Estratigrafía, plano y sección de la Sima de los Huesos. Sala et al, 2016. |
Sima de los Huesos. Cráneo 17. Crédito de la foto: Javier Trueba / Madrid Scientific Films. |
Para Emiliano Aguirre (2008) estos individuos se hallaban juntos en el interior de una cueva cuya entrada se cerró accidentalmente. Los restos fueron arrastrados por el fango y se deslizaron hasta la boca de la sima. Por el camino, algunos carnívoros penetraron por alguna rendija y dejaron sus huellas en los huesos. Esto explicaría también la ausencia de niños pequeños, cuyos restos habrían sido totalmente engullidos por los carroñeros. Los individuos, en general, estaban sanos aunque habían pasado por algunas crisis alimentarias; eran propensos a las afecciones artrósicas y a algo parecido a la osteoporosis; no hay rastro de accidente o enfermedad causante de la muerte. La existencia de individuos de cierta edad y con importantes patologías nos indica que fueron objeto de cuidado. Otra interpretación más moderna identifica la Sima de los Huesos como un cementerio. Arsuaga, cree que aquellos homínidos fueron arrojados deliberadamente. Nohemi Sala et al (2014) han descartado una acumulación por carnívoros. Según Aranburu, Arsuaga y Sala (2015), la acumulación de homínidos se produjo en un único evento, mientras que los fósiles de osos y otros carnívoros se continuaron acumulando encima del depósito de homínidos. Los autores consideran que no existió transporte. En el momento de las acumulaciones de fósiles de homínidos y carnívoros, el único acceso posible a la cámara era un conducto vertical profundo, imposible de escalar (la chimenea C2 que conecta al oeste con la Sala de los Cíclopes SCi y al este con un conducto bajo e inclinado OC).
(A) Vista frontal del Cráneo 17 en la que se apreción dos eventos traumáticos: T1 (inferior) y T2 (superior). (B) Vista detallada ectocranial de las fracturas traumáticas que muestran dos mellas similares (flechas negras) a lo largo del borde superior de las líneas de fractura. La orientación de los dos eventos traumáticos es diferente. (C) Detalle de la mella en T1 con una lupa 2X de un microscopio óptico. (D) Vista endocraneal de T1 y T2 que muestra la gran delaminación cortical de la tabla interna (flechas negras). |
El Cráneo 17 (Cr-17) es un espécimen compuesto por 52 fragmentos óseos que forman el esqueleto facial completo, incluyendo dentadura superior parcial, frontal, esfenoides (falta sólo el cuerpo), parietal izquierdo, temporal izquierdo (sólo falta la apófisis mastoides) y la mayoría del occipital. El desgaste dental indica que se trata de un joven adulto.
El Cráneo 17 muestra dos fracturas perimortem con depresión en el hueso frontal, que se interpretan como dos episodios traumáticos. El tipo de lesión, su ubicación, la gran similitud de las fracturas en forma y tamaño, y las diferentes orientaciones y trayectorias implícitas de las dos fracturas sugieren que fueron producidos con el mismo objeto, por un individuo diestro, durante un conflicto interpersonal cara a cara. La presencia de múltiples golpes implica una intención de matar. Este hallazgo demuestra que la violencia interpersonal letal es un comportamiento humano antiguo y tiene implicaciones importantes para la acumulación de cuerpos en el lugar, apoyando a un origen antrópico.
Comentarios de Miguel G. Corral
Nohemi Sala, Ana Pantoja-Pérez, Juan Luis Arsuaga, Adrián Pablos e Ignacio Martínez han analizado mediante tomografía computerizada los ocho cráneos que muestran traumas típicos perimortem. Además del Cráneo 17, la violencia interpersonal es la probable causa de traumas en los cráneos 5 y 11 y la más posible en los otros cinco cráneos.
Los cráneos de la Sima de los Huesos. Sala et al, 2016. |
La Sima de los Huesos
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