sábado, 20 de abril de 2019

La MSA del Este de África

Seguimos a Will, Conard y Tryon, 2019.

La relativa estabilidad en Kenia y Tanzania y las fuertes tradiciones nacionales de investigación han contribuido a una extensa y casi continua historia de investigaciones arqueológicas. Además, disponemos de trabajos de campo en Etiopía (Kappelman et al, 2014; Sahle et al, 2014; Douze y Delagnes, 2016; Brandt et al, 2017; Assefa et al, 2018 ) y Malawi (Thompson et al, 2018), así como estudios aislados en Somalia (Gutherz et al. 2014) y Eritrea (Beyin 2013). En Uganda, Burundi o Ruanda hay poca investigación y no se ha realizado casi ningún trabajo en Sudán del Sur desde Philipson (1981). El Valle del Rift y los Grandes Lagos, son las características geológicas dominantes de la región, y la mayoría de los sitios (al aire libre) se encuentran adyacentes a ellos (Tryon y Faith, 2013). Las excepciones notables incluyen cuevas o refugios de piedra caliza cerca de la costa en Somalia y Kenia (Shipton et al, 2018), y refugios de rocas o colinas aisladas al este del Rift (por ejemplo, Willoughby, 2012; Tryon et al, 2015). El registro de los sitios con fecha segura se distribuye de manera desigual en el tiempo; demostrar la continuidad en comportamientos particulares es difícil hasta MIS 4 cuando el número de yacimientos aumenta sustancialmente.
Mientras que los "primeros" conjuntos MSA fechados en MIS 9-7 son bien conocidos (Tryon et al, 2005; Sahle et al, 2014; Blegen 2017; Brooks et al, 2018; Blegen et al, 2018), hay relativamente pocos yacimientos datados de manera segura en MIS 6-5. Las excepciones son la Formación Kibish (Shea 2008), Kulkuletti (Douze y Delagnes 2016) y Kapedo Tuffs (Tryon et al, 2008). Los yacimientos de MIS 4-3 son más abundantes y están distribuidos en un área geográfica más grande. 
El MSA de África oriental se describe mejor como un mosaico de variación a través del tiempo y el espacio con la variabilidad como señal clave (Shea 2008; Tryon y Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016; Blinkhorn y Grove, 2018). Si bien las investigaciones han demostrado una disminución general en el tamaño promedio de los puntas a lo largo del tiempo (Tryon y Faith, 2013), no existen variantes temporales o regionales específicas, excepto los reavivados en piezas de Gademotta y Kulkuletti durante MIS 8-6 interpretados como una técnica específica de afilado o fracturas por impacto (cf. Douze, 2014; Sahle y Braun, 2017).
Los elementos de la cultura material compleja y otras innovaciones de comportamiento aparecen en el Pleistoceno Medio Tardío asociados con los primeros yacimientos de la MSA de la región (por ejemplo, Brooks et al, 2018). África Oriental muestra continuidad en la fabricación de piezas bifaciales, transporte a larga distancia de materias primas y, posiblemente, enmangamiento. Sin embargo, hay una brecha notable de artefactos no líticos y una escasez yacimientos en MIS 5, que contrastan con el sur y el norte de África, con muchos elementos de la cultura material compleja (por ejemplo, cuentas, herramientas de hueso, piezas con cara pasiva) que se presentan solo en MIS 3 en África Oriental (ca 50-40 ka, cerca de la transición de MSA / LSA). Una vez que estos elementos aparecen en el registro, generalmente persisten a lo largo del LSA, con la excepción de un patrón bimodal de piezas con cara pasiva en Panga ya Saidi (Shipton et al, 2018).
Estas tendencias generales conviven con un mosaico de variabilidad en la tecnología lítica con dificultad para reconocer un patrón espacio temporal y una escasez de artefactos de diagnóstico. Las diferencias generales de este registro con la arqueología del Pleistoceno Tardío al norte y al sur pueden tener algunas raíces en la abundancia de yacimientos al aire libre y la frecuente falta de preservación orgánica, pero también en una ecología diferente. África Oriental tiene una ecología mucho más variable y desigual con baja estacionalidad, así como alto relieve y heterogeneidad del hábitat (es decir, vulcanismo, valle del Rift). Algunos de los diferentes patrones culturales observados pueden deberse a adaptaciones más localizadas, aislamiento y extinciones o a un pequeño tamaño / densidad de la población (Basell, 2008; Tryon and Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016).
  • MIS 6
    • En los escasos yacimientos, están presentes las puntas bifaciales y ausentes las piezas con cara pasiva. La evidencia de enmangamientos es rara (Wendorf y Schild 1993). La evidencia sugiere que los raspadores y los puntas (Ambrose 1998) fueron adoptados ya antes del MIS 6.
    • Las firmas geoquímicas de diagnóstico de afloramientos de obsidiana (Brown et al, 2013) han facilitado un importante programa de estudio de la dispersión geográfica de este material. Distancias de transporte >150 km son conocidas antes y durante MIS 6 (Negash et al, 2011; Blegen, 2017; Blegen et al, 2018; Brooks et al, 2018). El patrón del uso y movimiento de la obsidiana parece ser persistente desde el Pleistoceno Medio Tardío hasta el MIS 2.
    • Están ausentes los pigmentos así como los demás elementos de la tecnología no lítica.
  • MIS 5
    • La arqueología de MIS 5 proporciona una imagen similar, con pocos sitios conocidos que datan de este período de tiempo y una falta de cultura material no lítica.
    • En la larga secuencia de Mumba 5, aparecen puntas bifaciales y piezas raras con cara pasiva (Mehlman, 1989; Marks y Conard, 2008).
    • Existe alguna evidencia de transporte de obsidiana a larga distancia (ca 100-80 ka; Negash et al, 2011).
    • Herramientas de piedra asociadas con animales marinos están presentes en los arrecifes costeros a lo largo del Mar Rojo (por ejemplo, Sahle y Beyin, 2017), con hallazgos en Abdur interpretados como uso humano de los recursos marinos, pero hasta ahora limitados a MIS 5e (Walter et al, 2000). La evidencia de forrajeo costero es en general escasa, en parte debido a la rareza de los yacimientos excavados con depósitos con > 40 ka a lo largo (o cerca) de la costa del Océano Índico. Los fósiles de peces en los yacimientos de Aduma en la parte media y posterior de MIS 5 (ca 100-80 ka; Yellen et al, 2005) y quizás a lo largo del Nilo Azul (Kappelman et al, 2014) sugieren la depredación de peces a lo largo de los sistemas fluviales interiores. Falta evidencia de un uso intensivo de los recursos acuáticos en los principales lagos, aunque el registro geológico puede ser parcialmente responsable de esta laguna (por ejemplo, Tryon et al. 2016).
