Alissa L. Ferry, Susan J. Hespos, y Sandra R. Waxman han estudiado las respuestas de bebés humanos a las vocalizaciones de primates humanos y no humanos.
- Al nacer, los bebés prefieren escuchar a las vocalizaciones de los primates, tanto humanos como no humanos. Estas vocalizaciones engendran en los lactantes un enfoque mayor en los objetos de su entorno visual y promueven la formación de categorías.
- A partir de los tres meses, la preferencia de escucha se va ajustando a las vocalizaciones humanas.
- A los seis meses el enlace a la cognición se sintoniza específicamente a las vocalizaciones humanas. Las vocalizaciones de los primates no humanos ya no promueven la formación de categorías.
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