sábado, 8 de octubre de 2016

Los restos arqueológicos de la Gran Dolina proceden del exterior de la cueva

Estratigrafía y dataciones de Gran Dolina. José María Bermúdez de Castro et al, 2013.
La unidad estratigráfica TD6 de la Gran Dolina de Atapuerca ha proporcionado alrededor de 170 huesos de Homo (en TD6.2) que han permitido la definición de Homo antecessor, así como más de 800 artefactos líticos de sílex, cuarcita, arenisca, caliza y cuarzo, de tecnología Modo 1 y más de 6.500 fósiles de mamíferos.

I. Campaña, A. Pérez-González, A. Benito-Calvo, J. Rosell, R. Blasco, J. M. Bermúdez de Castro, E. Carbonell y J. L. Arsuaga proponen una interpretación sedimentológica y estratigráfica detallada para la unidad estratigráfica TD6. Los depósitos sugieren un entorno con un arroyo que cruza la cueva por el medio de la cavidad, adaptándose al paleo-relieve, inundando la parte sureste de la cueva. Con el tiempo, las entradas de flujos de escombros de una entrada sub-vertical al noroeste interrupieron la corriente.

Los autores distinguen tres grupos de fósiles de Homo:
  1. Un grupo de fósiles dispersos en la facies D1 de la capa TD6.2.2 Torreón, en el noroeste y en la facies F de las capas TD6.2.2 y TD6.2.3. 
    • TD6.2.2 está formada por escombros alóctonos que se introdujeron en la cueva por una entrada sub-vertical. Los fósiles de Homo se hallaron muy juntos en la parte noroeste.
    • TD6.2.2 y TD6.2.3 son depósitos sedimentarios procedentes de llanuras de inundación y escombros. Los fósiles de Homo aparecieron dispersos.
    • Tanto los fósiles de Homo como los otros restos arqueológicos, fueron arrastrados por los procesos de flujo de escombros desde el exterior.
  2. Fósiles en la facies A, capas TD6.2.2, TD6.2.1 y TD6.1.2.
    • La facies A se formó gracias debido a un flujo de canal que arrastró gravas de piedra caliza al interior de la cueva. Los fósiles de Homo se incluyen en las gravas, y su tamaño está dentro del intervalo de la grava.
  3. Fósiles en la facies F. Este grupo constituye la acumulación principal, en la capa TD6.2. 
    • La facies F es el resultado de dos procesos geológicos.
      • Sedimentos procedentes de una llanura de inundación que entraron en la cueva por la entrada principal de la cueva, al noroeste.
        • El entorno de inundación no tuvo suficiente energía para arrastrar clastos calizos o restos fósiles.
      • Flujo de escombros que se introdujeron en la cueva por una entrada secundaria ubicada al sur y que arrastró clastos y fósiles.
Por consiguiente, la actividad de los Homo se habría desarrollado fuera de la cueva, pero muy cerca de ella: la excelente conservación tafonómica de los huesos indica un tiempo muy corto a la exposición externa, un transporte rápido y en distancias muy cortas.

Una consecuencia de esta hipótesis es que la datación de los correspondientes fósiles podría ser más antigua de la que se supone actualmente.

Homo antecessor
Sierra de Atapuerca