antes de MIS 6 hasta MIS 3, a pesar de la variabilidad del clima (Barham, 2000; Mercader, 2002; Taylor, 2011, 2016). Esta región presenta evidencias tempranas del uso de pigmentos, tecnologías líticas sofisticadas (p. ej., piezas con cara pasiva; puntas bifaciales) y adaptaciones a entornos de selva tropical que ya se encuentran en MIS 8-6. Algunos de estos elementos persisten o aparecen hasta principios de MIS 5, o incluso hasta finales de MIS 5, como es el caso de las excepcionales puntas de púas de Katanda, aunque no en MIS 4-3. La cultura material no lítica está virtualmente ausente para 200-30 ka en África Occidental, con poca información sobre patrones de subsistencia o restos orgánicos. Sin embargo, a diferencia de África Central, la tecnología lítica muestra más variabilidad en el tiempo con mayores tasas de cambio y discontinuidad durante el Pleistoceno Tardío (p. ej., piezas bifaciales), particularmente en el Sahel, una posible respuesta a repetidos cambios en los hábitats locales. También existe una persistencia tardía de la tecnología MSA hasta el inicio del Holoceno y evidencia de diferencias espaciales en la tecnología lítica entre regiones áridas y más boscosas (por ejemplo, Scerri 2017b; Chevrier et al, 2018). Estos patrones divergentes podrían resultar del sesgo de investigación, la mala conservación orgánica y la escasez de yacimientos estratificados en cualquiera de las regiones. África Central y Occidental aún tienen un vasto potencial sin explotar, pero hasta ahora solo han arrojado atisbos de comportamientos avanzados y cultura material compleja.
  • MIS 6.
    • Grandes puntas bifaciales lanceoladas talladas finamente y pequeñas piezas con cara pasiva en un contexto Lupembiense (edades más tempranas ca 270-170 ka en Twin Rivers y Kalambo Falls, por ejemplo, Barham, 2000; Clark, 2001; Barham, 2002a), pero no en África Occidental. 
    • Evidencias de uso de ocre en Twin Rivers (especularita; Barham, 2000, 2002b; Watts, 2009) y en el posterior Lupembiense en Kalambo Falls (Clark 2001).
    • Las herramientas lumpembienses son adecuadas para unirlas a mangos como parte de armas o hachas pesadas ​​(Clark, 1959; Barham, 2001; 2002a; Taylor, 2011; 2016), sin embargo, la evidencia directa de los análisis de uso de medios líticos ha provenido únicamente de implementos similares en África nororiental (Rots et al, 2011; también Taylor, 2011; 2014). 
    • No hay datos disponibles sobre el transporte a larga distancia de materias primas ni hallazgos de otros elementos de la cultura material no lítica.
  • MIS 5.
    • Herramientas con cara pasiva en Mumbwa Caves (MIS 5e; Barham, 2000), pero sin evidencias de estandarización o preferencia de materias primas no locales para estas piezas (Barham 2002a). Debido a la escasez de yacimientros, no se conoce ninguna tecnología bifacial.
