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sábado, 17 de noviembre de 2018

El Achelense en Europa

Tipo Regular sobre fondo negro: Yacimientos modo 1 datados antes de 800 ka.
Cursiva sobre fondo negro: Yacimientos achelenses datados antes de 800 ka (fechas discutibles). Josép Vallverdú et al han datado Boella en ca 1 Ma.
Tipo Regular en caja transparente: Yacimientos modo 1 tardío datados entre 800 y 500 ka.
Cursiva en caja transparente: Yacimientos achelenses datados entre 800 y 500 ka. 
Cursiva sin caja: Yacimientos modo 2 sin grandes herramientas de corte y tipo achelense. Atapuerca TD10.1: achelense tardío y transición al modo 3.
M. Mosquera et al (2013).
Los problemas de datación de los yacimientos líticos y las dudas acerca de una colonización temprana de Europa por parte de homínidos del grado erectus, añadidas a la controversia acerca de si la Península Ibérica fue abordada a través del estrecho de Gibraltar o como etapa final después de haber recorrido dificultan el estudio de las primeras culturas europeas.

Para Europa, se considera que las grandes herramientas de corte (LCT) son un marcador del achelense, aunque en África están presentes en los conjuntos oduvaienses evolucionados. Estas herramientas aparecen en la Península Ibérica hace algo menos de 1 Ma, lo que sugiere que la vía de penetración cultural fue el Estrecho de Gibraltar.
En otros yacimientos de similar datación, como Vallparadís 10, Atapuerca TD 4 o Atapuerca TD 6, los conjuntos corresponden al Modo 1. Esto sugiere la presencia en la Península Ibérica de dos demos diferentes. También observamos Modo 1 en Isernia, Happisburg 3, Pakefield y High Lodge.

Hay que esperar a algo parecido a una segunda oleada de colonización, en el entorno de 0,5 Ma, para que los bifaces abunden. Entre 0,5-0,3 Ma, el achelense pleno aparece en varios lugares de Europa y Homo heidelbergensis está fuertemente asociado con esta tecnología. Los sitios clactonienses y tayacienses del norte de Europa son una variante del achelense.

En cuanto al origen del achelense europeo, se han propuesto varias explicaciones:
  • El achelense se pudo haber desarrollado técnicamente en el Paleolítico Medio Europeo mientras H. heidelbergensis se convertía en neanderthalensis (M. Mosquera et al, 2013). Para Moncel y Ashton (2018), un origen local de la tecnología bifacial parece poco probable ya que los conjuntos con intentos de conformación bifacial están ausentes.
  • Los grupos humanos llegados de África por Gibraltar, portadores del achelense, se habrían extendido hasta ocupar el Sur de Francia con especial intensidad a partir de MIS 11 (424–374 ka), compartiendo territorio con poblaciones autóctonas, desconocedoras de la tecnología achelense, que se encontraban en el continente europeo ya desde el Pleistoceno Inferior (Manuel Santonja et al, 2014). Méndez-Quintas et al (2020) han comprobado las afinidades africanas de los yacimientos fluviales del noroeste de la península Ibérica durante MIS 9-6.
  • Doronichev y Golovanova (2010) han propuesto la supervivencia de los fabricantes del Modo 1 europeo, que mejoraron su tecnología e idearon un repertorio de herramientas de pequeño formato a partir de lascas simples (Modo 3). Otros grupos humanos entraron por Gibraltar hace al menos 0,8 Ma y por Anatolia algo más tarde, dando lugar a un Modo 2 occidental y otro oriental de aspecto similar, pero con sutiles diferencias.
Los conjuntos líticos datados entre hace 800-500 ka, son muy diferentes entre sí. En cuanto a la materia prima, el pedernal se usa principalmente en el norte, mientras que en el sur se utilizaron varios tipos de roca. El pequeño número de yacimientos bien fechados y su amplio rango geográfico posiblemente explique la diversidad de estrategias y composición de los conjuntos.

Yacimientos en Europa Central y Oriental. Las hachas de mano están a menudo ausentes y se han clasificado a menudo como pre-musterienses (Jöris, 2013).
  • Kärlich-Seeufer (Gaudzinski, 1996).
  • Sitios en el Mosela Inferior y valles del río Nahe (von Berg y Fiedler, 1987; Hochgesand, 1997).
  • Mühleim-Kärlich (Vollbrecht, 1997).
  • Miesenheim I (Turner, 2000).
  • Hochdahl (Bosinski, 1995).
  • Bilzingsleben (Beck et al, 2007).
  • Vértesszölös (Kretzoi y Dubosi, 1990).
  • Cueva Treugol'naya (Doronichev, 2008).
  • Daravgchai-I (Derevianko y Zenin, 2007).
  • Mauer (Fiedler y Rosendhal, 2007).
Otros yacimientos:
  • Carrière Carpentier (Francia) 0,69 Ma.
  • La Noira (Francia) 0,665 Ma.
    • Estudio geocronológico.
    • Explotación de una amplia variedad de recursos.
    • Materia prima formada por losas de areniscas disponibles en gran cantidad en la orilla del río donde fueron tomadas para descamación o conformación (Despriée et al, 2011; Moncel et al, 2013). 
    • El sitio fue abandonado en la siguiente etapa fría. 
    • Muchas losas muestran un número limitado de extracciones invasivas en la superficie o se rompen por percusión directa con martillos duros, produciendo lascas pequeñas y grandes. También se han identificado métodos de reducción más estructurados, con martillo duro directo, donde algunos núcleos centrípetos y bifaciales muestran menos influencia de la forma del positivo. 
    • El conjunto de herramientas consta de bifaces bien trabajados, herramientas bifaciales, cuchillas bifaciales, cuchillas en escamas, herramientas formadas toscamente y herramientas grandes retocadas. Existe una gran variación en la forma y la invasividad de las eliminaciones, a veces con formas limitadas o periféricas.
    • Los bifaces en sentido estricto muestran un equilibrio bifacial o bilateral simétrico y una forma preconcebida. Pueden observarse sucesivas series de cicatrices, constituidas por una primera serie de eliminaciones profundas e invasivas y remociones más finas para terminar de formar el bifacial.
    • En la mayoría de las herramientas, el retoque unifacial modificó algunas partes del borde y la punta, pero no produjo sistemáticamente bordes de corte regulares. Estas piezas tienen una amplia gama de morfologías diversas con formas cordiformes, triangulares, ovadas o amigdaloides.
  • Korolevo VI (Ucrania) 0,65 Ma.
  • En Gran Bretaña, los sitios vecinos de Brandon Fields y Maidscross Hill se encuentran en la segunda terraza del río Bytham y podrían llegar a 600 ka (Preece 2001; Ashton y Lewis 2005; Ashton et al. 2011; Ashton y Lewis 2012). Ambos conjuntos utillizan como materia prima el pedernal y guijarros de grava fluvial disponibles localmente. Los bifaces se pueden dividir en dos grupos:
    • Un grupo está tallado toscmente con un martillo duro, a veces sobre guijarros partidos, con pocas extracciones bifaciales profundas.
    • Un segundo grupo, tallado de forma más innovadora, consiste en bifaces ovalados y cordiformes hechos con un martillo suave con una serie invasiva de remociones y retoques finales que conducen a herramientas simétricas o asimétricas. Ocasionalmente, estos últimos se terminan o se afilan con una extracción en la punta.
  • Caune de l'Arago, sur de Francia. 0,57 Ma. Se utilizaron varios procesos de reducción, incluyendo descamación bipolar controlada en un yunque, trabajo discoidal y, a veces, una jerarquía en las superficies de descamación (Barsky y Lumley 2010; Barsky 2013; Falguères et al, 2015). El trabajo discoidal fue aplicado a guijarros de piedra silícea o cuarzo recogidos a 15-30 km de distancia. Las escamas retocadas son abundantes y principalmente puntiagudas. Bifaces bien trabajados de varios tamaños con manejo general del volumen mediante una serie de extracciones bifaciales invasivas y con retoque final. También hay algunas cuchillas en escamas.
  • Notarchirico (Italia). Santagata, 2016. 0,64 Ma, máximo. Las grandes herramientas de corte están mal representadas. Las herramientas bifaciales están pobremente estandarizadas e incluyen numerosas herramientas de corte puntiagudas, pseudo-cuchillas ocasionales en guijarros de piedra caliza y algunos bifaces en cuarcita, piedra caliza y pedernal. Los bifaces se realizan con extracciones profundas, que pueden ser invasivas o limitadas a la periferia, y algunas de ellas se modifican por una segunda serie de pequeñas extracciones en la punta. Los retoques alteraron la forma inicial de las herramientas en punta, raspadores, muescas, denticulados y puntas de Tayac.
  • Saint Acheul, Rue Marcellin Betholot. 0,563-0,533 (?).
  • Lehberg, Haidershofen (Baja Austria). 0,5 Ma. Instrumentos líticos parecen haber servido para machacar ocre, en lo que sería la evidencia más antigua disponible de uso de este conservante y colorante. El usuario era diestro.
  • Happisburgh 1, en la costa de Anglia Oriental, probablemente data de hace 500 ka (Ashton et al, 2008; Preece y Parfitt, 2012; Lewis et al, 2019). Pequeño conjunto en pedernal de unas 300 escamas, herramientas de escamas simples, núcleos y un delgado bifaz ovado.
  • Boxgrove, en la costa sur de Gran Bretaña, datado hace ca 500 ka, basado en la bioestratigrafía de mamíferos (Roberts y Parfitt 1999; Ashton 2015). Un gran conjunto disperso de herramientas de pedernal halladas in situ en las antiguas marismas costeras. La talla se centra principalmente en la producción de grandes cantidades de bifaces para descarnamiento. Los bifaces son predominantemente delgados y de forma ovalada y están hechos con un martillo duro, seguido de la conformación y el retoque final con un martillo suave. Son generalmente simétricos en forma y sección transversal. Las puntas a menudo son rectas debido al uso frecuente del golpe de tranchet para un posible reafilado. Los núcleos son raros utilizando técnicas de plataforma única, alternativa y múltiple. Las ocasionales herramientas de escamas son simples raspadores o escamas mínimamente retocadas.
  • Valle de Somme de Cagny-la-Garenne I y II, en el norte de Francia, datados en MIS 13 tardío o MIS 12 temprano, con varios conjuntos sobre nódulos de sílex disponibles localmente (Antoine et al, 2007). Los yacimientos se interpretan como talleres con herramientas en bruto trabajadas bifacalmente junto con bifaces creados por una serie de retiros más invasivos (Tuffreau 1987; Lamotte y Tuffreau 2001; Tuffreau et al, 2008; Tuffreau y Lamotte 2010). Los conjuntos consisten en bifaces, núcleos, escamas y herramientas de escamas como muescas y denticulados. Los bifaces fueron abandonados en varias etapas de conformación y fueron trabajados tanto con martillo duro como blando. En general, hay poco retoque en los bordes, salvo en algunos bifaces lanceolados alargados. La conformación de la punta es parte de la conformación general del bifaz. También hay algunas cuchillas bifaciales. Las morfologías son bastante alargadas (formas cordiforme, triangular y ovada-amigdaloide). Los núcleos son principalmente unifaciales con alguna evidencia de la tecnología Levallois en Cagny-la-Garenne I.
  • En España, Cueva del Ángel (329-179 ka; Falguères et al, 2019). También varios yacimientos fluviales: Ambrona (Santonja, 2017), Cansaldeta, Guadalquivir, Pinedo, Maya, Puente Pino, Puig d'en Roca, Sartalejo y Yeltes Huerba.
Voinchet et al (2015) han analizado 46 muestras de sedimento y 14 dientes de 17 yacimientos achelenses de Francia y Reino Unido. Los resultados sugieren que los conjuntos achelenses más antiguos en el Reino Unido tienen una edad de entre 500-600 mil años, mientras que, en Francia, los bifaces del yacimiento de La Noira presentan edades en torno a 700 mil años. Estas dataciones han reducido en, al menos, 100 mil años la diferencia de la llegada del Achelense entre el norte y el sur de Europa, donde los yacimientos son mucho más antiguos.

