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miércoles, 29 de julio de 2015

Sima de los Huesos: Mecanismos tafonómicos.

En la Sima de los Huesos (Atapuerca, Ibeas de Juarros, Burgos, España) se hallaron más de 6.700 fósiles (80% de los conocidos del Pleistoceno Medio en todo el mundo) de unos 28 individuos: un niño, doce adolescentes, diez jóvenes, y diez adultos de más de 25 años de los que solo tres superarían los 35. Ninguno superaría los 45. Sexos equitativamente representados, con una diferencia de tamaño de un 10%. 0,4 Ma. Los primeros, descubiertos en 1976, por el equipo de Trino Torres. Lee J. Arnold et al (2014) han obtenido una datación mínima de 427 ± 12 ka.
Estratigrafía y dataciones de la Sima de los Huesos. Lee J. Arnold et al, 2014.
Para Emiliano Aguirre (2008) estos individuos se hallaban juntos en el interior de una cueva cuya entrada se cerró accidentalmente. Los restos fueron arrastrados por el fango y se deslizaron hasta la boca de la sima. Por el camino, algunos carnívoros penetraron por alguna rendija y dejaron sus huellas en los huesos. Esto explicaría también la ausencia de niños pequeños, cuyos restos habrían sido totalmente engullidos por los carroñeros. Los individuos, en general, estaban sanos aunque habían pasado por algunas crisis alimentarias; eran propensos a las afecciones artrósicas y a algo parecido a la osteoporosis; no hay rastro de accidente o enfermedad causante de la muerte. La existencia de individuos de cierta edad y con importantes patologías nos indica que fueron objeto de cuidado. Otra interpretación más moderna identifica la Sima de los Huesos como un cementerio. Arsuaga, cree que aquellos homínidos fueron arrojados deliberadamente. Nohemi Sala et al (2014) han descartado una acumulación por carnívoros. Según Aranburu, Arsuaga y Sala (2015), la acumulación de homínidos se produjo en un único evento, mientras que los fósiles de osos y otros carnívoros se continuaron acumulando encima del depósito de homínidos. Los autores consideran que no existió transporte. En el momento de las acumulaciones de fósiles de homínidos y carnívoros, el único acceso posible a la cámara era un conducto vertical profundo, imposible de escalar (la chimenea C2 que conecta al oeste con la Sala de los Cíclopes SCi y al este con un conducto bajo e inclinado OC).




Sima de los Huesos. Aranburu, Arsuaga y Sala, 2015.
SCi: Sala de los Cíclopes;
OC: Chimenea obstruida.
C1, C2, C3: Chimeneas
SH: Sima de los Huesos.
SR: Rampa.
ST: Cima.
SRB, SRM, SRA: Pozos de sondeo en Rampa Baja, Rampa Media y Rampa Alta.

La muestra de homínidos de la Sima de los Huesos presenta fracturas en una frecuencia muy alta.  Los huesos largos muestran un patrón caracterizado por el dominio de las fracturas transversales del eje largo, circunferencias completas y bordes de la fractura con ángulos rectos y superficies irregulares. Nohemi Sala et al (2015) han analizado dichas fracturas. Según las conclusiones, la mayoría de ellas se produjo después del entierro debido a la presión de los sedimentos. Una pequeña proporción de fracturas podrían ser debidas a un traumatismo contundente producido por la caída libre de 13 m que constituye el acceso a la cámara de la Sima de los Huesos. El Cráneo 17, sin embargo, muestra dos fracturas perimortem con depresión en el hueso frontal, que se interpretan como dos episodios traumáticos. El tipo de lesión, su ubicación, la gran similitud de las fracturas en forma y tamaño, y las diferentes orientaciones y trayectorias implícitas de las dos fracturas sugieren que fueron producidos con el mismo objeto, por un individuo diestro, durante un conflicto interpersonal cara a cara. La presencia de múltiples golpes implica una intención de matar. Este hallazgo demuestra que la violencia interpersonal letal es un comportamiento humano antiguo y tiene implicaciones importantes para la acumulación de cuerpos en el lugar, apoyando a un origen antrópico (Noemi Sala et al, 2015b).

David Rabadà i Vives ha revisado la literatura publicada llegando a la conclusión de que el yacimiento fue originado mediante diversos mecanismos tafonómicos, con una baja tasa de sedimentación y el aporte eventual de cadáveres.

La interpretación del yacimiento como un lugar de enterramiento es coherente con los siguientes hechos:
  • La ausencia de herbívoros.
  • La alta concentración de restos humanos.
  • La distribución de la mortalidad en dichos restos: ausencia de niños e infantes y alto porcentaje de adolescentes y adultos jóvenes.
  • El hallazgo de un único hacha de mano achelense sin marcas de uso.
Pero estos hechos pudieran tener una explicación alternativa:
  • La competición entre Homo y depredadores por la cavidad pudo originar la muerte de los humanos cerca de la fosa. Esto podría explicar la distribución de la mortalidad, ya que la depredación es un accidente y los adultos jóvenes y los adolescentes sufren los accidentes en mayor medida. Los caninos y otros carroñeros actuaron más tarde.
  • La ausencia de herbívoros podría deberse a que los rebaños poblaban las llanuras abiertas lejos de la Sima de los Huesos, con un ambiente boscoso y montañoso y los depredadores transportan los cadáveres solo unos metros.
  • Los flujos de agua ocasionados por las tormentas, transportaron, dispersaron, mezclaron y produjeron la abrasión de los restos humanos y del hacha de mano.
  • Estos procesos fueron acompañados de una baja tasa de sedimentación con una aportación eventual de cadáveres durante un largo periodo de tiempo.
  • Cuando la cavidad fue cerrada por los desprendimientos quedando como principal entrada el pozo actual, los osos cayeron por él accidentalmente o murieron mientras hibernaban.
Sima de los Huesos 
La Sierra de Atapuerca

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