Los simios vivos comparten una serie de importantes similitudes morfológicas en el torso y las extremidades; los torsos son anchos y poco profundas, la regiones lumbar corta y las extremidades anteriores adaptadas a la movilidad. Durante más de un siglo se asumió que la mayoría de estas similitudes son homólogas, lo que refleja la ascendencia de un antepasado común con estas características. A medida que el registro fósil simio se expande lentamente, la historia se vuelve más complicada, sobre todo en el caso del Sivapithecus, con rasgos faciales semejantes a los del orangután, pero con características postcraneales diferentes.
- El hueso corresponde a un primate con un torso estrecho, parecido a la mayoría de los monos existentes y no corresponde con los torsos más amplios de los simios actuales.
La morfologío postcraneal de Sivapithecus difiere en muchos detalles de la de las especies existentes. No hay características postcraneanas sinapomórficas obvias compartidas con los hominoideos existentes, incluyendo Pongo. La morfología corresponde a un movimiento lento, pausado y arbóreo por encima de soportes combinado con un comportamiento antipronógrado frecuente.
La edad dorada de los hominoideos
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