A partir de 0,5 Ma encontramos grandes instrumentos sobre canto, placa o lasca de gran formato, como hendedores y bifaces, intensamente configurados y extraordinariamente versátiles. El registro fósil se relaciona con Homo heidelbergensis. Gracias al Modo 2 y a la caza organizada de grandes herbívoros (Will Roebroeks, 2001), heidelbergensis pudo ocupar zonas septentrionales de Europa hasta entonces escasamente pobladas
  • La Grande Vallée, Seuil de Poitou, Francia. 0,5-0,4 Ma.
  • Fontana Ranuccio (Italia) 0,455 Ma. El conjunto incluye hachas de mano realizadas en huesos de elefante. 
  • Saint-Acheul (Rue de Cagny) y Cagny la Garenne (Francia) están fechados por ESR para MIS 12, entre 0,45-0,40 ka.
  • Cueva Ficoncella (Italia) menos de 0,441 Ma. Asociado a huesos de elefante.
  • Southfleet Road, Ebbsfleet, Kent (Inglaterra)
    • Fue hallado un esqueleto incompleto de elefante (Palaeoloxodon antiquus) asociado con herramientas líticas, algunas con evidencia de uso e indicios de producción in-situ y descarnamiento. Cerca y en el mismo horizonte, apareció una concentración mucho mayor de artefactos similares (clactonienses). La fauna asociada indica condiciones de clima templado y bosques (F. F. Wenban-Smith et al, 2006)
  • Atapuerca-Gran Dolina.
    • En el nivel TD10 apareció una tecnología Modo 2 asociada a un procesamiento sistemático y direccional de carcasas, incluyendo eventos de caza (0,45 Ma). TD10-1 puede representar la evolución local desde el Modo 2 al Modo 3 (Andréu Ollé et al, 2013).
  • Louselas (Ribadeo, Lugo, España) 0,45 Ma (Ramil Rego y Ramil Soneira, 2014).
  • Swanscombe (Inglaterra) 0,424-0,374.
  • Cabo Busto, Valdés, Asturias (España) 0,4 Ma. Más de 400 herramientas talladas en cuarcita.
  • La Rinconada, Sevilla (España). 0,4 Ma.
  • Cuenca Venosa (Italia) 0,4-0,3 Ma.
  • Aroeira (Portugal) 0,4 Ma.
  • Guado San Nicola (Monterodumi, Isernia, Italia). 0,364 ka.
Son numerosas las referencias a yacimientos con tecnología achelense en terrazas fluviales datados en MIS 9 (340- 300 ka) y durante el comienzo del MIS 8 (300-245 ka) (M. López-Recio et al 2013). Este hecho puede deberse en gran medida a la propia dinámica sedimentaria que favorece la formación y preservación de los yacimientos ligada a fenómenos de agradación fluvial durante el final de periodos cálidos (ej. MIS 9) y la parte inicial de los periodos fríos que los siguen (ej. MIS 8), además del probable incremento y expansión en estas fases interglaciares de poblaciones de Homo heidelbengensis
  • En el norte de Francia, destacan las dataciones de los yacimientos achelenses de Cagny-la Garenne (448-443 ka) y Cagny l´Epinette (318-289 ka) de niveles de terraza situados entre +40 y + 30 m en los valles de los ríos Somme y Sena (Tuffreau et al., 2008; Antoine et al. 2010; Limondin-Lozouet et al. 2010). Las edades más recientes del Sena se situán también en el tránsito entre el MIS 9-MIS 8.
  • Las fechas obtenidas cerca de la base de la terraza T10 del río Tajo en Pinedo (+25-30 m; TOL-8: >280 ka) y en Cien Fanegas (+20-25 m; TOL-9: 292 ka) nos situarían la base de la terraza fluvial (sub-unidad de gravas), así como la industria achelense y fauna pleistocena asociada, a una edad algo anterior a 292 ka (prob. 292-340 ka; MIS 9).
  • En el curso bajo del río Tajo (Portugal), las dataciones OSL disponibles (Cunha et al. 2008, 2012; Martins et al. 2009, 2010) indican que las terrazas de ca. +30-48 m, con edades de ca. 160 - 340 ka, poseen industrias achelenses (Monte do Famaco), mientras que la terraza inmediatamente inferior (entre +16-28 m) posee industrias musterienses y fechas comprendidas entre 135 ka (base) y 73 ka (techo).
  • Primera evidencia en Europa de una extensa acumulación de herramientas de corte achelenses (hace 293-205 ka; Porto Maior, Galicia, España; Méndez Quintas et al, 2018).
  • Harnham, Avon Valley, sur de Salisbury, Wiltshire, Reino Unido, se ha datado en MIS 8 (ca 280-230 ka). No hay ningún signo de talla Levallois (Bates et al, 2014)
En este mismo periodo, en cueva, se ha datado el achelense de Atapuerca-Galería (España) (Martina Demuro et al, 2014). Ver vídeo