    • El transporte a larga distancia de herramientas de piedra es raro pero está documentado en Mumbwa Cave, cerca de los límites de la región, hasta 200 km durante el MIS 5e (Barham 1995, 2000) y desde los niveles de Ateriense sin fecha en Adrar Bous, Níger (Clark et al, 2008). 
    • En las cuevas Mumbwa en África Central (Barham, 1995, 2000) se han recuperado grandes bloques de hematita con trazas antropogénicas.
    • Un hallazgo único y excepcional datado en el MIS 5 Tardío, son los arpones de púas cuidadosamente trabajados de Katanda ca 80-70 ka; Yellen, et al 1995; Feathers y Migliorini, 2001). Además, un fragmento de un hueso pulido puntiagudo en Mumbwa (MIS 5e; Barham, 1995, 2000) y otro en Broken Hill  (Kabwe; Barham et al, 2002).
    • Hay evidencia de la pesca en agua dulce en Katanda en el MIS 5a, y las adaptaciones fluviales continúan en otros sitios de la región hasta el LSA (Brooks et al, 1995; Yellen, 1998). La evidencia de adaptaciones costeras es casi desconocida para MIS 5-3 en África Central y Occidental, probablemente asociada con problemas de preservación y poca investigación a lo largo de las costas (aunque las ocupaciones en la ecozona costera de África Occidental son conocidas en la mitad de MIS 3 en ca 44 ka; Niang et al, 2018). Debido a la escasa preservación de la fauna y la falta de control sobre el origen antropogénico del material zooarqueológico (por ejemplo, Taylor 2014; Chevrier et al, 2018), se sabe poco acerca de las estrategias de caza durante el Pleistoceno Tardío en África Occidental y Central.
  • MIS 4.
    • Continúa la presencia de puntas lanceoladas bifaciales en África Central. En África Occidental se conocen otros tipos de puntas foliares bifaciales, pero solo en intervalos durante MIS 4-3 (Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018). En África Occidental, no hay evidencia de piezas con cara pasiva en el MSA, ya que solo aparecen durante el MIS 2 asociadas con las industrias LSA (Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018). 
    • No hay datos disponibles sobre el transporte lítico a distancia, el uso de ocre o la fabricación de artefactos de hueso.
  • MIS 3.
    • Presenta la persistencia tardía de puntas lanceoladas que posiblemente indican la continuidad a largo plazo de esta tecnología, y puntas bifaciales con vástago cuidadosamente conformado del Tshitoliense pueden pertenecer también a este intervalo (por ejemplo, Cornelissen, 2002). Hacia el final del periodo, vuelven a aparecer en África Central pequeñas piezas con cara pasiva
    • Los restos culturales no líticos son escasos o inexistentes. La única evidencia disponible se deriva de grandes bloques de hematita con trazas antropogénicas de Mumbwa durante la mitad de MIS 3 (ca 40 ka; Barham, 1995, 2000).
Yacimientos:

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La MSA del Norte de África

Seguimos la exposición de Will, Conard y Tryon, 2019.

Con una larga historia de investigación, más estrechamente asociada con los estudiosos francófonos desde principios del siglo XX (por ejemplo, Reygasse, 1919; Roche, 1953; pero vea McBurney, 1960). Un aumento en el interés, se deriva de investigaciones recientes que han proporcionado ricas secuencias arqueológicas en el área costera y en el interior del Magreb asociadas con un programa de datación centrada en el Ateriense (d'Errico et al, 2009; Dibble et al, 2012; Jacobs et al, 2012; El Hajraoui et al, 2012; Douka et al, 2014; Jacobs et al, 2017; Campmas, 2018), así como los primeros hallazgos fósiles atribuidos a H. sapiens (Hublin et al, 2017) asociados a una industria de la MSA inicial que se remonta hace ca 300 ka (Richter et al, 2017). Geográficamente, hay un fuerte sesgo de investigación en el Magreb, con muchos datos de secuencias de cuevas en la costa y el interior de Marruecos y Libia, así como en el Valle del Nilo (Scerri, 2017a). Más allá del Valle del Nilo, disponemos de multitud de yacimientos en superficie en el Sahara y el Sahel, pero con falta de definición estratigráfica, conservación orgánica y pocas dataciones (Wendorf y Schild, 1980; Dibble et al, 2013; Foley et al, 2013; Scerri, 2017a). La distribución temporal de los yacimientos, muestra un fuerte aumento en MIS 5, asociado con mayores densidades de hallazgos, similar al registro del sur de África. Otras similitudes son la aparición de implementos líticos "de diagnóstico" y la evidencia de la regionalización con múltiples tecnocomplejos, en particular en el Pleistoceno Tardío (p. ej., el ateriense; Barton y d'Errico, 2012; Dibble et al, 2013; Scerri, 2013a; 2013b; Campmas, 2018).
La falta de un esquema estratigráfico cultural supra-regional puede deberse a la escasez de secuencias largas, así como a un mosaico de yacimientos que se estudiaron hace mucho tiempo y dispersos espacialmente sin edades cronométricas (Scerri 2017a).
De forma ​​similar al registro del sur de África, el norte muestra algunas pruebas de comportamientos complejos y cognición avanzada al final del Pleistoceno Medio Tardío a lo largo de MIS 7-6. El inicio del Pleistoceno Tardío, ofrece más yacimientos y mayores densidades de localización, especialmente en MIS 5. El registro del Pleistoceno Tardío se caracteriza por una combinación de rasgos que aparecen de forma discontinua (por ejemplo, cuentas de concha, herramientas óseas y ocre se encuentran principalmente o exclusivamente en MIS 5) y otros que permanecen (p. ej., piezas con vástago, enmangamientos, forrajeo costero). Muchos elementos no líticos y simbólicos de la cultura material parecen desvanecerse o están ausentes en MIS 4, y en los primeros MIS 3 en particular, aunque esto podría ser el resultado de desafíos climáticos y menos yacimientos conocidos. El norte de África se vio fuertemente afectado por la variación climática, en particular la extensión y contracción del Sahara: las mejoras climáticas dentro de MIS 5 ("Sahara verde"; Drake et al, 2011; Blome et al, 2012) son períodos clave para las ocupaciones del norte de África, especialmente para ocupaciones costeras. La pérdida potencial de muchas innovaciones en el ámbito no utilitario con el inicio de MIS 4 podría deberse al estrés ambiental, asociado a colapsos demográficos o contracciones que llevaron a una interrupción de los contactos y redes de intercambio entre poblaciones (Wendorf et al, 1993; d 'Errico et al, 2009; Garcea, 2010; Barton y d'Errico 2012; Linstädter et al, 2012).
  • MIS 6 o antes.
    • Los conjuntos líticos presentan pocas puntas bifaciales (Van Peer et al, 2003; Dibble et al, 2013) pero no hay producción de piezas pequeñas con cara pasiva.
    • Hay evidencia de enmangamiento en el Pleistoceno Medio Tardío en la Isla Sai (Rots y Van Peer, 2006; Rots et al, 2011).
    • El transporte de materia prima a larga distancia es prácticamente desconocido.
    • El yacimiento de la isla Sai muestra el uso de pigmentos amarillo y rojo entre ca 223-152 ka (Van Peer et al, 2003).
    • Existe evidencia igualmente aislada de recolección de mariscos marinos en Benzú Rockshelter (Ramos et al, 2008; Ramos-Muñoz et al, 2016).
  • MIS 5-3.
    • Cambios notables en los conjuntos líticos, con una estructura geográfica ampliada y marcadores más evidentes en forma de herramientas pedunculadas, pequeños puntas bifaciales foliares y núcleos nubios.
