Ubicación de DIK-55 |
Manuel Domínguez-Rodrigo, Travis Rayne Pickering y Henry T. Bunn (2011) consideraron por el contrario que las marcas tenían un origen accidental al ser los huesos comprimidos en sedimentos abrasivos.
Dos de la marcas objeto de estudio |
Jessica C. Thompson, Shannon P. McPherron, René Bobe, Denné Reed, W. Andrew Barr, Jonathan G. Wynn, Curtis W. Marean, Denis Geraads y Zeresenay Alemseged, han realizado un estudio mediante nuevos métodos estadísticos, que confirma la interpretación original de una carnicería con instrumentos de piedra.
Según los autores, los huesos fueron golpeados con enorme fuerza y varias veces. Las marcas son más grandes, y tienen características diferentes a las de otros huesos del yacimiento.
Comunicado de Emory Health Sciences
Comunicado de Emory Health Sciences
Australopithecus afarensis
Lomekwiense y Preolduvaiense
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