Antony G. Brown et al (2013) han estudiado la distribución espacial de los yacimientos datados en el interglacial pre-MIS 5 (Paleolítico Medio Temprano a Inferior) en el sur de Gran Bretaña y Norte de Francia, poniendo el acento en los yacimientos más ricos en bifaces (también en Pope et al, 2016)
Estos yacimientos muestran una marcada concentración en islas de las graveras y terrazas fluviales de los valles del curso medio-inferior de los ríos, en estuarios y lagos, cerca de los límites estimados para los hielos. Debido a la ubicuidad y constancia de de este patrón de ubicación, se ha especulado con que responde al arrastre de las corrientes fluviales. Los autores proponen que la distribución de los yacimientos está relacionada con el comportamiento real de las poblaciones y refleja elecciones conscientes. La riqueza y diversidad nutricional de estos sitios de la franja atlántica del noroeste de Europa permitió, partiendo de lugares más cálidos al sur, la ocupación repetida de los homínidos durante los períodos cálidos del Pleistoceno.
Yacimientos en el sur de Gran Bretaña y norte de Francia con bifaces abundantes correspondientes al Paleolítico Medio Temprano (pre-MIS 5). Antony G. Brown et al (2013).
Yacimientos achelenses en el suroeste de Gran Bretaña y noroeste de Francia. Pope et al, 2016.
J. A. Caro Gómez (2013) ha resumido las características principales del proceso tecnolítico que configura la secuencia del Achelense en el Bajo Guadalquivir (España). Se ha constatado la ocupación humana durante el Pleistoceno Medio, con un gran aumento de industria lítica al final del Pleistoceno Medio y comienzos del Superior (MIS6/MIS5).
  • El complejo básico, en las terrazas altas (T6 a T9), se caracteriza por el material macrolítico correspondiente a un achelense consolidado homogéneo poco desarrollado. La correlación paleomagnética de episodios normales en estas terrazas, es asimilada a la época normal Brunhes, en un momento inmediatamente posterior al cambio de polaridad (Matuyama-Brunhes) con una cronología de menos de 0,78 Ma (Díaz del Olmo y Baena, 1997) y más de 300 ka.
    • En T6 aparecen los primeros elementos macrolíticos.
    • El material macrolítico consituye la base tecnológica de las series instrumentales en T7 a T9.
      • En T7 la tipología es escasa y muy uniforme.
      • En T8 se acrecienta el número de restos y se produce un claro aumento del grupo macrolítico, siempre con predominio de los bifaces sobre los hendedores.
      • Hacia el final de T9 se precibe un cambio tecnológico con aumento del utillaje bifacial, mayor elaboración técnica y estandarización en los utensilios sobre lasca y diversificación de tipos, donde destacan las raederas de gran formato. 
  • T10, T11 y T12 se datan entre 300 ka y 80 ka.
    • En los conjuntos que se encuentran en T10, culmina la evolución de la etapa previa con el desarrollo de un achelense regional completo caracterizado por un marcado crecimiento en los índices de bifaciales, que predominan a veces. Los bifaces presentan una amplia diversificación de tipos, con técnicas de talla más depuradas.
    • De T11 en adelante, a pesar de la presencia de material claramente achelense, los conjuntos son típicamente post-Achelenses.  Mientras algunos conjuntos líticos se mantienen invariables, otros manifiestan una desigual gama de cambios tecnotipológicos. Entre ellos cabe destacar una sensible caída del macroutillaje, siendo ahora los hendedores los que dominan sobre bifaces y triedros. Se produce también un aumento de los índices levallois, así como de los utensilios del grupo Paleolítico Superior y una utilización más frecuente del sílex.
    • En T12, es más clara esta yuxtaposición de contextos, y algunos niveles reflejan claramente las características postachelenses, con una destacada representación de los utensilios sobre lasca, de menor tamaño y retoques más elaborados, enriquecimiento de los productos levallois, aumento considerable del sílex, etc.
    • Se intuye, por lo tanto, un momento de cambios significativos no unilineales, con influencias distintas que irían desde la individualización de las propias tradiciones locales, hasta los influjos de las aportaciones foráneas. Es decir, que mientras en
      unos lugares se está dando una adaptación a los nuevos modos técnicos, identificándose claramente con el Paleolítico Medio antiguo; en otros, se siguen
      utilizando las viejas técnicas influenciadas aún por la tradición cultural achelense final transicional.
  • Este sustrato alterado finalmente se convierte en la terraza baja T13 en Paleolítico Medio Regional de cantera fluvial no clásico (Vallespí, 2006), con perduraciones achelenses e impactos musterienses.
    • En el final de este proceso se generaliza, aunque sin ser exclusivo, el desarrollo de las nuevas técnicas, cuyas manifestaciones más interesantes serán la desaparición, o presencia testimonial, del utillaje bifacial, la estandarización del utillaje sobre lasca y la reducción de sus dimensiones, la equiparación del uso sílex con la cuarcita, y una destacada presencia de la técnica levallois. Se dará paso así a unas industrias terminales del proceso de evolución, cuyas características las separan del Paleolítico Medio clásico (musteriense), ya que al mismo tiempo que no abandonan completamente las formas tradicionales, se ven influenciadas por un claro impacto de nuevas pautas culturales, significando así una fase concluyente del proceso, que debe ser considerada como un Paleolítico Medio peculiar de los ámbitos fluviales peninsulares (o Paleolítico Medio de Graveras).
Millán Mozota (2014) relaciona las evidencias no desestimadas de utillaje óseo del Paleolítico Inferior:
  • Zona Centro-Occidental de Italia: Se ha documentado la existencia de una producción mediante la talla por percusión en grandes fragmentos de diáfisis de elefante.
    • Castel di Guido (Radmilli y Boschian 1996).
    • Fontana Ranuccio (Segre y Ascenzi 1984).
    • Polledrara di Cecanibbio y Rebibbia-Casal de’Pazzi (Anzidei 2001).
  • Vértesszölös, en Hungría (Dobosi 2001), donde también se registra una producción ósea tallada sobre diáfisis de elefante. 
  • Para Anzidei et al. (2001) esto se integra en una estrategia de captación de materias primas que recurre al hueso para fabricar cierto tipo de herramientas, ante la escasez de litologías adecuadas a esos formatos. Costa (2010) considera ese recurso a la materia ósea como una cuestión de ubicuidad y facilidad de acceso frente a la, según su criterio, más compleja captación de materias primas líticas.
  • Se han hallado algunos retocadores. 
    • Posiblemente, el más antiguo de estos ejemplos sea un retocador óseo hallado en Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca (España), junto con algunos huesos que pueden haber sido modificados por percusión (Rosell et al, 2011). El conjunto tiene una antigüedad de 350-300 ka. 
    • Otros hallazgos en Boxgrove, Inglaterra (Roberts y Parfitt 1999), con datación imprecisa.
    • En Francia:
      • Orgnac (Moncel et al, 2005; Mathias, 2016), 300 ka.
      • Biache-Siant-Vaast (Auguste 2002). MIS 7 (250-200 ka).
      • Cueva de Lazaret. MIS 6 (200-140 ka). Valensi, 1996. Viallet, 2016.
      • Velay. MIS 5 que puede prolongarse hasta el MIS 6. Raynal et al, 2005.



HOMO EN EUROPA ENTRE 1,3 Y 0,73 MA. Juan Manuel Fernández López.
PERIODO MA
FÓSILES
TECNOLOGÍA
1,4-0,9
No ha sido identificada la especie, que se denomina, provisionalmente, especie ñ
Modo 1 muy pobre
0,9-0,73
Homo antecessor
La presencia de dos tradiciones  tecnológicas indica la coexistencia de diferentes demos
Modo 1 evolucionado
LCT
0,7-0,615
Homo antecessor en proceso de extinción.
Oleadas migratorias sin éxito demográfico.
Modo 1
Modo 2 pobre
0,615-0,2
Grado Heidelbergensis y preneandertales
Modo 2 pleno
0,2-0,027
Homo neanderthalensis
Modo 2
Modo 3. Musteriense.


viernes, 16 de noviembre de 2018

El achelense en Asia

Se han encontrado bifaces en distintos lugares de Asia, pero siempre con unas fechas imprecisas. El achelense asiático no es monolítico y continuo. Las únicas regiones donde hay indicios de ocupación continua entre el Pleistoceno Medio Temprano y el último Pleistoceno Medio son el Levante Mediterráneo y probablemente la India, la Península Árabe y quizá las Montañas Quinling en China. Se trata de algunas áreas separadas entre sí por grandes espacios donde los registros de ocupación son muy efímeros. Es probable que el mundo achelense haya estado vacío durante gran parte del tiempo con episodios breves de ocupación por pequeñas poblaciones. Incluso en un área tan estudiada como el Levante Mediterráneo, las brechas temporales entre los yacimientos achelenses son de más de 100 ka, por lo que es probable que incluso aquí los registros sean fruto de repetidos eventos de extinción (Dennell, 2018). Como consecuencia, en Asia no hubo una verdadera continuidad cultural (Bar-Yosef y Belmaker 2011).

