miércoles, 5 de noviembre de 2014

No hay paralelismo cognitivo entre la talla lítica y el lenguaje

Es bastante común la idea de un paralelismo cognitivo entre la talla lítica y el lenguaje:
  • Ralph Holloway (1969) indicó que la secuencia en la creación de las herramientas puede relacionarse con una sintaxis del útil lítico. Se intuía la posibilidad de una planificación previa de los modelos (Gowlet, 1986).
  • Thomas Wynn (1985) estableció un aumento cognitivo paralelo a la progresiva complejidad de los útiles líticos, siguiendo la pauta de desarrollo cognitivo que el psicólogo cognitivo Jean Piaget observó en la maduración psicológica de los niños al crecer. 
  • Nicholas Toth (1985) consideró la creación de hendedores elaborados para ser usados con la mano derecha, indicando la lateralidad de las funciones cerebrales, y ubicando tal función manual en el mismo hemisferio que el lenguaje, por lo que podrían estar relacionados.
  • Glyn Isaac (1986) estableció una relación entre los modelos cognitivos y la fabricación de herramientas. La simetría bilateral de los útiles y la preparación del núcleo por el Homo habilis presentaba una imposición arbitraria y estandarizada de modelos determinados, lo que sería imposible sin la ayuda del lenguaje.
  • Parker y Milbrath (1993) creen que existe una relación entre lenguaje, tecnología e inteligencia simbólica, implícita en el proceso de planificación y representación mental de eventos.
  • Núria Geribàs, Marina Mosquera y Joseph Maria Vergés (2010) han estudiado el paralelismo existente entre el desarrollo tecnológico y el aumento de las capacidades cognitivas de sus creadores, produciéndose a lo largo del desarrollo evolutivo.
  • La necesidad de coordinar los movimientos de las dos manos para poder tallar piedras implica cambios cerebrales importantes. Natalie Thaïs Uomini y Georg Friedrich Meyer (2013), mediante la ecografía Doppler transcraneal (fTCD), que mide los patrones de lateralización del flujo sanguíneo cerebral, comprobaron la alta correlación hemodinámica de dos tareas diseñadas para aislar el componente de planificación de la elaboración de herramientas achelenses de la generación de palabras.  Esto es consistente con un sustrato neural común para la fabricación de herramientas de piedra y el lenguaje, y es compatible con las teorías que defienden una co-evolución del lenguaje y praxis manuales. Los resultados apoyan asimismo la hipótesis de que el lenguaje pudo haber surgido hace 1,75 Ma, con el inicio del achelense. Esta tecnología requiere mayor coordinación visomotora y organización jerárquica de acción que el olduvaiense. La co-evolución, podría explicar la rápida y amplia difusión del achelense, posiblemente debido a una enseñanza facilitada por el lenguaje.
Shelby S. Putt, Alexander D. Woods y Robert G. Franciscus han realizado un experimento para comprobar el efecto de la comunicación en las etapas temprana de aprendizaje de la talla lítica. Talladores no entrenados fueron divididos en dos grupos con diferentes condiciones comunicativas, uno con lenguaje hablado y otro sin él y fueron inducidos a replicar los objetos fabricados por un mismo instructor. Se compararon los bifaces resultantes, sin encontrar diferencias en forma, simetría u otras medidas. Sin embargo, sí hubo diferencia en los escombros que revelaron que los dos grupos utilizaban diferentes estrategias para el golpeo de las bases: el grupo no verbal produjo lascas de forma más eficiente.
Estos resultados indican que la interacción verbal no es un componente necesario para la transmisión del conocimiento de la talla lítica y que incluso puede obstaculizar el progreso de los incipientes talladores debido a un exceso de imitación para el que aún no se poseen las suficientes habilidades.

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