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Estratigrafía de Arlanpe |
La Diputación Foral de Vizcaya ha publicado una monografía sobre el yacimiento de Arlanpe (Lemoa, Vizcaya, norte de España), bajo la coordinación de Joseba Ríos Garaizar, Diego Garate Maidagan y Asier Gómez Olivencia.
- Joseba Rios-Garaizar, Diego Garate Maidagan, Asier Gómez-Olivencia y Eneko Iriarte Avilés resumen las excavaciones entre 2006-2011 haciendo especial hincapié en las dataciones de radiocarbono y de Uranio-Torio.
- Durante el Paleolítico Medio Antiguo y el Paleolítico Superior la cueva se utilizó como refugio, lugar de trabajo y alto de caza. Allí se fabricaron utensilios y se grabaron en piedra imágenes femeninas esquematizadas.
- En la excavación a 10 m de la entrada de la cueva, destacan los siguientes niveles:
- Nivel I: Magdaleniense Medio, con dataciones de 14150 ± 60 BP y 15100 ± 60 BP.
- Nivel II: Solutrense Superior con datación ca 17 ka BP.
- Niveles IV, V, VI y VII: Paleolítico Medio Antiguo.
- En la excavación a 17 m de la entrada de la cueva:
- Nivel 2: Final del Gravetiense (Paleolítico Superior Inicial), con dataciones 23130 ±100 BP y 23050 ± 100 BP.
- Niveles 3, 4, 5 y 6: Paleolítico Medio Antiguo.
- En la excavación al fondo de la cueva:
- Niveles D y E: Paleolítico Medio Antiguo.
- Eneko Iriarte Avilés, Arantza Aranburu Artano y Martín Arriolabengoa Zubizarreta resumen los estudios geoarqueológicos. Los procesos de erosión e infiltración de suelos formaron el registro sedimentario, cuyas características sedimentológicas permiten identificar condiciones paleoambientales relativamente húmedas y cálidas a lo largo del Paleolítico Medio Antiguo, eventualmente interrumpidas por rápidos eventos relativamente fríos, y condiciones más frías a lo largo de la secuencia del Paleolítico Superior. La micromorfología muestra que la actividad antrópica durante el Paleolítico Medio Antiguo es alternante, restos fosfáticos denotan la presencia predominantemente de carnívoros y la visita esporádica de los humanos estaría atestiguada por la presencia de restos líticos, óseos y restos de microcarbones procedentes de hogares desmantelados.
- Trinidad Torres Pérez-Hidalgo, José Eugenio Ortiz Menéndez y Yolanda Sánchez-Palencia González presentan los resultados de la datación por racemización de aminoácidos obtenidas de seis piezas dentarias de oso recuperadas del nivel D. La edad media ha resultado ser 57,3±13,2 ka.
- Alejandro García Moreno expone un estudio del territorio. Arlanpe era un roquedo, localizado en un entorno donde las pendientes mayores al 30% de desnivel suponen la mitad del territorio comprendido en un radio de 10 km alrededor del yacimiento. Esto debió favorecer la presencia de fauna propia de este tipo de ambientes. Los mamíferos de bosque también podrían haber tenido una presencia significativa y constante a pesar de las fluctuaciones climáticas. Los valles de los ríos Arratia e Ibaizabal aparecen como los dos grandes ejes de desplazamiento en la zona, y sitúan a la cueva de Arlanpe en una posición privilegiada para observar un cruce de vías de comunicación naturales. Por lo que respecta a las condiciones de habitabilidad de la cueva, cabe destacar la alta variabilidad de la insolación recibida a lo largo del año.
- María-José Iriarte-Chiapusso presenta el registro paleopalinológico de la cueva, que solo aporta información de los niveles más antiguos del depósito (Paleolítico Medio Antiguo). En la zona superior del nivel D, se refleja la transición hacia el interglaciar Eemiense. Este periodo se caracteriza por unas condiciones climáticas templadas y húmedas que potencian la expansión de la cubierta forestal y de su diversidad taxonómica, siendo las especies caducifolias las que predominan en el paisaje.
- Naroa Garcia-Ibaibarriaga, Xabier Murelaga Bereikua, Salvador Bailon, Juan Rofes Chávez y Amaia Ordiales Castrillo han estudiado los restos de microvertebrados. La asociación encontrada en el sector de la entrada sugiere que las condiciones ambientales más cálidas se dieron en los niveles anteriores al Solutrense y en los posteriores al Magdaleniense. En el sector central hay indicio de enfriamientos en el Paleolítico Medio Antiguo y el Gravetiense reciente. El sector del fondo comienza con un nivel del Paleolítico Medio Antiguo frío.