La segunda característica del achelense en Asia es una tasa de cambio extremadamente lenta, aunque se pueden identificar tres indicadores de cambio a largo plazo (Dennell, 2018).
  • Una progresiva dependencia de las técnicas de martillo blando para la descamación, gradual emergencia de la técnica Levallois y mayor uso de herramientas largas de corte.
  • Cooperación creciente, como se aprecia en tres instantáneas del Levante Mediterráneo:
    • ‘Ubeidiya, hace 1,6–1,2 Ma, con poca evidencia de caza.
    •  Gesher-Benot Ya’akov (GBY), hace 780–700 ka ofrece evidencias de caza de ciervos y tal vez de elefantes
    • Qesem, hace 400 ka, muestra evidencia de intercambio comunal de carne y posiblemente de caza cooperativa.
  • El fuego fue también otra innovación importante y posiblemente se utilizaba regularmente en GBY y Zhoukoudian hace ca 750 ka.

En las interpretaciones más generales de la evolución de nuestros antepasados durante el Pleistoceno Inferior y Medio, se suelen dar por coincidentes estos tres acontecimientos:
  • La aparición del Homo erectus
  • La cultura achelense.
  • La primera salida de los Homo fuera del continente africano.
Esos tres episodios estarían relacionados entre sí, de tal suerte que el abandono de África enfrenta a los seres del grado erectus con climas fríos a los que se adapta gracias a las novedades culturales ligadas a la tradición achelense o a otros hallazgos realizados en la misma época como el control del fuego. Pero ese esquema elegante tropieza, a poco que se profundice en él, con numerosos baches. 
  • El primero de ellos tiene que ver con la imposibilidad de relacionar de forma biunívoca tradiciones culturales y especies de Homo
  • La coincidencia común de útiles olduvaienses y achelenses durante un largo período de tiempo obliga a pensar que las industrias no son pautas fijas que una población en concreto deba seguir de manera obligada. 
  • Existen bastantes ejemplos de una especie de “marcha atrás” mediante la aparición de tallas simples en épocas y lugares que corresponden a una industria mucho más avanzada, dando lugar a un anacronismo que intriga siempre a los arqueólogos. Por ejemplo, en varias islas del Mediterráneo hay presencia de tallas de piedra cuya morfología corresponde a la antiquísima tradición olduvaiense.
Como sostiene Roebroecks (1994), las herramientas de piedra carecen de valor cronológico. Baste con recordar que en Europa la tradición clactoniense de lascas y hachas primitivas guarda una semejanza estrecha con los útiles olduvaienses pero corresponde a una época mucho más tardía.

Península Arábiga

Desde África, la Península Arábiga es el punto de entrada más obvio desde África, ya sea a través del Estrecho de Bab-el Mendab en el extremo sur del Mar Rojo, o a través de la Península del Sinaí en el extremo norte (Beyin, 2006; Derricourt, 2006). Aunque los lados sur y oeste de la Península Arábiga son montañosos, la parte norte se despliega suavemente hacia el sur de Turquía, y al este hacia el Golfo Arábigo / Persa y las montañas Zagros. Por lo tanto, debería ser un área donde las poblaciones podrían haberse movido fácilmente a grandes distancias. Sin embargo, hasta hace poco solo conocíamos en la zona algunas colecciones recuperadas en superficie. A principios de los 1980, se excavaron los primeros yacimientos achelenses cerca de Saffaqah (Whalen et al, 1983). En los últimos años, programas de campo internacionales, en especial los dirigidos por investigadores de Oxford, han demostrado que el achelense está extendido por todo el oeste de Arabia, aunque más escaso hacia el Golfo Pérsico, con dataciones problemáticas. Quizás el descubrimiento más notable es que ha habido una "Arabia verde" en el Pleistoceno (principalmente, pero no completamente durante los interglaciales e intersticiales) (por ejemplo, Shipton et al, 2014; Matter et al, 2015; Petraglia et al, 2015).
Según lo resumido por Petraglia (2003), los yacimientos achelenses en Arabia son numerosos, ampliamente dispersos y en una variedad de entornos que incluyen zonas costeras, zonas elevadas en regiones sub-montañosas y planicies interiores, a lo largo de terrazas de ríos y en las orillas de lagos.
Un hallazgo particularmente importante, es que cuchillas similares a las de Gesher Benot Ya’aqov, Israel, están presente en varios yacimientos árabes, lo que implica vínculos con África Oriental y el Levante Mediterráneo (Petraglia et al, 2010; Shipton et al, 2014).
Los yacimientos suelen acumularse (por ejemplo, Petraglia et al. 2010). El ejemplo más espectacular es ad-Dawadmi, donde hay al menos 62 yacimientos a lo largo de un dique volcánico que cubre
un área de cerca de 100 km por 50 km (Jennings et al, 2015; Shipton et al, 2018). Estos yacimientos fueron principalmente canteras para desbaste y fabricación de bifaces en andesita local.

En el sur y oeste de la Península Arábiga, donde la roca madre de las montañas de Hijaz y Hadramawt facilita su identificación (Petraglia 2003) se han hallado yacimientos achelenses datados en menos de 400 ka, que contienen pequeñas hachas de mano (Gisis y Ronen 2006). También puede haber muchos sitios achelenses en los desiertos, pero deben de estar profundamente enterrados. Conocemos algunos paisajes achelenses particularmente densos:
  • En el lado norte de Wadi Fatima, fueron descubiertos 32 sitios achelenses, cerca de afloramientos volcánicos y tributarios menores y con vistas a la rambla principal (Whalen et al. 1988). Las hachas de mano y cuchillas fueron producidos en grandes lascas de andesita.
  • En Dawadmi, Arabia Central, se encontraron numerosos sitios, a menudo asociados con manantiales y wadis (Petraglia et al, 2010). Los artefactos son similares a los de Wadi Fatima, con hachas de mano y cuchillas producidas en grandes lascas de andesita (Whalen et al, 1984).
    • Richard P. Jennings et al (2015) han realizado el primer estudio sistemático de la ocupación achelense en Dawadmi. Las investigaciones han permitido el descubrimiento de 36 nuevos sitios achelenses que se añaden a los 26 conocidos. Los análisis iniciales revelan diferencias tipológicas, pero no se ha determinado si estas diferencias tienen relación con el comportamiento humano o se deben a procesos sedimentarios. Los yacimientos achelenses se corresponden fuertemente con diques de andesita de grano fino, la principal materia prima lítica. Se estima que el área de distribución geográfica de la actividad achelense es de 100x55 km, lo que convierte a Dawadmi en uno de los mayores paisajes achelenses en el mundo.
      • La principal actividad de los homínidos observada en Dawadmi consistió en la explotación de diques volcánicos, sobre todo en Saffaqah, reducción de núcleos y producción de bifaces.
      • En las proximidades de los diques aparece una gran cantidad de desechos de manufactura en forma de escamas, núcleos y bifaces en fase inicial.
      • Los homínidos utilizaron los clastos que cayeron por la pendiente y no hay evidencia de que escalaran para proveerse de andesita directamente en la fuente.
      • Las mayores concentraciones de artefactos lejos de los diques, se encuentran en las orillas de los torrentes, con mayor proporción de hachas.
      • A lo largo del paisaje abierto y de otras unidades del paisaje y en particular en las orillas de los torrentes, aparecen artefactos aislados, por lo general hachas de mano.
      • Se encontraron muy pocos materiales post-achelenses.
      • Los homínidos achelenses penetraron en Arabia Central probablemente por las grandes cuencas fluviales como Wadi al Batin y Wadi Sabha, hasta alcanzar las cuencas altas.
  • Desierto de Nefud (paleolago Jubbah), al norte de Arabia Saudita (Ceri Shipton et al, 2014). Durante los interglaciales, períodos húmedos prolongados condujeron al desarrollo de vastos lagos de agua dulce, con una gran variedad de fauna, proporcionando así los recursos para una ocupación achelense.

Levante Mediterráneo

Ver enlace

India y Pakistán

Se han recuperado artefactos achelenses desde la cuenca de Soan en Pakistán hasta el norte de la India y desde Nepal hasta la cuenca de Kortallyar en el sur de la India. Sin embargo, la región no ha desempeñado un papel destacado en las discusiones internacionales. Las razones para esto incluyen la falta de evidencia de fauna asociada incluyendo restos humanos y los problemas de datación (Dennell et al, 2018).