  • MIS 4
    • Aumenta notablemente el número de yacimientos con dataciones.
    • Los ensamblajes líticos todavía presentan puntas bifaciales y en su mayoría carecen de piezas con cara pasiva (pero vea Leplongeon et al, 2018).
    • La obsidiana procedente del centro de Kenia se usó de manera intensiva, y se encontraron pequeñas cantidades de artefactos a una distancia de más de 300 km (Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). En yacimientos de Etiopía hay evidencias de distancias de transporte similares. (Negash y Shackley, 2006; Negash et al, 2011). Los mecanismos responsables del movimiento de la obsidiana siguen sin estar claros.
    • La evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región, incluyendo Porc Epic, Kisese II, Mumba, Panga ya Saidi, Enkapune ya Muto, así como Chaminade (Ambrose, 1998; Conard, 2010b; Thompson et al, 2012; Rosso et al, 2016; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018).
    •  El caso más antiguo y único para la fabricación de cuentas de concha marina (Conus sp.) Se informó recientemente en Panga ya Saidi (ca 67-63 ka; Shipton et al, 2018). Esto indica un patrón de uso de cuentas comparable en el sur y el norte de África, con cuentas de concha marina que preceden a la fabricación de las que están hechas de cáscara de huevo de avestruz. 
    • Está ausente el forrajeo de recursos costeros o de agua dulce.
  • MIS 3
    • Como en el periodo anterior, la evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región.
    • Aparecen por primera vez piezas con cara pasiva en múltiples yacimientos (ca 50-40 ka; por ejemplo, Ambrose, 1998; Gliganic et al, 2012; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018). 
    • La obsidiana se transporta a larga distancia (por ejemplo, Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). 
    • Marcado aumento y diversificación en la cultura material no lítica. 
    • En varios conjuntos de la transición MSA / LSA, o cercanos, se hallaron cuentas de cáscara de huevo de avestruz (ca 50-40 ka; Miller y Willoughby, 2014; Tryon et al, 2018), y en el MIS 3 Tardío aparecen conchas naturalmente perforadas de gasterópodos terrestres (ca 43-33 ka; Assefa et al, 2008). 
    • Las herramientas óseas claramente modificadas están restringidas a dos huesos con muescas de Panga ya Saidi de los niveles MSA / LSA con dataciones de mitad y final de MIS 3 (ca 48-25 ka; Shipton et al, 2018). 
    • El uso ocre está frecuentemente presente en la mayoría de los abrigos rocosos, pero sin diseños abstractos. Sin embargo, recientemente se encontraron grabados lineales en un fragmento de cáscara de huevo de avestruz, datado en la parte media y posterior de MIS 3 en Goda Buticha (ca 43-34 ka; Assefa et al, 2018).
Según Christian A. Tryon y J. Tyler Faith, 2013.
  • Las preparaciones Levallois están presentes antes de hace 380 ka en Katpurin Formation (Blegen, 2015). Las puntas Levallois se encuentran presentes en varios lugares del África Oriental, en una frecuencia a menudo mayor que la de algunos sitios levantinos (Hauck 2011; Hovers 2009: 217). El método Nubio Tipo 1 es una variante de punta Levallois que se distingue por dos escamas preparatorias alargadas retiradas desde el extremo distal del núcleo. Estos núcleos son frecuentes en el norte, en el valle del Nilo y hacia el este, en algunas partes de la Península Arábiga (Rose et al, 2011; Van Peer 19921998), lo supone una de las evidencias arqueológicas más fuertes de conexión entre África y Arabia en el Pleistoceno Superior. Los núcleos Nubios Tipo 1 se encuentran en el este de África en los sitios en o cerca de los márgenes de la cuenca del Nilo, incluyendo K'one y Aduma en Etiopía (Kurashina 1978;. Yellen et al 2005) y la Isla de Rusinga en Kenya (Tryon et al, 2012). Otros métodos Levallois, como el utilizado para la producción de hojas en algunos lugares de Sudáfrica (Wurz 2002 , 2013), no se encuentran en el este de África. La tecnología Levallois, en el este de África, es altamente variable, con muchas de las combinaciones de preferencial o recurrente con unidireccional, bidireccional y centrípeto en múltiples yacimientos.
  • Los métodos no-Levallois están muy extendidos.
  • Las puntas en los conjuntos del África oriental son muy variables en tamaño y forma.
  • El ocre se ha hallado en algunos pedruscos, como en la Formación Kapthurin y Enkapune ya Muto, en Kenia (Ambrose 1998; McBrearty y Brooks 2000). El yacimiento GnJh-15 de la Formación Kapthurin es la aparición más temprana reportada en África oriental (465,3-395,6 ka; Van Noten, 1982; Van Noten et al., 1987; McBrearty, 1999; Tryon y McBrearty, 2002) asociada a un conjunto lítico achelense o de la MSA.
  • Los análisis comparativos de los datos del África oriental sugieren que los conjuntos de un solo sitio son más similares entre sí de lo que son a los de otros sitios (sin importar la distancia geográfica), haciendo hincapié en la alta diversidad entre estos sitios y la dificultad de identificar un patrón tipológico o tecnológico. La geografía jugó un papel en la conducción de la variabilidad de los conjuntos, pero su efecto fue mínimo. Las interacciones a largo plazo entre los entornos físicos y sociales, los factores locales (calidad y abundancia de la materia prima, tamaño de las redes de intercambio de información, etc.) fueron en cambio una fuerza dominante.
  • En comparación con otras regiones de África, las poblaciones del África oriental respondieron a los cambios ambientales con modificaciones de menor importancia (Blome et al, 2012).  Ambrosio (2001) sugiere que los Homo de la cuenca del Lago Nakuru/Naivasha de Kenya, rastrearon los límites del ecotono, ya que cambiaron de cota con el cambio ambiental.
  • En la zona del Lago Victoria, hay evidencia de que los Homo se desplazaron hacia el oeste durante las condiciones secas.

