Mediante la comparación de las áreas homólogas cerebrales de especies y ancestros de mamíferos y primates, puede construirse un árbol filogenético.
Las relaciones espaciales generales entre áreas sensoriales primarias son consistentes a través de especies de mamíferos y la capa cortical del primate está ocupada principalmente por zonas que se encuentren entre las áreas sensoriales primarias y secundarias.
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Randy L. Buckner y Fenna M. Krienen han estudiado la emergencia de la mente humana. Según su hipótesis de la atadura (tether hypothesis) el cambio se produjo cuando, debido al crecimiento del cerebro, las conexiones entre las neuronas se rompieron o desataron al alejarse entre sí, de forma que pudieron formar nuevos circuitos y originar nuevas cortezas de asociación.
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Comentarios de Carl Zimmer
La ampliación del espacio cognitivo en el eje filogenético
La anatomía del chimpancé nos muestra la forma en que la corteza ha cambiado desde que el clado humano surgió hace aproximadamente 5-7 Ma. La corteza cerebral humana más que triplica en tamaño la del chimpancé. Las estimaciones revelan un crecimiento desproporcionado de la corteza de asociación. Por el contrario, los tamaños absolutos de las cortezas sensoriales primarias son casi equivalentes. |
Tether hypothesis: Las zonas proliferativas corticales amplían su superficie en presencia de centros de modelado estables. Una parte cada vez mayor de la corteza surge entre los gradientes que definen los sistemas sensoriales. Se supone que la actividad espontánea y la actividad evocada por los sistemas sensoriales tienen una influencia mínima en las zonas intermedias de la gran placa cortical en desarrollo. Emergen zonas fronterizas sin ataduras. |
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