El género
Homo
fue propuesto por Linneo. Los humanos, junto con grandes simios y monos, fueron
bautizados como
primates, es decir,
los primeros entre todos los animales. Para los ilustrados europeos no estaba
demasiado clara la diferencia entre un indígena y un simio. Se encontraba muy
difundida la idea de que los salvajes constituían un estadio inferior e
incompleto de la verdadera humanidad. Orangután significa hombre de la selva en
malayo.
Tampoco se entendía en la época de Linneo el
sentido de los fósiles entonces conocidos.
En 1856, en el valle de Neander (Neanderthal, Valle
del Hombre Nuevo, Dusseldorf, Alemania) aparecieron restos humanos (bóveda
craneana, dos fémures, huesos de los brazos y fragmentos de escápula y
pelvis), de una naturaleza desconocida. Se propusieron varias explicaciones:
-
Raza humana salvaje anterior a los celtas y
germanos.
-
Idiota patológico.
-
Cosaco mongol perseguidor de las tropas de Napoleón,
enfermo de raquitismo.
-
Tipo humano inferior similar a los aborígenes
australianos (Huxley).
-
En 1863 William King, alumno de Lyell, bautizó la
nueva especie Homo neardenthalensis.
En 1830 se descubrieron tres cráneos en la cueva de
Engis (Bélgica)
En 1848, un cráneo en Forbe’s Quarry, Gibraltar.
En 1866 se descubrió una mandíbula de formas
primitivas en Naulette (Bélgica).
-
Paul Broca aseguró que la mandíbula constituía un
argumento anatómico de peso a favor del darwinismo y que se trataba del primer
eslabón que conectaba a los humanos con los simios.
Haeckel pensaba que los simios asiáticos eran las
especies más próximas a los humanos y en su árbol genealógico de 1868 dejó un
lugar para el eslabón perdido, al que denominó Pithecanthropus alalus (el hombre mono sin habla). Sus discípulos
se lanzaron a la búsqueda de ese eslabón perdido. Uno de ellos, Eugène Dubois,
en 1887 se alistó como médico en el ejército holandés en Indonesia. En 1891 uno
de sus asistentes encontró un molar humano en el río Solo (Trinil, Java).
Pronto aparecieron más restos y Dubois se dio cuenta de que aquel ser andaba
erguido, aunque poseyera un cráneo a caballo entre los simios y el hombre. Lo
llamó Pithecanthropus erectus (el
hombre simio que anda erguido). Es conocido como El hombre de Java.
-
Muchos científicos, reacios al evolucionismo, no
aceptaron un eslabón perdido tan simiesco y sugirieron que se trataba de un
ancestro gigante de los gibones.
En 1903 Haberer se hizo, en las farmacias chinas,
con una considerable colección de huesos
y dientes de dragón. Schlosser identificó un molar superior de homínido. En
1921-1923 se excavó la cueva de Zhoukoudian (Pekín), donde Zdansky halló un
molar humano muy desgastado. Black (1927) describió el Sinathropus pekinensis (hombre de Pekín).
Entre 1908-1911 el aficionado Charles Dawson
descubrió unos restos en Piltdown (Inglaterra), con una combinación mitad
humana (el cráneo) mitad simiesca (la mandíbula). Estos fósiles llamaron la
atención de Arthur Smith-Woodward quien vio en ellos rasgos de una gran
antigüedad. Lo llamó Eoanthropus dawsoni (el
hombre del alba de Dawson).
-
Arthur Keith defendió durante décadas que estos
fósiles correspondían a nuestro verdadero ancestro. Era europeo y de cerebro
tan grande como el nuestro.
-
En 1953 se descubrió que el cráneo correspondía a
un humano moderno y la mandíbula a un orangután. Nunca se descubrió al
impostor. Este vergonzoso suceso enturbió el estudio y comprensión de la
evolución humana.
En 1923 llegó a Sudáfrica Raymond Dart. Una de sus
alumnas encontró unos restos cerca de Taung, de un individuo de unos cuatro
años de edad (el niño de Taung) de cerebro pequeño y dentadura moderna. Dart lo
bautizó como Australopithecus africanus (el
simio africano del sur)
-
Muchos científicos lo despreciaron como a un simple
mono, influenciados por los restos de Piltdown. El niño de Taung presentaba
unos rasgos opuestos a los esperados.
-
En los años 30 y 40 Sudáfrica proporcionó otros
importantes descubrimientos.
En 1929 se descubrió el “hombre de Pekín”, que
parecía confirmar los orígenes asiáticos.
DESCUBRIMIENTOS MÁS RELEVANTES DE FÓSILES,
CONSIDERADOS ATERIORES A LOS NEANDERTALES, ANTES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
EUROPA
|
ASIA
|
ÁFRICA
|
1908 Mauer,
Homo heidelbergensis
1908-1915
Piltdown, Eoanthropus dawsoni
1933 Steinheim.
Homo cf. Sapiens
1935-1936
Swanscombe. Homo
cf. Sapiens
|
1891-1898 Trinil. Pithecanthropus erectus
1921-1941 Zhoukoudien. Sinanthropus pekinensis
1936 Mojokerto. Pithecanthropus modjokertensis
1931-1932 Solo. Homo soloensis
1937-1941 Sangiran. Pithecanthorpus /Meganthropus
|
1913 Olduvai
OH1. Homo sapiens
1913 Boskop.
Homo capensis
1921
Broken Hill. Homo rhodesiensis
1924
Taung. Australopithecus africanus
1932
Kanam. Homo kanamensis
1932 Florisbad. Homo helmei
1935 Eyasi. Africanthropus
njarensis
1938 Kromdraai. Paranthropus robustus
1936-1939 Sterkfontein. Plesianthropus transvaalensis
1939 Laetoli. Meganthropus
africanus
|
Hasta poco antes de la
segunda guerra mundial, prácticamente todos los fósiles humanos importantes se
habían descubierto en Europa y Asia. En este contexto, en el que Piltdown
demostraba un bipedismo muy antiguo asociado a grandes cerebros, criaturas como la de Taung, de cerebros pequeños,
solo podían ser ramas colaterales de la evolución. De este modo, era Asia la
región desde con toda seguridad procedían los primeros humanos.
A mitad de siglo, se había
alcanzado un consenso sobre la existencia del erectus con un morfotipo muy concreto entre los australopitecinos
conocidos (sudafricanos) y los humanos modernos. Esta nítida distinción fue
poniéndose en duda a medida que el registro fósil se iba ampliando.
En 1959 Mary Leakey, que trabajaba con su marido
Louis, encontró en Oduvai (Kenia) un fósil con una dentición y mandíbula muy
poderosas, que parecía ser una versión robusta de los australopitecos
sudafricanos (Dear Boy). Recibió el
nombre de Zinjantrhropus boisei,
conocido como Zing (nombre árabe de África Oriental) o “cascanueces”.
En 1964, Louis Leakey descubrió en Olduvai restos
del Homo habilis.
- África se considera ya la cuna de la humanidad.