Yacimientos

  • Kapthurin Formation. Muguruk Formation (Lumpembiense). Grandes puntas lanceoladas delgadas (> 10 cm) y microlitos geométricos. 
    • Member 2, Ojalla Industry.170- >10 ka.
    • Member 4, Pundo Makwar Industry. 170- >10 ka. 
    • Member 6, Pundo Makwar Industry. 170->10 ka. 
  • Kapedo Tuffs. 135-123 ka
  • Eyasi Beds. 132- ≥88
  • El arrecife calizo de Abdur (Eritrea) se ha datado en 125±7 ka, pero algunos artefactos se han recuperado de un estrato más antiguo (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000). Los artefactos de la MSA están asociados con invertebrados marinos y grandes mamíferos terrestres en múltiples terrazas de un arrecife emergido (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000), lo que implica el uso de recursos marinos durante un periodo prolongado en un contexto de playa. Según los excavadores, los humanos recogieron grandes ostras en aguas poco profundas en una fase anterior, y otros mariscos y crustáceos durante las ocupaciones posteriores. Los pobladores variaron sus actividades de forrageo y su tecnología lítica de acuerdo con los cambios ambientales. La materia prima lítica se transportó desde 20 km o más (Bruggeman et al, 2004; Buffler et al, 2010; Walter et al, 2000), lo que indica movimientos planeados desde el interior a la costa. Las ocupaciones de Abdur fueron efímeras.
  • Mtongwe, Locality KY-55 East.
    • Lower Group. <125? ka.
    • Middle Group. <125? ka.
    • Upper Group.  <125? ka.
  • Ardu Beds
    • B (base), Aduma site A1. 100-80 ka.
    • B, Aduma sites A4, A8, A8A, VP 1/1, VP 1/3. 100-80 ka. 
    • B/C contact, Aduma site A5. 100-80 ka. 
  • Wasirya Beds, Rusinga Island. 100-38 ka. 
  • Midhishi 2
    • LSU VI. 90-40 ka.
    • LSU V. 90-40 ka.
    • LSU IV. 90-40 ka.
    • LSU III. >40-19 ka.
  • Porc Epic. 79-33 ka. Contenía el mayor conjunto de ocre conocido de la MSA de África Oriental (40 kg). Daniela Eugenia Rosso, Francesco d'Errico y Alain Queffelec (2017).
  • Prolonged Drift (GrJi11). 72-30 ka. 
  • Nyamita Main. 49-33 ka (Blegen, 2015).

