W. Karl Hutchings con una punta clovis |
La evidencia segura más temprana del uso de lanzavenablos se halló en Florida, datada en hace 10-9 ka, posterior al periodo Paleoindio.
W. Karl Hutchings ha analizado las fracturas presentes en 668 puntas de piedra. Cuando una punta golpea el objetivo, la energía produce una onda de choque a través de la piedra que produce fracturas, que están relacionados con la cantidad y el tipo de fuerza involucrados. Mediante la medición de las características topográficas de las superficies de fractura, se puede calcular la "velocidad de fractura" del impacto, o la rapidez con que las fracturas se extienden a través del material. Cada arma produce velocidades de fractura específicas.
Se determinaron las velocidades de fractura de 55 artefactos. La mitad de ellos exhibieron velocidades de fractura que sólo se pueden lograr mediante lanzavenablos o un arco. Se cree que los paleoindios no conocía el arco y la flecha, por lo que lo más probable es que utilizasen lanzavenablos.
Poblamiento de América
No hay comentarios:
Publicar un comentario