  • MIS 5
    • En muchos yacimientos están presentes herramientas con vástago y pequeñas puntas bifaciales foliares (Van Peer y Vermeersch, 2007; Rots et al, 2011; Barton y d'Errico, 2012; Linstädter et al, 2012; Dibble et al, 2013; Scerri 2013a ; Scerri 2017a). Algunas de estas piezas fueron producidas potencialmente por martillos de hueso (Rots et al, 2011) y descamación a presión (Scerri 2017a). Mayor uso y métodos más elaborados de enmangamiento (Rots et al, 2011; Tomasso y Rots, 2017), asociado a una mayor frecuencia de piezas con vástago, adelgazadas en la base y ahombradas (por ejemplo, Bouzouggar y Barton, 2012; Scerri 2013b) y evidencia potencial de un uso de resinas (Van Peer et al. 2008). 
    • Evidencia del transporte a larga distancia de materias primas (Entre 20-200 km; Van Peer y Vermeersch, 2007; Nami y Moser, 2010; Scerri 2017a; Campmas 2018) y para la primera cantera de chert (Vermeersch et al, 1997; Vermeersch 2002; Van Peer et al, 2010). 
    • Artefactos simbólicos y de hueso, asociados frecuentemente con industrias Aterienses. En los yacimientos de El Harhoura 2, El Mnasra y Haua Fteah se recuperaron en pequeña cantidad varios tipos de herramientas óseas (Barker et al, 2012; El Hajraoui y Debénath, 2012; Stoetzel et al, 2014; Campmas, 2018). 
    • En nueve yacimientos, son particularmente abundantes las conchas marinas perforadas usadas como ornamento, con preferencia por el uso de conchas de Nassarius (ca 110-> 70 ka; Bouzouggar et al, 2007; d'Errico et al, 2009; Nami y Moser 2010; Barton y d'Errico, 2012; Dibble et al, 2012; Stoetzel et al, 2014). Estas conchas se trasportaban hacia el interior a una distancia máxima de ca 200 km (Vanhaeren et al, 2006).
    • En varios yacimientos se constata el uso de pigmentos, a veces en conchas perforadas, pero sin diseños abstractos (Nami y Moser, 2010; Barton y d'Errico, 2012; El Hajraoui et al, 2012; Campmas, 2018). 
    • La región del Magreb ha proporcionado una buena evidencia de adaptaciones costeras, incluida la ocupación sistemática de las costas y la explotación planificada de mariscos, con algunos restos raros de peces, mamíferos marinos y aves costeras (Steele y Alvarez-Fernández, 2011; Dibble et al, 2012; Steele, 2012; Stoetzel et al, 2014; Campmas et al, 2016; Will et al, 2016; Campmas, 2018). 
  • MIS 4.
    • Aumento de la aridez y menor número de yacimientos arqueológicos.
    • Tecnología bifacial con puntas pedunculadas y enmangamientos (p. ej., Rots et al, 2011; Dibble et al, 2013; Tomasso y Rots, 2017) y existe evidencia de la producción más temprana de cuchillas y ocasionales piezas con cara pasiva (Van Peer y Vermeersch, 2007; Van Peer et al, 2010; Garcea, 2010; Scerri, 2017a). 
    • Continúa la extracción de chert en Egipto y el transporte ocasional a larga distancia de materias primas (Vermeersch, 2002). 
    • Está ausente el uso de colorantes y la producción de herramientas de hueso y cuentas de concha está ausente.
    • El número de asentamientos costeros es menor, tal vez debido a fluctuaciones en la línea de costa, pero su presencia indica el carácter duradero de la explotación de diversos recursos marinos (por ejemplo, Will et al, 2016; Campmas, 2018). 
  • MIS 3.
    • Producción de tecnología bifacial y de vástago (p. ej., Dibble et al, 2013), a veces en asociación con métodos elaborados de enmangamiento (Rots et al, 2011), así como un aumento de la producción de cuchillas con métodos volumétricos. y pequeñas piezas con cara pasiva en algunos yacimientos (Van Peer y Vermeersch, 2007; Van Peer et al, 2010). 
    • Intensificación de las actividades de extracción de chert (Vermeersch, 2002; Van Peer et al, 2010). 
    • Están ausentes elementos culturales no líticos.
    • Las adaptaciones costeras se conservan solo en un puñado de yacimientos en el norte de África (Steele y Alvarez-Fernández, 2011; Stoetzel et al, 2014; Campmas et al, 2015).
Los investigadores han clasificado las industrias bajo multitud de nombres (por ejemplo, Levallois, Musteriense, Denticulado Musteriense, Nubia Musteriense Tipo A, Nubia Musteriense tipo B, Nubia Paleolítico Medio, Khormusan, etc ). Van Peer y Vermeersch (2000, 2007) agruparon estos taxones en tres etapas cronológicas (PM Temprano, Medio y Tardío) que abarcan dos tecnocomplejos diferentes, basados ​​principalmente en las variaciones en el método Levallois (Van Peer , 1988, 1992).