Las escamas o cuchillas son más frecuentes que las hachas de mano, si bien la proporción es muy variable en los diferentes yacimientos. Por ello, el Achelense de la India es anterior y distinto al Achelense europeo y del Levante Mediterráneo, con excepción de Gesher-Benot Ya’akov (GBY). Mishra et al lo denominan Achelense de Grandes Escamas (Large Flake Achelense, LFA) utilizando el término introducido por Sharon (2007).  El LFA aparece ca 1,7 Ma en África en el Valle del Rift y en el Sur. El LFA se caracteriza por una cadena operatoria fragmentada debido a que las herramientas se fabrican, utilizan y desechan en lugares diferentes. Este cambio significativo en el comportamiento de los Homo fue resultado de la invención de una tecnología para transportar los objetos. Debido a que Attirampakkam es anterior a GBY, es posible que los Homo en el sur de Asia desarrollaran las cuchillas de forma independiente. Por otro lado, los hallazgos recientes de cuchillas en Arabia (Shipton et al, 2014) dejan abierta la posibilidad de difusión a lo largo del sur de Asia.

Se han identificado cientos de yacimientos achelenses, principalmente en superficie en terrazas fluviales (Petraglia, 2006), que se extienden en el tiempo por más de 1,5 Ma. Algunos de ellos:
  • Isampur Quarry (1,27 Ma, Blackwell et al 2001), BoriMorgahonTeggihalli IIMudnur X y Chirki-on-Pravara (Más de 350 ka. Corvinus 1981, 1983), en el Deccan.
  • Cuenca de Kortallyar en el Sur de la India. 22 yacimientos con unos 2.000 artefactos. Entre ellos, Attirampakkam (Más de 1 Ma; Pappu et al, 2011).
  • Dina y Jalalpur, en la llanura Potwar (Pakistán).
    • En Dina, se halló un hacha de mano bifacial en una capa de arena y grava a poca distancia por encima del límite BrunhesMatuyama (0,78 Ma). Otros dos hachas de mano se encontraron en una posición estratigráfica similar cerca Jalalpur (Rendell y Dennell, 1985). Estas fueron las más antiguas hachas de mano achelenses de fecha segura, en el sur de Asia antes de la datación de 1,5-1,0 Ma de Attirampakkam (Pappu et al., 2011).
  • Bhimbetka Rockshelter (III-F-23), India Central (Misra, 1985).
  • Desierto Thar.
  • 94 yacimientos en el Distrito Raisen (Jacobson, 1985).
  • Adamghar Rockshelter.
  • Más de 200 yacimientos en los valles Hunsgi y Baichbal, sur de India (Paddayya, 1982, 1991, 2001, 2007), algunos con unas pocas docenas de artefactos y otros con cientos. Entre ellos destaca Isampur por la abundancia de artefactos (15.000 con presencia de todas las etapas de la talla y dos técnicas diferenciadas, con fuentes de materia prima a 1-2 km y a veces más) y su antigüedad que podría alcanzar 1,27 Ma (Paddayya et al. 2002).
  • 74 yacimientos en la Meseta Kaladgi (Pappu and Deo 1994; Petraglia et al. 2003).
  • Chirki-Nevasa, Maharashtra.
  • 9 yacimeintos en el Valle Gunjana.
  • Yacimientos del Valle Kortallayar.
  • Patpara y Bamburi 1, en el Middle Son Valley, fechados en hace 140–120 ka, lo que los convierte en los yacimientos achelenses más jovenes del mundo y puede implicar la última supervivencia de Homo arcaico.
  • Paisra (Pant y Jayaswal 1991).
  • Meseta Jhelum, norte de Pakistán, con dataciones de hace 700-600 ka (Rendell y Dennell 1985).
  • Riwat. 2 Ma.
    • En 1935, Helmut de Terra y Thomas Paterson hallaron en el Valle Soan, cerca de Rawalpindi, una industria de escama simple datada en hace ca. 500 ka a la que denominaron saoniense, pero el contexto estratigráfico no era seguro. Eb 1983, Rendell y Dennell localizaron cerca de Riwat una gran piedra, incrustada en un pequeño afloramiento de areniscas y conglomerados cerca de la base de un barranco. Se había desprendido ocho o nueve escamas en tres direcciones. La pieza se identificó como un artefacto y en el mismo afloramiento se hallaron otros dos artefactos.
    • Rendell et al, 1987; 1989; Dennell et al, 1988.
Shipton et al 2014 han identificado patrones temporales, en particular en relación con la forma de los bifaces. Estas tendencias cronológicas incluyen:
  • En los bifaces: 
    • Disminución en el tamaño.
    • Incremento en la delgadez relativa.
    • Disminución en la elongación.
    • Aumento en la variación del tamaño.
    • Aumento en la densidad de cicatrices en las escamas bifaciales.
  • En los conjuntos
    • Aumento de positivos en escamas.
    • Disminución en la proporción de bifaciales.

Línea de Movius

Por lo que hace al oriente asiático, la forma tradicional de ver las cosas apuntaba a la existencia allí de una industria semejante a la clactoniense, sin bifaces achelenses, durante todo el desarrollo de los
Homo del grado erectus en Java y China. Esta diferencia fue explicada en términos cognitivos: los Homo que fabricaron bifaces serían "dinámicos" y "progresistas" en contraste con los "conservadores" que no los fabricaron. Esa idea condujo a Hallam Movius (1948) a establecer una frontera ideal, la Línea de Movius, que separaría a guisa de barrera tecnológica a los erectus asiáticos. Para Movius esta diferencia se debe a que el Este de Asia es una región marginal de la evolución biológica y cultural de la humanidad que de alguna manera se separó de la corriente principal del desarrollo humano y mantiene la tecnología de la fase más temprana de la cultura humana en un contexto aislado, y a que la calidad de la materia prima en el Este de Asia era muy pobre.


Para explicar esta dicotomía, se han propuesto diferentes teorías:

  • Los Homo pudieron llegar a estos lugares antes de que se hubiese desarrollado el achelense africano. 
  • G. Pope (1989) argumentó que las condiciones tropicales y subtropicales del sureste asiático permitieron la utilización de materiales abundantes en el entorno, pero perecederos, como el bambú y otras maderas. 
  • Schick (1993, 1994) ha propuesto la hipótesis de la reversibilidad tecnológica. Los primeros pobladores de Asia habrían salido de África con el Modo II completamente desarrollado pero volvieron a una tecnología más simple debido a las condiciones tropicales de Asia. Toth y Schick (1993) han aventurado que al atravesar zonas extensas sin materiales aptos para hacer bifaces, los homínidos habrían podido perder la posibilidad de construirlos. De ser así, sus capacidades cognitivas y comunicativas no debieron ser lo bastante fuertes como para mantener la tradición achelense avanzada.
Actualmente, esta diferenciación está matizada por los hallazgos que se han ido obteniendo a lo largo del tiempo y la Línea de Movius ha cobrado un nuevo sentido ya que los bifaces en algunos conjuntos de Asia oriental son notablemente más grandes y más gruesos que los de Asia meridional u occidental.

Yacimientos en la cuenca del Bose. Ya-Mei Hou, 2014.