- Igor Gutiérrez Zugasti presenta el análisis arqueomalacológico de la cueva de Arlanpe, que ha puesto de manifiesto la presencia de varios taxones de caracoles terrestres, además de un sólo resto de conchas marinas en los niveles del Paleolítico Medio Antiguo y dos restos en el nivel Solutrense. Las preferencias climáticas y ecológicas de los caracoles terrestres sugieren la existencia de un clima templado y zonas de bosque durante las ocupaciones humanas del Paleolítico Medio Antiguo. No ha sido posible establecer si el aporte de los caracoles terrestres es antrópico o natural. La presencia de moluscos marinos sugiere la existencia de movimientos costa-interior.
- Diego Arceredillo Alonso, Asier Gómez-Olivencia y Ziortza San Pedro-Calleja presentan un estudio de la macrofauna. En los niveles del Paleolítico Superior los restos de herbívoros son mucho más abundantes que los de los carnívoros mientras que este porcentaje fluctúa en los niveles del Paleolítico Medio Antiguo, donde la diversidad taxonómica de los carnívoros es mayor, aunque, en general, también son más abundantes. Las restos predominantes corresponden a especies rupícolas (cabra montés y rebeco) mientras que entre los carnívoros, es el oso la especie más abundante. El análisis tafonómico del nivel D es coherente con la ocupación por humanos y por carnívoros. Los fósiles con alteraciones antrópicas, que incluyen huesos expuestos al fuego, fracturados y con marcas de corte, son más frecuentes que los restos que presentan marcas de mordeduras de carnívoros.
- Asier Gómez-Olivencia relata los restos humanos recuperados, que corresponden a la Edad del Bronce.
- Joseba Rios-Garaizar describe los conjuntos líticos correspondientes con las distintas ocupaciones y las estrategias de organización tecnológica.
- En el Paleolítico Medio Antiguo, los resultados muestran un sistema basado fundamentalmente en el consumo de rocas locales, con sistemas de fabricación que combinan el uso de técnicas propias del Achelense (tecnología bifacial, Clactoniense) con técnicas propias del Paleolítico Medio (Levallois y Discoide), estando destinado a abastecer de utillaje variado a un grupo de gran movilidad residencial que realiza actividades variadas en el yacimiento.
- Durante el Solutrense el aprovisionamiento tecnológico se organiza en torno a un consumo moderado de materias primas locales y la fabricación de laminillas a partir de núcleos de sílex importados, estando el utillaje retocado dominado por las laminillas de dorso y siendo las piezas foliáceas escasas. Estas características se corresponden con las de una ocupación mixta en la que se combinan actividades de preparación de la caza con otras más domésticas.
- En el Magdaleniense Medio se observa una organización caracterizada por un uso casi exclusivo del sílex, por la fabricación de laminillas, y por la abundancia de laminillas de dorso. Este conjunto se interpreta como el resultado de sucesivos altos de caza.
- Daniel Garrido Pimentel, Millán Mozota Holgueras y Diego Garate Maidagan detallan los hallazgos de industria ósea y ornamentos. En el nivel D se han detectado dos restos óseos susceptibles de haber sido utilizados: una lasca de hueso apuntada y un pequeño fragmento o esquirla diafisiaria alargada, con marcas impresas y estrías. El utillaje óseo recuperado en el nivel II del sector de la Entrada se caracteriza, a pesar de su escasez, por su diversidad tanto tipológica como funcional, encontrándose tanto útiles relacionados con la vida cotidiana (aguja, espátula), como otros asociados a la caza (azagayas). Asimismo, en ese nivel también se han identificado varios ornamentos en concha y mineral.
- Diego Garate Maidagan, Raphaëlle Bourrillon, Joseba Rios-Garaizar y Theodoros Karampaglidis han estudiado un bloque grabado en probable asociación estratigráfica con las ocupaciones del Magdaleniense medio, extraído en 2011. Se han identificado un total de cuatro grafías grabadas sobre dos caras del bloque, una de ellas claramente reconocida como una representación femenina. Las convenciones gráficas enlazan directamente con el estilo Gönnersdorf-Lalinde del Magdaleniense final, que aparece en diversas regiones de Europa desde el norte de la península Ibérica hasta Polonia. En la cornisa cantábrica este tipo de representaciones no se documentan en el arte mueble y son prácticamente inexistentes en el parietal.
- Joseba Rios-Garaizar, Diego Garate Maidagan y Asier Gómez-Olivencia ofrecen una visión sintética de los distintos eventos de ocupación que forman la secuencia arqueoestratigráfica de Arlanpe.
- El conjunto datado entre 18-16,5 ka uncalBP permite hablar de una pervivencia del Solutrense en la región cantábrica dos milenios después de la sustitución de este por el Badegouliense en el SW de Francia (Ducasse 2012).
- El Nivel I (Magdaleniense Medio) representa una serie de ocupaciones efímeras en la que se han realizado actividades limitadas, relacionadas con la preparación de las actividades de caza. La presencia del bloque grabado con representaciones femeninas esquemáticas abre la posibilidad de una interpretación más compleja de estas ocupaciones, relacionándolas con algún tipo de actividad ritual.
Paleolítico Superior
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