Fig 1.  Schematic depiction of the three Nubian core types following [58].
Distinción esquemática de los diferentes métodos de reducción típicos del Complejo Nubio

Complejo Nubio. 

  • El método Nubio Tipo 1 es una variante de punta Levallois que se distingue por dos escamas preparatorias alargadas retiradas desde el extremo distal del núcleo. Estos núcleos son frecuentes en el norte, en el valle del Nilo y hacia el este, en algunas partes de la Península Arábiga (Rose et al, 2011; Van Peer 19921998), lo supone una de las evidencias arqueológicas más fuertes de conexión entre África y Arabia en el Pleistoceno Superior (pero Manuel Will, Alex Mackay y Natasha Phillips, 2015)
  • Los núcleos del Tipo 2 exhiben una preparación lateral-distal para formar la punta afilada.
  • El tipo 1/2 implica una combinación de preparaciones distal y lateral.
  • Usik et al (2013) han argumentado que la distinción entre los tipos 1 y 2 son irrelevantes dentro de un mismo continuo.
  • Las expediciones dirigidas por F. Wendorf a partir de 1962, hallaron muchos conjuntos en superficie dispersos por el Alto Egipto y Sudán. En 1965, Guichards informó acerca de muchos conjuntos no estratificados con núcleos, raspadores gruesos y foliados bifaciales en la zona que más tarde sería inundada por la presa de Asuán.
  • 130‐37 ka.
  • Su origen se encuentra en el valle del Nilo.
  • Los primeros yacimientos aparecen con núcleos‐bifaz y puntas lanceoladas cercanas al Lupembiense (hasta principios de MIS5).
  • Complejo Nubio pleno (80 ka BP): típicos los núcleos Levallois, sobre todo de puntas Levallois alargadas, denominadas de tipo nubio, y piezas con truncatura.

Complejo del Valle del Bajo Nilo

Caracterizado exclusivamente por la reducción Levallois centrípeta.

Ateriense

Esta tecnología del MSA aparece en el Norte de África, hasta el lago Chad y Níger, datada en 145-40 ka. Su nombre proviene del yacimiento de Bir el Ater.
Se ha caracterizado por la punta de piedra en forma de hoja con un pedúnculo en su base, por el que habría estado fijada a un astil de madera. Se asociaba a la caza a distancia en ambientes secos y abiertos, donde eran necesarias lanzas ligeras.
Pero esta interpretación dista de ser unánime. Por un lado, las herramientas pedunculadas son frecuentes en otros tecnocomplejos no aterienses y por otro, según estudios de microdesgaste, es más probable que se utilizasen como raspadores o cuchillos que como armas (Iovita, 2011; Bouzouggar y Barton, 2012).
Por ello, las herramientas pedunculadas no pueden ser el único criterio para la definición de los tecnocomplejos aterienses y ha de recurrirse a la comparación cuantificada de características diversas (Eleanor M. L. Scerri, 2013).
  • Tipos Levallois.
  • En los momentos finales se producen piezas típicas del Paleolítico Superior por métodos laminares a partir de núcleos prismáticos con un importante componente tipo Paleolítico Superior. 
  • Características piezas pedunculadas en raspadores, puntas, etc, pero también en piezas no retocadas (facilitar enmangue) y piezas foliáceas (útiles sobre lasca o sobre hoja retocadas bifacialmente, generalmente empleadas como cuchillo o raederas).
  • Materias primas variadas y de origen lejano (>20 km), así como madera y hueso (Bouzouggar et al, 2018).
Patrones regionales en el MSA del Norte de África. Eleanor M.L. Scerri (2013)
El ateriense es una tecnología flexible (Enza E. Spinapolice y Elena A. A. Garcea, 2014; Campmas et al, 2016) en respuesta a las oscilaciones climáticas, preocupada por la fiabilidad de las herramientas y que utiliza diversas formas de manufactura. Los grupos aterienses son generalistas flexibles en un paisaje incierto. Mas que representar una tradición, se trata de poblaciones de pequeño tamaño en entornos medioambientales similares que alcanzaron tecnologías convergentes gracias a las presiones selectivas ejercidas por la escasez de recursos.

Para Clive Finlayson (2010), el ateriense está asociado a una primera expansión del sapiens moderno desde Etiopía al noroeste de África, hasta el Atlántico y por el este hasta la India.

La mayoría de los yacimientos aterienses están asociados con la mejora climática del MIS 5. Jacobs et al (2012) dividen el ateriense en dos fases:
  1. Ateriense temprano (MIS 6-5b)
  2. Ateriense tardío (MIS 5a-4).
Al igual que el complejo nubio, con el que comparte varias características, el ateriense ha sido asociado con el tecnocomplejo Lunpembiense subsahariano.
Antes del ateriense aparecen conjuntos del MSA musteriense como Ifri n'Ammar, Contrabandistas y Dar es Soltan.
Tras el ateriense, los conjuntos corresponden a un MSA musteriense tardío (El Harhoura 2, Dar es Soltan I).