 China

Se han recuperado conjuntos al aire libre y en cuevas. Los hallazgos en las cuevas están dominados por lascas pequeñas y pequeñas herramientas retocadas, mientras que los ensamblajes al aire libre se caracterizan por grandes herramientas, como hendidores unifaciales, picas, esferoides y hachas de mano. Este fenómeno, refleja las diferencias en la función del sitio y el comportamiento de los Homo (Wang 2005).
  • La presencia o ausencia de bifaces puede depender en gran medida de la calidad y el tamaño de la materia prima disponible. Un ejemplo es la Cuenca del Nihewan, donde la roca es cristalina de baja calidad y rompe fácilmente cuando se golpea.
    A diferencia de Europa Occidental, nuestro conocimiento del Paleolítico temprano de China se limita a un pequeño número de áreas (en particular en las cuencas de Zhoukoudian, Nihewan, Luonan y Bose).
    • Longgupo, 2 Ma
    • Renzidong, 2 Ma.
    • En la cuenca del Nihewan, Majuangou III (Goudi; 1,66 Ma; Zhu et al, 2004), Majuangou II (1,64 Ma), Majuangou I (1,55 Ma), Xiantai (1,48 Ma), Xiaochangliang (1,36 Ma; Zhu et al, 2001), Banshan (ca 1,32 Ma), Feiliang (ca 1,2 Ma), Madigou (1,2 Ma; Shuwen Pei et al, 2019), Cenjiawan (ca 1,1 Ma), Donggutuo (ca 1 Ma) Huojiadi (1 Ma) y Maliang (0,8 Ma) han proporcionado herramientas simples, no estandarizadas, en sílex local de mala calidad que no incluyen bifaces. Estas ocupaciones se encuentran a lo largo de paleolagos y humedales, en un periodo de alta variabilidad ambiental. Los indicios en herramientas líticas y huesos de animales apuntan que se trataba de poblaciones de cazadores recolectores. La secuencia operacional básica para la fabricación de escamas con bordes afilados no era muy diferente de la utilizada en Dmanisi (Ferring et al, 2011). Tampoco hay bifaces en la industria de Zhoukoudian.
    • Lantian.1,25 Ma; Ding et al, 2002.
    • Yunxian, 1 Ma. De Lumley y Li, 2008.
    • Cuenca del Luonan. 500-250 ka, aunque los artefactos más antiguos aparecen hace ca 800 ka. Wang 2005. Wang et al, 2013.
    • Embalse de Danjiangkou (Li et al. 2014).
    • Cuenca del Bose, Sur de China (Hou et al, 2000; Wang et al, 2014) datados en hace 803 ka. En especial, Fengshudao (Wei Wang et al, 2014).
    • Shejiang Wang et al (2014), han datado el yacimiento al aire libre de Diaozhai, en la margen derecha del río Bahe, Lantian, centro de China en aproximadamente 70-30 ka. Por consiguiente, el achelense en esta región se extendió hasta finales del Pleistoceno, lo que confirma que la industria del Paleolítico en Asia Oriental tuvo un patrón de desarrollo propio.
    • Dingcun (Yang et al. 2014).
    • Cueva Longyadong. 389-274 ka.

    Corea

    Han aparecido bifaces en veinte yacimientos de Corea, la mayor parte en el centro de la península, en particular en la cuenca del Hantan-Imjin y en el curso inferior del río Han.

    Norton et al (2006) han resumido la evidencia de cuatro localidades (Kumpari, Chuwoli, Kawoli y Chongokni) en la cuenca del río Imjin-Hantan (IHRB) en Corea del Sur. De estos, Chongokni es el más conocido. Entre más de 5.000 herramientas solo se han  recuperado 10 hachas de mano (Lee 2001). Su edad es incierta, pero se ha estimado en hace 350 ka (Bae et al. 2012). Las hachas de mano incluyen morfologías ovaladas y apuntadas, junto con cuchillas. La materia prima más común estuvo formada por guijarros de río de cuarzo veteado y cuarcitas. A excepción de las hachas de mano, la industria se ha caracterizado como expeditiva.

    Principales yacimientos achelenses en el Levante Mediterráneo y Península Arábiga. Richard P. Jennings et al, 2015.

    Sudeste Asiático

    Brumm y Moore (2012) compilan numerosos hallazgos superficiales de bifaces tanto en el continente como en las islas, que no se han clasificado como achelenses, pese a su parecido con otros yacimientos al oeste de la Línea de Movius. 
    La mejor evidencia de un conjunto achelense, es Ngebung 2, Sangiran, Java Central, con una edad probable de hace 0,88-0,86 ka.
    También se han reportado hachas de mano en numerosas localidades en Sumatra, Java, Bali, Lombok, Sulawesi y Halmahera, de edad desconocida. 
    Otros hallazgos del Paleolítico Inferior proceden de Flores, en la cuenca del Soa. En las riveras del río Solo los restos más antiguos se han datado en hace 300 ka.

    martes, 18 de julio de 2017

    El Paleolítico Inferior en el Levante Mediterráneo

    Principales yacimientos del Paleolítico Inferior en el Levante Mediterráneo (Sharon, 2013).
    1. Nadaouiyeh.
    2. Latamne.
    3. Yabrud I, IV.
    4. Ras Beirut.
    5. Joub Jannine II.
    6. Adlun.
    7. Ma'ayan Barukh.
    8. Berekhat Ram.
    9. Gesher Benot-Ya'aqov.
    10. Baram, Yiron.
    11. Tabun Cave.
    12. Zuttiyeh.
    13. 'Ubeidiya.
    14. Holon.
    15. Revadim Quarry.
    16. Kefar Menahem.
    17. Baqaa Refahim.
    18. Umm Qatafa.
    19. Bizat Ruhama.
    20. Fjaje.
    21. Azraq-C-Spring.
    22. Zihor.
    23. Abassiyeh.

    El registro del Levante Mediterráneo, puente entre África y Eurasia, recoge la presencia de cinco fases culturales durante el Paleolítico Inferior:

    • Achelense temprano ('Ubeidiya).
    • Olduvaiense (Hummal).
    • Achelense de Grandes Escamas (LFA; Gesher Benot Ya’aqov).
    • Achelense Final (Nadaouiyeh).
    • Achelo-Yabrudiense (Tabun).
    Algunas de estas fases representan posiblemente oleadas migratorias procedentes de África, mientras que el Achelo-Yabrudiense probablemente tiene origen local.

    Achelense Temprano y Olduvaiense 

    El Levante Mediterráneo ocupa una posición geográfica estratégica. El Valle del Jordán es la zona más septentrional del Rift Valley. La presencia de restos homínidos y conjuntos líticos en Dmanisi (Georgia), datados en 1,8 Ma sugiere que la región levantina fue poblada con anterioridad a esa fecha. Sin embargo, los primeros indicios que disponemos de actividad humana son muy posteriores:
    • El yacimiento de 'Ubeidiya, en el valle del Jordán, excavado desde 1960 bajo las direcciones de Stekelis primero y Bar-Yosef y Tchernov después, ha proporcionado evidencias de una salida de África hace al menos 1,6-1,5 Ma (Bar-Yosef et al 1993; Martínez-Navarro et al 2012; Tchernov 1988). Los restos no pueden ser asignados con seguridad a ninguna especie, aunque por su cronología podemos incluirlos en erectus.
      • UB 1701, molar. UB 1700 y UB 335, incisivos laterales supriores. Belmaker et al, 2002.
      • Se han encontrado 7.956 artefactos líticos, de basalto, sílex y caliza. Los niveles más antiguos podrían ser catalogados dentro del olduvaiense evolucionado y los superiores dentro del achelense antiguo (Bar-Yosef y Goren-Inbar, 1993). Bar Yosef señala la similitud entre las técnicas de talla y piensa que la diferencia de hallazgos entre los distintos niveles podría deberse a diferentes necesidades puntuales. Es sorprendente la aparición del Achelense en una fecha tan próxima a la datación de los primeros yacimientos africanos, y también el hecho de que no prosperara en ese momento más allá, ni en Europa ni en Asia.
        • Todos los artefactos son bifaciales.
        • Todos fueron tallados con una técnica tosca, desprendiendo unas pocas lascas que dejaron grandes cicatrices, dando como resultado herramientas relativamente asimétricas con bordes en zigzag.
        • Algunos tipos son exclusivos de este conjunto: picas pesadas con tres o cuatro caras, herramientas de corte y esferoides.
        • Las grandes herramientas bifaciales fueron fabricadas a partir de cantos de basalto, las calizas fueron usadas para la conformación de esferoides y frecuente para las herramientas de lasca. Esto indica un sofisticado conocimiento de las cualidades de las rocas
    • Se ha reportado la presencia de una cultura Olduvaiense evolucionada o Achelense antigua en algunos lugares de la región, pero en ninguno de ellos disponemos de evidencias arqueológicas in situ. Los yacimientos de Yiron y Erq-el-Amar podrían ser más antiguos que 'Ubeidiya, pero hay serias dudas con respecto a sus dataciones.
    • De Bizat Ruhama se recuperaron 1.200 artefactos. Abundancia de pequeños cantos y lascas de sílex local. El yacimiento se ha datado en 1,6-1,2 Ma en base a consideraciones biocronológicas y paleomagnéticas (Zaidner et al, 2003). La naturaleza del conjunto es muy diferente y podría corresponder a una tecnología no-achelense.
    • En el desierto del Neguev, se han encontrado herramientas similares a las de ‘Ubeidiya y Latamneen en la Formación Zeheiha, Nahal Zihor, con una datación de ca 1,6 Ma (Guralnik et al. 2011). Aquí se desarrolló un sistema lacustre que probablemente duró 45–150 ka en un clima semiárido.
    • En la terraza fluvial del río Gediz (Anatolia, Oeste de Turquía) se ha hallado una lasca desprendida con martillo duro en un contexto estratigráfico que incluye lavas basálticas que permiten su datación en ca 1,24-1,17 Ma (D. Maddy et al, 2014).
    • Hummal, en Siria, muestra un conjunto olduvaiense en los niveles inferiores, asociado con numerosos restos de animales. Aunque carecemos de dataciones, se cree que el conjunto es de una edad mayor a 1 Ma. (Le Tensorer et al, 2011).
    Yacimientos líticos entre 0,9-0,5 Ma.
    • Evron-Quarry (Israel). 383 piezas. Su distribución indica una diferenciación espacial de actividades. Datados en 780 ka. Asociados a restos de elefante e hipopótamo. El conjunto incluye hachas de mano, pero inesperadamente, también pequeñas herramientas en forma de escama, con muescas y puntas. Michael Chazan, 2013, sugiere que estas herramientas fueron utilizadas para el despiece lo que representaría una adaptación a los materiales locales, pobres para la elaboración de hachas de mano, y una ingeniosa capacidad de improvisación por parte del grado erectus. 
    • Borj Quinnarit (costa libanesa).
    • Kefar Menachem (costa de Israel).
    • Latamne (Siria). 3.724 artefactos. Algunos fragmentos óseos y dientes. Abundancia de bifaces.

