(A) relaciones angulares entre las superficies principales del astrágalo y el calcáneo. Se aprecia la disimilitud entre A. sediba y H. sapiens. (B) Análisis de correlación canónica (ACV) de las variables del astrágalo y el calcáneo que proporcionan el 90% de la varianza (a la izquierda) y el 89,3% (a la derecha). Homo = +, Pan = triángulos rosa, Gorilla = cuadrados verdes, Pongo = rombos naranja, Hylobates = círculos rojos. Los seres humanos son completamente diferentes; A. sediba (MH2) es indistinguible de un simio africano, mientras que A. afarensis es similar a los humanos. |
Lee R. Berger et al, estudiaron los restos de Hominini, pertenecientes a una hembra adulta y a un joven (Karabo = La Respuesta), sin poder encuadrarlos en taxones existentes. Por ello, establecieron una nueva especie, Australopithecus sediba. Sediba significa manantial inagotable en la lengua seSotho.
A. sediba caminaba con hiperpronación (con rotación hacia dentro de rodilla y cadera y con los pies ligeramente torcidos hacia dentro) y pasos cortos y rápidos, apoyando primero el borde exterior del pie en lugar del talón.
De acuerdo con los resultados, A. sediba es indistinguible de los simios africanos existentes en la configuración angular de su parte trasera del pie, lo que sugiere que carecía de arco longitudinal. Esta conclusión es compatible con las sugerencias anteriores de un aumento de la movilidad mediotarsiana en este taxón.
Australopithecus sediba combina de forma única la morfología articular talocalcaneal, responsable de la movilidad, con especializaciones de la articulación talonavicular que proporcionan estabilización mediotarsiana medial. A. sediba es muy similar a los gorilas existentes en la morfología de la articulación subastragalina. Por el contrario, otros Hominini, como OH 8, son más similares a los humanos modernos. La similitud morfológica entre MH2 y las muestras de Sterkfontein, miembro 4 (STW 88, STW 102, STW 352) en las articulaciones talonavicular y talocalcaneal sugiere que A. sediba puede haber poseído un pie que era funcionalmente similar al de A. africanus. Esta combinación de morfologías sugiere que arboralidad puede haber sido significativamente adaptativa para los Australopithecus del sur de África.
Australopithecus sediba combina de forma única la morfología articular talocalcaneal, responsable de la movilidad, con especializaciones de la articulación talonavicular que proporcionan estabilización mediotarsiana medial. A. sediba es muy similar a los gorilas existentes en la morfología de la articulación subastragalina. Por el contrario, otros Hominini, como OH 8, son más similares a los humanos modernos. La similitud morfológica entre MH2 y las muestras de Sterkfontein, miembro 4 (STW 88, STW 102, STW 352) en las articulaciones talonavicular y talocalcaneal sugiere que A. sediba puede haber poseído un pie que era funcionalmente similar al de A. africanus. Esta combinación de morfologías sugiere que arboralidad puede haber sido significativamente adaptativa para los Australopithecus del sur de África.
Estas conclusiones no apoyan la hipótesis de que A. sediba representa una condición ancestral probable para Homo.
Thomas C. Prang. 2015. Rearfoot posture of Australopithecus sediba and the evolution of the hominin longitudinal arch.
Thomas C. Prang. 2015. The subtalar joint complex of Australopithecus sediba.
Thomas C. Prang. 2016. Conarticular congruence of the hominoid subtalar joint complex with implications for joint function in Plio-Pleistocene hominins.
Thomas C. Prang. 2015. The subtalar joint complex of Australopithecus sediba.
Thomas C. Prang. 2016. Conarticular congruence of the hominoid subtalar joint complex with implications for joint function in Plio-Pleistocene hominins.
Australopithecus sediba
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