Yacimientos del Paleolítico Tardío

  • Panga ya Saidi, costa de Kenya. Cueva con ensamblajes de hace 78 ka, en un ambiente de bosque tropical y pastizales (Shipton et al, 2018). Se aprecia una transición tecnológica-cultural gradual hacia la LSA. Los hallazgos incluyen numerosos fragmentos de ocre, huesos trabajados y con incisiones, cuentas de cáscara de huevo de avestruz, cuentas de conchas marinas,  manuports exóticos y más de 30.000 artefactos de piedra tallada, incluidos núcleos de Levallois y artefactos de Media Luna, éstos últimos a menudo considerados como indicadores de la LSA.
  • Pomongwe Cave, Zimbabwe. 
    • Las principales herramienta retocadas son raspadores semicirculares y circulares (Cooke, 1963).
  • Mochena Borago (Brandt et al., 2012). Evolución local.
    • Lower T-group. 53-45 ka. Conjunto clásico del PM de África Oriental, con reducción incluyendo Levallois y discoidal y puntas retocadas y raspadores como herramientas más comunes, Ausencia de microlitos.
    • Upper T-group. 45-43 ka. Continuidad con respecto a Lower T. Aparecen un pequeño número de herramientas respaldadas.
    • S-group. 43 ka. Difiere poco de los anteriores si bien cuenta con una mayor frecuencia de piezas respaldadas. 
    • Naisiusiu, Olduvai Gorge. Datación problemática de hace ca 60 ka. En esta localidad el conjunto lítico consta de tres componentes (Leakey et al, 1972).
      1. Material excavado en la década de 1930, mal registrado y del que solo se conserva una muestra selectiva.
      2. Naterial recogido de la superficie del terreno.
      3. Material excavado en 1969 (Merrick, 1975). Pequeño número de objetos líticos respaldados y seis microlitos completos de variadas morfologías.
  • Mumba, Tanzania. Abrigo rocoso. La secuencia estratigráfica sugiere un cambio gradual en la frecuencia de artefactos y con ello de las tipologías. Elementos con cara pasiva persisten en números bajos, coincidiendo con una reducción en la frecuencia de los núcleos y las puntas Levallois y un mayor uso de la percusión bipolar para la producción de escamas entre 68-~ 30 ka (Eren, Diez-Martin, y Domínguez-Rodrigo 2013; Gliganic et al. 2011; Marks y Conard 2008; Mehlman 1989 , 1991). La naturaleza del cambio es tal que la atribución al MSA o LSA es incierta (Diez-Martín et al. 2009).
    • Bed VI-B (Sanzako Industry) >68 ka.
    • Bed VI-A (Kisele Industry). 68-60 ka.
    • Bed V (Mumba Industry). 60-50 ka. Algunos microlitos, solo en la parte superior, lo que sugiere un origen local.
    • Bed III lower (Nasera Industry). 40-30 ka. 
  • Enkapune ya Muto, Kenya. 55- ~ 40 a 55 ka. 
    • MSA basal con Levallois y métodos discoidales de producción de escamas y piezas con cara pasiva  raras. La recuperación de dos microlitos geométricos dentro de este conjunto puede indicar mezcla, o más bien, puede demostrar el desarrollo de la tecnología microlitica en un contexto MSA.
    • Está cubierta por una industria atribuida a la LSA dominado por la producción de grandes hojas (~ 7 cm) y microlitos con cara pasiva, a su vez cubierta por una industria con abundantes microlitos (~ 2-5 cm), técnicas MSA de reducción de núcleos y cuentas de cáscara de huevo de avestruz (Ambrose 1998).
  • Nasera
    • Levels 12−25 (Kisele Industry). 55- >26 ka.
    • Levels 8/9–11 (Mumba Industry). 26->18 ka.
    • Levels 6–7 (Nasera Industry). 26->18 ka.

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