    El Achelense de Grandes Escamas (LFA)

    En Gesher-Benot Ya’akov (GBY; entre Siria e Israel, en las orillas de un antiguo lago) se recuperaron de algún lugar desconocido de las riveras del Jordán dos fémures izquierdos rotos datados con dudas en 0,5 Ma y atribuidos a erectus (Geraads y Tchernov, 1983). El yacimiento ha sido excavado desde 1930, pero el proyecto más reciente comenzó en 1989. Industria lítica achelense (0,8-0,658 Ma; Goren-Inbar et al 2000, 2002; Goren-Inbar y Saragusti 1996; Feibel, 2004), con útiles quemados, lo que hace sospechar en un uso del fuego. Es la primera aplicación fuera de África de técnicas Kombewa y Levallois.
    • Evidencias más antiguas de la utilización del fuego de forma controlada.
    • Evidencias más antiguas de la división del espacio habitado según la actividad que se va a realizar.
    • Evidencias más antiguas del consumo de pescado (dieta diversificada con pescado, vegetales y carne). Se identificaron siete especies de frutos secos comestibles.
    • Cráneo descuartizado de una especie de elefante extinto que nos parece indicar la capacidad de estos seres humanos para cazar piezas de gran tamaño (Nivel I, Capa II-6); es interesante la pieza de madera asociada a dicho cráneo (una especie de “palanca” para mover al animal). Evidencias de variedad y de selección de materia prima en función de la tarea a realizar (utilización diferencial de la materia prima).
    • Evidencia de que la dieta incluía nueces, frutas, semillas, órganos de almacenamiento subterráneo y otros de origen vegetal (Melamed et al, 2016)
    • El estudio del Nivel 2 en la Capa II-6 permitió la identificación de dos zonas de actividades distintas.
      • Una zona de talla lítica.
      • Otra de preparación y consumo de alimentos de origen vegetal, junto a un hogar.
    Estas evidencias denotan una clara adaptabilidad al medio, un aprovechamiento al máximo de los recursos y una incipiente organización social.

    Las características del conjunto lítico son únicas en el registro levantino (Sharon, 2013):
    • El 90% de las herramientas bifaciales, fueron producidas en basalto.
    • La técnica principal de producción fue el desprendimiento de grandes lascas de (> 10 cm) a partir de losas de basalto. Los talladores dominaban esta técnica de forma que obtenían cuchillas con una inversión mínima.
    • Presencia de núcleos gigantes de basalto y de todas etapas de reducción.
    • Junto con los frutos secos, se identificaron yunques para partir las cáscaras.
    Yacimientos del Achelense Final en el Levante Mediterráneo (Sharon, 2013).
    1. Hummal.
    2. Yabrud.
    3. Ma'ayan Barukh.
    4. Berekhat Ram.
    5. Bar'am y Yir'on.
    6. Evron Zinat.
    7. Tabun Cave.
    8. Holon.
    9. Bekaa Rephaeeim.
    10. Revadim Quarry.
    11. Umm Qatafa.
    12. Azraq-C-Spring.
    12. Zihor.

    Achelense Final

    Se han reportado miles de yacimientos y lugares de donde se han recuperado hachas de mano, tanto en desiertos como en oasis y llanuras costeras y aparecen los primeros yacimientos en cueva, pero sin embargo el conocimiento sobre este periodo es muy limitado. Desde 1960, solo se han excavado unos pocos yacimientos y las dataciones fiables son casi ausentes. Los hallazgos parecen indicar mejores condiciones climáticas o, alternativamente, sugieren que los fabricantes de herramientas achelenses tardías explotaban ambientes muy diferentes ya veces muy duros.
    • En Nadaouiyeh (Aín Askar, Siria) un parietal izquierdo posiblemente de erectus joven adulto. Datado entre 0,5-0,45 Ma, con rasgos distantes a los de África oriental y parecidos a los de Zhoukoudian (Schmid, 2015). Conjunto achelense de excepcional calidad y cantidad (unos 12.000 bifaces; Le Tensorer 2006).
    • Berekhat-Ram (800-233 ka).
      • La Venus de Berekhat-Ram (470-222 ka, Marshack, 1997) es el ejemplo más antiguo de arte. Se obtuvo refinando el contorno de una roca que ya se parecía al modelo final.
    • Ma'ayan Barukh (ca 500 ka). 8.000 bifaces (Stekelis y Gilead 1966).
    • Revadim Quarry (500-400 ka; Marder et al, 2011). El conjunto incluye 27.591 artefactos líticos. Palaeloxodon antiquus, es la especie dominante en los conjuntos faunísticos. Indicios de procesamiento de carcasas (Natalya Solodenko et al, 2015), con producción y uso deliberado de pequeñas escamas para etapas específicas del proceso (Venditti et al, 2019).
    • Tabun Cave (Garrod y Bate 1937). Miles de hachas de mano.
    • Um Qatafa (Neuville 1931).
    Estos conjuntos comparten una serie de características (Sharon, 2013):
    • La presencia de un enorme número de herramientas bifaciales, a veces en un único horizonte de excavación.
    • El sílex es la única materia prima.
    • Las únicas herramientas bifaciales que se producen, son hachas de mano puntiagudas, cordiformes u oval, con muy pocos ejemplos de otras formas. Las hachas de mano ovaladas conforman un borde de corte en un único tramo retocado.


    Figure 12 A schematic representation of the difference perception of reduction between Levallois (1) and the Yabrudian scraper-blank technology (2).
    Representación esquemática de las diferencias entre el método Levallois (1) y el Yabrudense (2)

    Yacimientos Achelo-Yabrudenses o de la Tradición de Mughara

    Esta cultura es exclusiva del Levante Mediterráneo y fue definida a partir de los descubrimientos de A. Rust (1950) en el abrigo rocoso Yabrud I, Siria. Tabun y Zuttiyeh, son otros yacimientos importantes, pero la representación más completa procede de la capa E de Tabun (Monte Carmelo, Wadi Mughara o Nahal Me'arot; Garrod y Bate, 1937). Los conjuntos que componen este complejo comparten muchas similitudes tanto con el Paleolítico Inferior como con el Paleolítico Medio y son cronológica y estratigráficamente intermedios entre ellos. Rust definió el Yabrudiense por la presencia de largas raederas a partir de gruesas piezas en bruto. Estas herramientas, denominadas raederas déjeté o ladeadas, fueron talladas frecuentemente con retoque escaleriforme (tipo Quina).

