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Mandíbulas de Dmanisi. La flecha de arriba a la izquierda señala una lesión producida por el uso continuado de palillo. |
Ann Margvelashvili,
Christoph P. E. Zollikofer,
David Lordkipanidze,
Timo Peltomäki y
Marcia S. Ponce de León han cuantificado el desgaste dental y la consiguiente remodelación ósea en las mandíbulas de Dmanisi. Usando las poblaciones modernas de cazadores-recolectores como referencia, las variaciones en características como la forma de la arcada dental, la altura del corpus mandibular o la inclinación de la sínfisis, permanecen dentro del rango normal. Los autores identificaron un patrón consistente de alteración morfológica mandibular, lo que sugiere que el desgaste dental y los mecanismos compensatorios de remodelación se mantuvieron bastante constantes a lo largo de la evolución del género Homo. Con el desgaste dental oclusal e interproximal, la dentición posterior tiende a derivar en una dirección mesial, y los dientes frontales son más verticales. Los cambios resultantes en tamaño y forma son sustanciales, acentúan la variación individual y deben tenerse en cuenta en los análisis comparativos de mandíbulas de homínidos. Según las conclusiones, el desgaste excesivo de los dientes conduce a la ruptura de los mecanismos normales de remodelación, lo que resulta en patologías, pérdida de dientes y pérdida de la función masticatoria. Sin embargo, es poco probable que ello haya limitado la duración de la vida de los primeros
Homo porque este efecto fue probablemente paliado por la preparación de alimentos blandos.
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Homo georgicus
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