    Yacimientos achelo-yabrudienses. (Sharon, 2013).
    1. Hummal.
    2. Yabrud.
    3. Ksar Akil.
    4. Bezez.
    5. Hayonim.
    6. Zuttiyeh.
    7. Misliya Cave.
    8. Qesem Cave.
    Dentro de este complejo, Jelinek distinguió tres facies, que en su opinión reflejan las frecuencias de actividades fluctuantes, mientras que Rust y Garrod las consideran tradiciones culturales de diferentes poblaciones:
    1. Facies yabrudense. Se caracteriza por la presencia de numerosas raederas, a menudo espesas y con retoque escaleriforme (tipo Quina) y escasa representación de talla Levallois.
      • Ron Shimelmitz et al (2014) han examinado la cadena operativa para la fabricación de raederas en bruto en tres conjuntos de la cueva Tabun (Monte Carmelo, Israel) recuperados por Arthur Jelinek  (J82BS y J83B1; 1967-1971) y Avraham Ronen (R63; 1975-2003) datados en ca 415-320 ka. De acuerdo con los resultados:
        • La producción obtenía desechos de talla predeterminados, aunque con múltiples métodos de reducción.
        • La presencia de una secuencia de reducción bien articulada, aunque no presente la misma complejidad y elaboración que el método Levallois, implica en la mente de los talladores existían principios y procedimientos para obtener una producción calculada y planificada de antemano. La secuencia de reducción típica yabrudense de soportes de raederas presenta en estos conjuntos las siguientes características, algunas comunes con el método Levallois:
          • Selección de los nódulos con corteza calcárea.
            La talla se llevó a cabo con martillo duro y golpeando bien atrás desde el borde de la plataforma.
          • Las lascas se extrajeron principalmente de la superficie más ancha de la materia prima, formando un superficie superior de producción y una plataforma inferior de golpeo con un plano de intersección entre ellas.
          • La extracción de positivos era paralela al plano de intersección y la extracción de positivos por los lados junto con los positivos desde el centro, mantenían bajas convexidades en la superficie de lascado.
          • La eliminación de escamas se movía alrededor de la circunferencia del núcleo de acuerdo con el carácter de la superficie de lascado. En lugar de eliminar las pequeñas escamas para ajustar las convexidades de la superficie de lascado, los talladores buscaban otro punto en el núcleo desde el que extraer uno o más positivos grandes. De esta manera, casi todos los artículos producidos a partir de la superficie de lascado son a la vez predeterminados y predeterminantes.
          • Muchas de las piezas en bruto producidas, y la mayoría de los seleccionados para el retoque, tenían características que mejoraron su potencial como herramientas de mano: se preferían de gran tamaño, bordes gruesos, y superficies que aseguraran un agarre firme.
          • Como resultado de la eliminación de escamas relativamente grandes, la masa del núcleo disminuía rápidamente.
          • Los núcleos de tamaño relativamente pequeño (ca. <5 cm) a menudo se transformaban en plataformas de golpeo para la producción de escamas menos regulares. Algunos núcleos desechados también se convirtieron en plataformas para herramientas.
          • Debido que eran pocas las extracciones de preparación, el porcentaje de soportes utilizables y piezas retocadas es alto.
    2. Facies achelense, caracterizada por la presencia de bifaces juto con raederas similares a las de la fase anterior. La presencia de bifaces, más variados en forma pero menos simétricos, indica su procedencia del Achelense.
      • Ma'ayan Baruch.  250 ka. Evidencia de transporte de materia prima. Gran número de bifaces.
      • Holon. 200 ka. Yacimiento al aire libre. Llanura costera de Israel.
      • Joubbata, Altos del Golán.
    3. Facies amudiense (de Nahal Amud), con raspadores, buriles, algunos bifaces  y práctica limitada de la talla Levallois. Láminas y núcleos prismáticos dedicados a la producción de cuchillas. Es la más rara de las tres, con excepción de Qesem, donde los artefactos amudienses son dominantes. En esta cueva, la facies fue datada entre hace 390-200 ka. Esta sofisticada tecnología fue utilizada para el despiece y desollado de animales, principalmente ciervos.
      • En 2011, Israel Hershkovitz, Patricia Smith, Rachel Sarig, Rolf Quam, Laura Rodríguez, Rebeca García, Juan Luis Arsuaga, Ran Barkai y Avi Gopher publicaron un estudio sobre unos dientes hallados en la cueva de Qesem (Israel) datados en 0,4-0,2 Ma.
        • Tres dientes mandibulares permanentes, hallados en la parte inferior de la escala estratigráfica. Las pequeñas dimensiones de las coronas indican un alto grado de reducción dental, aunque las raíces son largas y robustas. No se pueden asignar con confianza a ningún taxón (Weber et al, 2016).
        • Tres dientes maxilares permanentes y dos dientes deciduos se encuentraron en la parte superior. Son mucho más grandes y muestran algunos rasgos plesiomórficos similares a los presetes en los hallazgos de Skhul y Qafzeh. Algunos rasgos sugieren una afinidad con neanderthalensis.
      • Los autores presentan tres posibles interpretaciones:
        1. Una población post-achelense, post-erectus, asociada con el complejo cultural local Acheulo Yabrudian (Ben Dor et al, 2011; Hershkovitz et al, 2011)
        2. Algunos rasgos neandertaloides (pala y tubérculo lingual) sugieren una población pre-neandertal. Estos rasgos se perdieron en los especímenes de Skhul y Qafzeh (intermedios) pero vuelven a presentarse en otros hallazgos más modernos de la región.
        3. La presencia de taxones múltiples, ya que los dientes más antiguos son más pequeños y más modernos que los posteriores.
      • La investigación en curso en Qesem proporciona amplias evidencias de comportamientos innovadores. 
        • En 2011, Avi Gopher, Ran Barkai y Ron Shimelmitz descubrieron evidencias de la producción de miles de herramientas de corte largas y delgadas, como resultado de una producción planificada, datadas en 0,4-0,2 Ma. El material (sílex) fue cuidadosamente seleccionado y la técnica permitía su casi total aprovechamiento. El análisis efectuado por Lemorini, determinó que habían sido utilizadas para descuartizar animales. Hay evidencias de un uso diario y habitual del fuego y de la división del espacio en el interior de la cueva.
        • Adquisición de materia prima seleccionada en fuentes subterráneas (Verri et al, 2004 ).
        • Producción de rascadores Quina (Lemorini et al. 2016).
        • Reciclaje intensivo y variado de pedernal y hueso (Parush et al, 2016; Rosell et al. 2015).
        • Los habitantes de Qesem consumían sobre todo ungulados, como gamos, ciervos, caballos y grandes bóvidos que cazaban en grupo. También vegetales y algunos pequeños animales como conejos, tortugas  (Blasco et al, 2016) y pájaros.
        • Técnicas de sacrificio especializadas y hábitos únicos de distribución de la carne (Stiner et al, 2009, 2011).
        • Acumulación de médula ósea para su consumo futuro (Blasco et al, 2019).
        • En 2014 se comunicó el descubrimiento de un gran hogar central, datado en 0,3 ka (R. Shahack-Gross et al, 2014Ruth Blasco et al, 2014; Barkai et al, 2017).
        • Zupancich et al (2016), han obtenido evidencias en Qesem del procesamiento de huesos de animales con finalidad no dietética.
        • Uso intensivo de retocadores óseos. Coexistencia del Amudiense y el Yabrudiense (Barkai et al, 2017).
        • En algunas zonas de la cueva, y en especial alrededor del gran hogar central se halló la evidencia más antigua de prácticas de aprendizaje en la talla lítica y descarnado de animales (Ella Assaf, Ran Barkai y Avi Gopher, 2016).
    Plano de Qesem. Blasco et al, 2016.
    En Zuttiyeh (Turville-Petre, 1925) se recuperó un fragmento de cráneo (Galilee Man; frontal y parte del rostro) datado en >122 ka por U-series y cronoestratigrafía. Conviven rasgos avanzados y primitivos como un importante relieve supraorbital. Ningún parecido con neandertal. Industria yabrudiense asociada. Gisis y Bar-Yosef, 1974; Valladas et al, 1998; Porat et al, 2002; Millard, 2008.
    En 1939, Arthur Keith y Theodore D. McCown lo tomaron como holotipo del Palaeoanthropus palestinensis.
      Hélène Valladas et al (2013) han datado por termoluminiscencia 32 piedras quemadas de la Cueva Misliya, Monte Carmelo, Israel correspondientes a capas del Paleolítico Medio Temprano (Musteriense) y Paleolítico Inferior Tardío (Achelo-Yabrudense).
      • Las edades medias obtenidas para las muestras asociadas al Achelo-Yabrudiense (reforzadas por un análisis isócrono) indican una producción de este complejo cultural desde el fiunal de MIS 8 hasta hace ~ 250 ka.
      • Para las industrias del Paleolítico Medio Temprano, ricas en productos Levallois y laminares se asignaron edades medias que van de ~ 250 a ~ 160 ka (MIS 7 y primera parte de MIS 6).
      • El paso del Paleolítico Inferior al Medio tuvo lugar en el límite MIS 8/7 o durante la primera parte de MIS 7. Las fechas, junto con las marcadas diferencias en la tecnología lítica sugieren fuertemente la llegada de una nueva población durante este período.
      El grado de variabilidad y flexibilidad en las tecnologías empleadas y en cómo se segmentan y se ejecutan a través del paisaje diferentes secuencias de reducción, sugiere un vínculo entre el conocimiento técnico, las pautas de movilidad y la explotación paisaje (Ron Shimelmitz et al, 2016)